viernes, 30 de diciembre de 2011

2011. El año de la crueldad

Periodista: -¿Le gustó su trabajo?
Torturador: -A veces, pero no es una cuestión de gustos.
Memoria del miedo, Andrew Graham-Yool
No, señores, no hablaremos aquí del postrero idilio de Gaddafi con una escoba, ni de la muerte accidental de Bin Laden, tampoco del viaje romántico a Washington del principito cleptómano. El 2012 ha sido un año de crueldad y sangre y sudor y lágrimas. Un año de crisis, miseria y violencia. A ello hemos contribuido en gran medida.
No disimulen, no vengan con aquello del fútbol arte, del caudal de juego ofensivo y todo eso. Que el Barça da espectáculo es una obviedad tan grande como que se maneja de forma cruel con sus adversarios. 2012 se cierra con 64 partidos del Barça, de los cuales 24 se han saldado con victorias por tres o más goles de ventaja, lo que en otro tiempo se llamaba "paliza" y ahora es "rutina". El Barça ha ganado cinco títulos, ya lo saben, y ha perdido un único partido importante. Sólo uno.
Pese al fulgor de su fútbol, a su calidad irrepetible, este equipo se asemeja aun más a un ejército hambriento que a Walt Disney. No se entendería si no su afición a la victoria, su voracidad, ganar, machacar, volver a ganar. Ahí está el 9-0 a L'Hospitalet: la obra de un loco. Para entender el hambre de siglos de este equipo hay que mirar a Mordor, donde los Quincazos Multirreincidentes, han conseguido sobreexcitar a demonios que Xavi, Pedro, Busi y compañía ya habrían encerrado hace ya tiempo.
2011 fue el año en que nos ensañamos con La Banda: no hartos con la orgía del 5-0, les quitamos la Liga en casa, un año más. Les echamos de la Champions también en el Bernabéu. Les enseñamos un título tras otro por televisión. En verano, con las chancletas aún puestas, les explicamos quién era el mejor, fue el alarido del año, por encima del Manchester, por encima del Oporto, del Santos. Seguramente fue el día que mejor quedó retratada esa crueldad azulgrana. Meses después, otra visita al Bernabéu, para regalar un gol a los 20 segundos, quedar a nueve puntos momentáneamente y acabar con otro encarnizamiento.
2011 ha sido un año azulgrana porque fue un año oscuro y de bajas pasiones. Y, como al torturador de Graham-Yool, a los jugadores del Barça les apeteció hacer su trabajo.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Contra Iniesta

¿Qué pensarían ustedes si Alexis llevara 17 goles y Pedro 7? ¿O si con Puyol de central hubiéramos encajado 20 goles y con Piqué 10? Lógicamente, concluirían que Alexis y Piqué deberían jugar siempre y que Pedro y Puyol son carne de banquillo. Pues bien, por ese mismo razonamiento, todos deberíamos estar convencidos de que Iniesta merece ser suplente.
En esta cueva hemos alertado de la inconsistencia de los números para explicar el fútbol, pero es evidente que las estadísticas sí muestran alguna realidad. Permitan que comparta con ustedes mi turbación: no es lógico que el futbolista para quien pedimos día sí y día no el Balón de Oro sume en Navidad sólo ocho goles y asistencias (cuatro y cuatro). No es de recibo que un jugador de la talla de Iniesta tenga esas cifras cuando un tal Messi suma 44 goles marcados o servidos.
Es injusto comparar a nadie con La Bestia Parda, es verdad, que además juega más adelantado que Iniesta. Pero es que Sex -que también ha sufrido lesiones- suma 19, y Xavi 14. Si les pica la curiosidad: Villa suma 12, Cuenca, 11, Alves, 10. Thiago y Adriano igualan al jugador para quien Sport pide hoy el Balón de Oro. Pedro (siete) y Alexis (seis) quedan por debajo.
En este rincón de mundo entendemos que ver flotar a Iniesta sobre el césped es una experiencia estética insuperable. Que nadie tiene su clase -y ese nadie incluye absolutamente a todo el que se atreva tocar una pelotita con los pies-, que hace tiempo que está al nivel de Zidane. Pero sencillamente un tío de su nivel no puede contentarse con igualar a Adriano. Un jugador que aspira al cetro mundial debería llevar, por lo menos, lo que Xavi. Puede que Iniesta necesite una dosis de Luis Aragonés. Puede que le falte entender que a alguien de su talla no le basta con exhibirse con el partido decidido en el Bernabéu. A un crack mundial hay que pedirle que decida los partidos una semana sí, y otra también. Aunque sea pálido, buena gente y de la casa.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Antinavidad

Muy probablemente están todos ustedes ebrios o a punto de estarlo. Esta Caverna no anda mejor y está chistosa desde que ha visto la portada del As. Ahí tienen a la Familia Real. Falta el ladrón, objetará alguien. Por Dios, está Mourinho justo en medio: el entrenador que llegó para ganar y gastó como dos jeques para lograr una Copa. El hombre que mientras distraía al pueblo con su circo, se dedicó a fichar jugadores de su propio agente sin el menor rubor. ¡Que falta el yonki!, pues tampoco. Ahí está Casillas, adicto al sadomaso y a la dominación violenta. ¿El inmigrante? El pobre Higuaín, marginado en un equipo de delincuentes donde no encajan sus maneras elegantes. Ya, y ¿la anoréxica? No sale en la foto, cierto. Es la afición, se quedó en el baño con una portada del Marca. Oiga, quedan por lo menos un par de mongos, ¿quiénes son? Eso ya es más difícil, porque sólo nos queda Marcelo, ese sabio, y Ramos, la ciencia encarnada. ¿Preguntan por el intocable? Ahí está también: su bajeza real, el Delincuente Primero.
Bonus track: Observen detenidamente esta imagen. ¿Qué demonios hace este palestino disfrazado de Villa? Ni idea. Pero den por descontado que está en fuera de juego y que no le da ni de coña.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El ganador

"I play to win, whether during practice or a real game. And I will not let anything get in the way of me and my competitive enthusiasm to win"
Michael Jordan
Nada como una final retrata la fuerza mental y la ambición de los futbolistas. Los más grandes, ya lo saben, aparecen en los partidos a vida o muerte. Y hay un dato que, más que nada de lo que se haya dicho sobre la Bestia Parda, le define como competidor.
Como jugador del Barça, Messi se estrenó con mal pie en los partidos decisivos. Era el año 2006 y en la final de París salía de una lesión, Rijkaard ni siquiera le convocó. Dolido, no salió a recoger el trofeo, que legítimamente se ganó aguantando la dureza de otro mercenario de Mourinho. Messi no aparece en aquella foto feliz. Meses después, participó en el desastre de Mónaco (0-3 ante el Sevilla) y tampoco marcó en la Supercopa de España ante el Espanyol.
Superada la adolescencia, Messi ha disputado otras 13 finales en que ha marcado 15 goles. Como saben, ha ganado diez de 11; en total ese porcentaje es de 11 de 13. Y ésta es tal vez la estadística más asombrosa de la Bestia Parda cuando se presenta ante Pelé, Maradona, Cruyff o Di Stéfano para mirarles desde su misma altura.
Uno concluye que es cierto que los misterios de la genética son insondables cuando a un negro carismático de 1,98 le puede salir un hermano blanco y mudo de 1,69.

lunes, 19 de diciembre de 2011

La década negra

Barça de Guardiola (2009-2021). Durante doce años, el Barcelona fue el gran dominador del fútbol mundial. La dictadura que ejerció coincide, según los historiadores, con la época más oscura de la historia de este deporte. De ahí las referencias a la década negra o a la maldición de los 12 años. Según los estudiosos, el Barça "mató el fútbol" (Hobsbawm), ya que un juego "basado en la democracia y el azar, donde todos podían ganar, se convirtió en un monólogo". Los expertos defienden que la hegemonía del conjunto catalán tuvo su origen en el pésimo nivel de sus rivales. "Nunca todos fueron tan malos" fue el lema que un grupo de intelectuales españoles, encabezados por Tomás Roncero, se manifestaron en las plazas españolas pidiendo la exclusión del Barcelona de las competiciones oficiales y la devolución de todos sus títulos. En efecto, aquel Barcelona, que jugaba con una mayoría de jugadores criados en sus categorías inferiores y sólo acudía al mercado para fichar complementos o lastres, se encontró con rivales de ínfimo nivel. Así lo prueban los tres primeros equipos que lo lograron derrotar. El Sevilla, gracias a su guardameta y a un tal Chigrinsky, que jugaba en el Barcelona. El Inter de Milan, que tuvo como aliados, un volcán y un arbitraje dudoso, y formó con siete jugadores defensivos a la ida, ocho a la vuelta, en un bochornoso espectáculo ultradefensivo. (Aquel Inter menor fue el mejor de Europa en 2010). Y el Real Madrid, tras una final que pasó a la historia por media docena de agresiones no detectadas por el árbitro. El Barcelona, con juego monótono, poco viril y escasos zapatazos, fue durante años el menos malo en un planeta donde desaparecieron los buenos equipos. Así, ganó varias finales europeas contra un Manchester United sumido en una crisis tal que alineaba coreanos. Se impuso en una Intercontinental a un equipo argentino que fue tan blando como para dejarse empatar de cabeza y en el último minuto por un delantero de 1,69 metros. Y ganó otra Intercontinental por goleada ante un equipo brasileño, que tenía al heredero de Pelé en sus filas, pero que fue incapaz de plantar cara a un Barcelona que alineó aquel día a sólo tres defensas y seis centrocampistas. Ni siquiera el Madrid, el único equipo del mundo con dos Balones de Oro en sus filas, con una inversión inalcanzable incluso para los jeques árabes que proliferaron en aquellos años, logró alcanzar un nivel decente, y llegó a encadenar rachas en que perdía ante el Barcelona por 28-9 en duelos directos. Muchos han coincidido en que aquel Barcelona fue "el tuerto en el país de los ciegos" (Moa). Así, un equipo menor encadenó 12 ligas y nueve Champions, además de otros títulos. A los 33 años, harto de ganar, Leo Messi, estilete del equipo y causante de la extinción del Balón de Oro tras lograr siete galardones consecutivos, colgó las botas. Y el fútbol volvió a ser lo que había sido siempre.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Santos

Pe-lé. Dos sílabas juguetonas designan al mayor mito del fútbol. Es el nombre del dios del balón. El de los 1.284 goles y los tres Mundiales. El Santos fue la iglesia sobre la que edificó su leyenda. El suyo era un equipo terrible, temido, conocido en todo el planeta. Allí ganó 22 títulos nacionales, dos Libertadores, dos Intercontinentales. Hubo en los 60 adolescentes que se fascinaron con el fútbol de la mano de aquel genio al que veían correr en el No-Do. Técnico, rapidísimo, voraz, indomable. Un iluminado al que sólo se frenaba a base de entradas asesinas. Un demonio negro. El número uno cincuenta años después y seguramente para siempre jamás. El 10 del Santos.
Y ocurre que este Barça histórico vuelve a tener la suerte de embarcarse en un viaje en el tiempo para enfrentarse a las esencias del fútbol sudamericano, a otro equipo legendario. Así fue en 2009 contra el Estudiantes, contra the Animals. Así será el domingo, con el equipo que comanda Neymar. Una pantera blanca, con sus calentadores entre las medias y el pantalón. Un mago con el balón, con una aceleración eléctrica, pura fantasía, el único que desde el otro lado del Atlántico ha cuestionado el trono de la Bestia Parda. Un artista que ha llenado el país de crestas en gente de todas las edades y ha rescatado el viejo orgullo del Santos dándole la Libertadores 48 años después.
Y así, cuando no hace tanto celebrábamos chilenas que nos clasificaban cuartos en la Liga, disputamos este sábado el título más difícil de ganar del planeta. El cetro global. Juega Pelé. ¿Alguna vez soñaron con verle jugar? ¿Soñaron que derrotaríamos a Dios?

jueves, 15 de diciembre de 2011

La lesión y el 'kitsch'

"El kitsch provoca dos lágrimas de emoción, una inmediatamente después de la otra. La primera lágrima dice: '¡Qué hermoso, los niños corren por el césped!'. La segunda lágrima dice: '¡Qué hermoso es estar emocionado junto a toda la humanidad al ver a los niños corriendo por el césped!'. Es la segunda lágrima la que convierte al kitsch en kitsch".
Milan Kundera, La insoportable levedad del ser
Un apunte sólamente. Tras el espectáculo cinegético que fue el esprint de Villa entre los dos centrales del Al Sadd, tras la dureza expresiva de las imágenes de su lesión, llega el horror kitsch. Y la España con cinco millones de parados se llena de mensajes de apoyo al chaval, las redes sociales se inundan de muestras de solidaridad como si nunca hubiésemos oído auténticas tragedias, como si no las hubiésemos sufrido en la propia piel. Y así, la tibia de un multimillonario paraliza el país.
Cabe recordar que esto es fútbol, un deporte violento, de contacto. Los cataríes eran nefastos pero querían ganar y tenían su orgullo. Shit happens. Dentro de seis meses, Villa a penas treintañero, volverá a los campos de fútbol. Para entonces, en su palmarés brillarán nuevos títulos y estará en perfecto estado de salud. No me lloren, por Dios. Y no me digan que lo cambiaban por la tibia de algún otro delantero.
Ánimo, Guaje, que no es nada, y força Cuenca.

martes, 13 de diciembre de 2011

La Fundación Khedira, año II

La Fundación Khedira abrió sus puertas hace un año. Esta institución fue inaugurada con motivo de la trepanación pública de once futbolistas vestidos de blanco. Tras el 5-0, un equipo de psicólogos y trabajadores sociales decidió que era el momento de ayudar a los centrocampistas y defensas de La Banda, protagonistas de la mayor emergencia humanitaria ocurrida jamás fuera del Cuerno de África. La fundación abría sus puertas también a aquellos que pensaban que la victoria de España en el Mundial se debía al papel de Casillas, Alonso y Ramos.
Un año más tarde, la Fundación Khedira tiene que hacer una llamada desesperada ante sus problemas de financiación y la avalancha de nuevos clientes aquejados de estrés postraumático. Entre los casos más extremos se cuentan:
a) Los lectores de As y Marca y los telespectadores de TVE, Cuatro, La Sexta, Antena 3 o Telecinco. (No insistan: nada podemos hacer por quienes sintonizan Tele Madrid).
b) Los que se han acostumbrado a usar como argumento de oro en sus discusiones el monosílabo "Mou".
c) Los que musitan que "esto tenía que arreglarlo mi Mariano".
Ante la imposibilidad de atender todas las solicitudes de ingreso, la Fundación Khedira estrena un tratamiento paliativo a distancia: el Método Coentrao. Este sistema recuerda a los pacientes que desde la Liga de 2008-2009, el Barcelona suma 12 títulos, por uno La Banda. El marcador acumulado de los choques entre ambos es de 28-9. Se insiste a los bandófilos en que tienen derecho a creer en lo que quieran -por creer, pueden creer en Altintop- pero que ante todo deben recordar que su dolor y humillación podría ser peor.
El paso clave del Método Coentrao sitúa al paciente en la piel de este futbolista que costó 30 millones de euros y que sufrió el sábado toda suerte de humillaciones. El bravo lateral luso quedó inmortalizado llegando tarde en el primer gol y en el tercero, sus tacos fueron rociados de orines, y sólo encontró consuelo en una nueva proeza del primer cliente de esta Fundación.
La Fundación Khedira llama a la gente de buena voluntad a hacer sus ingresos en la cuenta 2100 0857 0100 705 304 y a sus pacientes a recordar que "suerte" significa "hasta abril no toca".

domingo, 11 de diciembre de 2011

Una maldición llamada Barça

"Sic semper tyrannis"
Marco Junio Bruto.
El sol saldrá en un rato, a las 5.49 horas. Para entonces, Canaletes seguirá tan vacía como lo ha estado la mayor parte de la noche. Los quioscos explicarán a todo color la victoria del Barça. A mediodía, las familias se jactarán de que ya veían venir la victoria. Luego habrá formidables siestas. Valdebebas y las redacciones del As y el Marca serán un embarazoso funeral de mentirosos. La vida seguirá sin mayores contratiempos.
El cuarto triunfo en las últimas seis visitas al Averno llegó precedido de un cierto aroma a rutina. Ya saben, derechos adquiridos, tradición, costumbrismo clásico, derecho de pernada. Porque las mentiras de los voceros del Tito Flo ya no calan como otrora. Los creadores de ese superventas llamado Robben es mejor que Messi estaban ahora con El mejor año de Mou es el segundo. Y el barcelonismo ha llegado ya a mirarles con cierta piedad.
Ganar a La Banda es lo normal. Tanto que no importa que Valdés haga un fallo terrible a los 15 segundos. Tanto que no importa tener a la peor defensa que hemos visto desde tiempos de Christanval. Enfrente estaba la miseria de siempre: contragolpe, balón parado y CR Ceja. Ellos: el equipito donde el Delincuente Segundo y Butragueño coinciden en destacar el glorioso espectáculo que supuso la carnicería de la última final de Copa. El Fútbol Club Mendes, una mala copia de aquel Chelsea de 2005.
Nosotros: un equipo legendario, humilde, compacto, que puede ganarles de uno, de dos, de cuatro o de seis sin abandonar su fútbol artesanal. Un equipo hecho de cantera y ciertos valores que, por encima de todo, ama desnudar al Mal Absoluto. Un equipo que a cada nuevo Clásico parece tener más claro que la Banda de los Quincazos Portugueses es, a día de hoy, un elogio de la mentira, la codicia y la violencia, pero no un rival a su altura.
Sale el sol a las 5.49 y la verdadera pregunta es cuándo se cansará el Barça de masacrar a los de blanco. Pues bien: nunca. Sic semper tyrannis. Así siempre con los tiranos.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Perfect Day

Just a perfect day /
feed animals in the zoo /
Then later /
a movie, too, and then home
Perfect Day, Lou Reed
Pupilas dilatadas, vacío estomacal y perennes ganas de mear. Sí, señores, el Madrí-Barça del Bernabéu ya está aquí. En los últimos tiempos, semejante ocasión se ha convertido en el día más esperado del año para el barcelonismo. Porque es cierto que el 5-0 y el 3-2 de Supercopa, los dos partidos que revelaron la auténtica naturaleza de La Banda, se produjeron en el Camp Nou. Pero las victorias en el Averno tienen una mayor fuerza evangelizadora.
En esta ocasión, llegan los Quincazos en pleno extreme makeover. Líderes en la Liga, intratables en Europa, metiendo goles a porrón. A un servidor La Banda le parece el mismo engendro de cuando la pegada, la misma máquina de jugar al contragolpe que ha sido ese equipo desde que el hombre es hombre. Los voceros del Tito Flo aseguran, además, que han abandonado la delincuencia verbal. En fin: Pepe aseguraba la semana pasada que es "injusto que se diga que el Barça es el mejor del mundo". Mourinho decía anoche que la victoria del Barça en el Bernabéu de la última Champions se produjo "en circunstancias extrañas".
Y uno ve toda esa inquina y no puede dejar de pensar que éste es el deporte en que todo es posible, en que cuentan el azar y los detalles, pero sobre todo, la fe de los vestuarios, sus ganas de hacer cosas juntos. El del Barça, desde hace cuatro años, está convencido de la necesidad de hacer prevalecer su modelo de canteranos y juego de ataque. Pero su otra razón de ser es la voluntad de hundir una y otra vez al Delincuente Primero.
En la semana en que Sócrates vio cumplida su voluntad de morir un domingo en que Corinthians fuera campeón y en que un equipo de colegio llamado Pilaristas culminó el hito de jugar contra el campeón de Europa Caja Segovia, uno piensa que sigue habiendo lugar para los románticos. Sean obedientes: el sábado, al zoo, después, al cine y luego, a casa.

lunes, 5 de diciembre de 2011

El plan de Guardiola

Muy buenos días: faltan 128 horas para que se detenga el universo. Tras el psicodrama del pasado mayo y la erupción volcánica de la Supercopa, vuelve a ser ganar o morir. Lo dicho: muy buenos días.
La misión es la que es: llega el Barça seis puntos por debajo y con la necesidad de ganar en el Bernabéu. A pesar de la rutina del manita team -que gana más puntos contra La Banda que contra el Espanyol- no parece fácil lograr en el Averno lo que no se consiguió en Getafe, Bilbao o Anoeta.
Guardiola movió el vestuario el pasado verano con dos premisas. Una, podar a los descolgados en lo deportivo (Milito, Jeffrén) y a los excluidos en lo humano (Bojan). Otra, pensar en los enfrentamientos directos con La Banda de los Quincazos, una gente que saldrá con seis tíos de vocación defensiva y con quien se lo jugará todo un año más. De ahí el fichaje de un delantero explosivo y con regate. De ahí la contratación del mejor llegador del mundo. Si recuerdan, en los dos partidos más decisivos del año pasado (la final de Copa y la ida de Champions), los reservas que metió Guardiola para oxigenar el equipo fueron Maxwell, Keita, Afellay y Sergi Roberto. El sábado bien podrían ser Cuenca, Pedro y Thiago. Incluso, si ganamos de mucho, un tío llamado Villa. Hola, Iker, ¿cómo estás?
Pero la vida no es tan sencilla, por más que el Tito Flo siga sin entender el asunto. Ocurre que ahora jugamos con una defensa infame. Y que aunque juguemos con cuatro, allí, en el área, donde se decide todo, es posible que tengamos a Piqué, Mascherano, Abidal o Puyol, todos ellos en su peor momento. Y por ahí flojea el plan de Guardiola.
En fin, ya saben que hace tiempo que en esta Caverna abandonamos la prudencia y nos gusta lanzar vaticinos... Es posible que encajemos cuatro goles. Pero que nadie se haga el sorprendido si metemos seis.

viernes, 2 de diciembre de 2011

La fiesta pagana

Rezar: "Dirigir a Dios o a personas santas oraciones de contenido religioso". Oración: "Obra de elocuencia, razonamiento pronunciado en público a fin de persuadir a los oyentes o mover su ánimo". Y también: "Súplica, deprecación, ruego que se hace a Dios o a los santos".
Existe en Barcelona un profesor de universidad, lúcido y excéntrico, especialista en religión, que sostiene que nada como un partido de fútbol reproduce el hecho religioso puro, el de nuestros antepasados en las cavernas. Ustedes se habrán hartado a lo largo de los años de hablar con los futbolistas durante los partidos. De su equipo y del rival. En voz alta o sin palabras. Murmurando o entre gritos. Declarándoles su amor o insultándoles. Les hago memoria:
-Leo, son tuyos.
-¡Tu puta madre, joder, dala fácil!
-Lo fallas... Lo fallas... Fállalo... Por tus muertos...
-¡Vamos, Andresín vamos, nen, no me jodas!
-¡Jódete, hijo de la gran puta!
-Gracias, Ronnie, te quiero, Ronnie.
A menudo estas frases -un buen termómetro para medir el grado de civilización de nuestra sociedad- adaptan su idioma al receptor. Hay castellanoparlantes acérrimos que a Xavi le hablan en catalán. Catalanoparlantes que a Messi siempre le hablan en español. Y se da un nivel de sinceridad ahí que no empleamos en sociedad, ni siquiera con nuestros seres queridos (afortunadamente, porque el equivalente serían cosas como "Di papá, hijo de puta", o cosas aun peores). El trato que se dispensa en estos monólogos es de absoluta familiaridad; se usan motes privados que nadie más emplea con una complicidad que asustaría a los futbolistas de ser conscientes de ella.
El profesor de quien les hablo asegura que las cascadas de murmuros, gritos y pensamientos que se producen durante un partido son simplemente rezos invocados en presencia del dios balón. Pero no digan ahora que les turba su propio fanatismo. Sí, se han pasado la vida orando. Sí, mañana les toca otra vez. Sí, viva la fiesta pagana.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Jesus loves me

Después de 371 entradas, tres años, nueve meses y 21 días de blogueo marginal, esta Caverna recibió ayer una noticia que quiero compartir con ustedes. No se entusiasmen: ni el Bar Deportes ni la Libreta de Van Gaal ni ningún otro tótem han tenido a bien recomendar este rincón. El seguimiento de esta creación es tan humilde como de costumbre -y a fe que son ustedes un público selecto y reducido, prácticamente les conozco a todos ustedes y eso es una suerte-. Tampoco he recibido, ¡ay, las!, un ofrecimiento económico para ganarme la vida con este artefacto.
Lo ocurrido ayer es mucho mejor que eso. Sin más dilación: Juliano Belletti se asomó ayer a Twitter para agradecer a este Cavernario que tenga como foto de perfil la misma que incluyo aquí y que también uso en el Facebook de este blog. Don Juliano Belletti in person. Mi reacción, pueden imaginarlo, fue ponderada, como corresponde a un señor de orden que transita ya su cuarta década. En fin, le respondí con un enlace a la entrada-homenaje que le dediqué en su día. Y hoy, en las estadísticas, aparecía una visita desde Brasil, algo que ayer no tenía. Qué quieren que les diga, uno escribe para que de vez en cuando ocurra una cosa así.
Entiendo perfectamente las psicopatologías, traumas y frustraciones que revela este mensaje. Pero sean comprensivos: les escribe el demente que un día parió La Caverna Azulgrana. Y qué demonios, estaba harto de verle la cara a Gabri.

martes, 29 de noviembre de 2011

El horror viste de azulgrana (I). Gabri García de la Farsa.

El pico de popularidad de Villa nos convence de la necesidad de estrenar una serie sobre los futbolistas que más han denigrado el nombre del Barça en el mundo. Recordarles es terapéutico: nada tiene de particular insultar a Buyo, Hierro o Ramos, pero cuando el enemigo luce de azulgrana, ahí se segrega la inigualable ira del que detecta a un traidor. No esperen ver aquí a Ciric, Déhu o Cleo: es corta mi memoria y rara vez se odia al no convocado. Comencemos con Gabriel García de la Farsa, Gabri.
El hecho de que aguantara en el primer equipo desde 1999 hasta 2006 da la medida del hundimiento que vivimos a principios de siglo. Subió de la cantera con el aval de haber sido media punta en las categorías inferiores de España y llegó a ganar la plata en Sidney. Aprovechando el caos gaspartiano y las farsas de Van Gaal, Serra Ferrer y Rexach, se hizo con un hueco como lateral o medio estorbo -término con toda seguridad inventado para él-; aún tenía pelo pero sólo verle controlar el balón ya daba vergüenza ajena.
El castigo se convirtió en tortura cuando algún iluminado pensó que estaba desaprovechado de trotón y lo subió a media punta por la derecha en el sistema 4-2-3-1. A él, uno de los jugadores menos dotados técnicamente de la historia del club. Cuando le marcó un gol al Valencia que sirvió para empatar 2-2 -un gol tan feo que Youtube lo rechazó- muchos entendimos que mientras hubiera que alegrarse por sus goles, nada bueno celebraríamos. A pesar de lo clamoroso del caso, cada junio sobrevivía a la purga. Decían que cobraba poco y metía buen ambiente. Si se trababa de eso, podrían haber fichado a una monja con guitarra.
Tras años de pesadilla, el equipo mejoró por fin y cada vez aparecía menos por el césped, pero la suerte no abandonó al socio Pelopo de Xavi. Rijkaard, budista y gran ser humano, inventó aquella pesadilla de las rotaciones que servía para castigar al espectador con la presencia del inefable Gabri, de quien Wikipedia dice que es un futbolista "no exento de calidad técnica", que debe ser como cuando un político del PP pide respeto a la presunción de inocencia de uno.
Pero también dio alegrías. La otra noche supe de un grupo de demócratas que celebraron alborozados y entre abrazos la grave lesión de rodilla que sufrió en diciembre de 2004 (en favor de ellos cabe decir que desconocían la gravedad de la lesión). En efecto, tener a Gabri en el equipo le exponía a uno a todo tipo de humillaciones, como presentarse a jugar contra La Banda para ponerle al inepto de Sallent en la misma zona del campo donde reinaba un tal Zidane.
Gabri se marchó por fin en 2006, campeón de Europa, con 128 partidos, ocho goles, tres internacionalidades y más de un millón de insultos recibidos de la que era su afición. Aún juega; Dios no quiera que cuando va por el mundo se presente como alguien que se crió en La Masia. Pero difícilmente engañará a la gente alguien cuyos apodos son El Guerrero, Padrino del mediocampo, El Profeta, o, en el colmo de la desfachatez, El Maradona de Sallent.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Sin hambre pero con fe

A estas alturas de nuestro prolongado y tórrido idilio con el Barça de Guardiola hay algo que tenemos la obligación de asumir. Jugador por jugador, este equipo es el mejor de la historia del club, así lo muestra sus nombres y sus títulos. Sin embargo, la competición es un campo de batalla donde entran en juego factores más complejos que el hecho de que Messi sea mejor que Miku o Xavi que Sarabia. En fútbol, todo comienza por el hambre, y nadie debería engañarse sobre el efecto que han tenido 14 títulos en cuatro temporadas.
Les hablaré del hambre. El hambre es Arbeloa, un martes cualquiera, en Valdebebas. Se cruza con Pardeza y lo ve tenso, crispado. 'Hay que ganar, hay que ganar o nos matarán a todos', le dice. El hambre es Ronaldo, un viernes cualquiera, cuando se encuentra a su tembloroso presidente. '¡Qué pasa fenómeno! Vamos a ganar, ¿verdad? Hay que ganar. Por favor. Por favor. Por favor'. El hambre es un susurro de Khedira a Özil un día cualquiera. 'O ganamos algo importante o queman el Bernabéu con nosotros dentro'.
Ese mismo martes, aparece Mascherano por la Ciutat Esportiva Joan Gamper y se cruza con un relajado Zubizarreta, que le hace una carantoña. '¿Cómo estás, qué tal la familia?'. Ese mismo día, Messi se cruza en el aparcamiento con Núñez 2.0. Éste se deshace en sonrisas y le habla con cariño. 'Monstruo, ¿cómo estás? ¡A ver si mañana metes uno de vaselina, que hace mucho que no metes ninguno así!'. Y aquel día, Maxwell y Thiago charlan en un rincón del vestuario. '¿Tú crees que hará frío en Getafe? Qué coñazo, qué mierda de campo!'
Las diferencias son notables y dan ventaja a La Banda. Pero la Liga no está perdida, ni ahora ni con una derrota en el Bernabéu. Los Quincazos tendrán su bajón en invierno, su preparación física es muy distinta a la del Barça, ya se prepararon ya para ganar la Supercopa y marcar distancias en la primera mitad de temporada. A pesar del atracón de títulos, uno piensa que este Barça es muy superior al del año pasado. Que Guardiola sabrá, a base de suplencias, recuperar a los aburguesados como Piqué. Que comprenderá que Villa es hoy por hoy una calamidad que nos puede costar el título y le sentará.
Al Barça le costará contra los equipos sin nombre, pero en cuanto se vea acorralado, sacará lo que lleva adentro. Y llegado ese día, no hará prisioneros.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Ocho contra 14

Muchos barcelonistas se fueron anoche a la cama con la sensación agridulce que dejan las victorias rutinarias contra rivales sobrevalorados como este Milan de nyigui-nyogui. ¡A preparar el Bandicidio y el Mundialito!, pensaron muchos culés de buen corazón, sin reparar en la histórica victoria que acababan de presenciar. Efectivamente, pocas veces en la historia del fútbol ocho hombres ganaron a 14: los 11 rossoneri más Puyol, Mascherano y Abidal. Ya comentamos esta pesadilla defensiva antes, mejor queden con estos apuntes humorísticos:
1) Seedorf, a sus ochenta y tantos, corre más que Puyol.
2) El nuevo Puyol es más feo que el Puyol de siempre. Imposible ya mirarle sin potentes gafas de soldador.
3) El manager de Abidal ha aceptado la oferta de renovación después de comprobar que a cada partido que juega le llama Zubi con una oferta inferior a la última.
4) Gran recital en el juego aéreo ayer el de todos contra Ibra. Ni una triste bola ganaron.
5) Fue marcar Messi y darle un brote de arcadas a Ibra. ¡Qué pena!, ¿qué ha pasado?
6) Van Bommel, esa ruina, ese gol en propia meta, esas pedradas directas a Valdés.
7) Villa es oficialmente la Fundación Jefrén. En Copa y sólo si el partido esta resuelto.
8) Qué entrañable Nesta, fue uno de los mejores centrales del Mundial de Suecia en que debutó Pelé.
9) Extraordinario el Kevin-Prince-Boateng-DeTodosLosSantos: demostró que se puede ser más quinqui que Quaresma sin ser de Camas.
10) El Apoel chipriota clasificado; el Chelsea, el United y el City pueden quedarse fuera. Johnny...

martes, 22 de noviembre de 2011

Alien VS Predator

El fútbol es la gran feria de las vanidades. Nada resulta tan fácil como detectar a un ególatra sobre el césped, porque habitualmente todo el que llega a la elite es tan bueno como soberbio. Y particularmente cómico es ver a los egoístas disfrazarse de filántropo.
Dentro de muchos años la gente se admirará al saber que Messi e Ibrahimovic coincidieron un año. La pareja, en efecto no pasará a la historia: La Bestia Parda y el Rey de Youtube combinaron poco y colaboraron menos. Con el tiempo se supo que a Cabralocavic se lo comían los celos y la desesperación de haber llegado a un ballet en que no era la prima donna, ni la segunda, ni la cuarta. Nada le frustraba tanto como aquel demonio de 1,69 que a cada actuación dejaba claro quién era el jefe.
Buceando en las interioridades de aquel matrimonio forzoso y mal avenido, uno encuentra cumplidas pruebas de que el sueco se pasó el año reivindicándose, con una actitud victimista made in Camerún, pretendiendo ser la víctima de una conspiración guardioliana y mediática cuya primera consecuencia es que no se le reconocían sus méritos. Observen, ya en la jornada dos, cómo celebró esta asistencia de gol a Messi. Acababa de comenzar el año y el abnegado benefactor se conducía así. Más evidente resultó su distanciamiento tras una asistencia en la jornada 19. Vean al sueco, vean cómo se gira de espaldas para no ver la celebración de su enemigo y piensen en aquellos niños malcriados que piden un Guantánamo a gritos.
Pues bien, mañana por la noche estarán frente a frente. Ibra y su odio milenario frente a Messi, que ni olvida ni perdona. Agárrense al sofá, recen a la salud de los defensas y hagan sus apuestas.

domingo, 20 de noviembre de 2011

La isla de los pies de granito

Cuentan de Savu y Raijua que los barcos apenas se detienen ahí. Son dos islas perdidas en el paraíso del Oceano Índico. Llueve tres meses al año, y el resto, tienen un sol tropical. Las neveras son una rareza, como los bulles o blancos que de vez en cuando aparecen. Tienen mosquitos de la malaria y unos cultivos precarios por la dureza del clima. La gente está acostumbrada a subir descalza a las palmeras, honesto entretenimiento que les deforma los pies hasta extremos asombrosos. También comen los mejores mangos del planeta y, por supuesto, juegan a fútbol.
Jugando en la playa resultan tan duros como los brasileños, aunque claramente inferiores en cuanto a espíritu competitivo y capacidad para la mentira, la estafa y la filigrana. Son rápidos, fuertes, técnicos y proclives al caos táctico, tal vez primos lejanos de aquella Bulgaria mítica. Pero nada llama la atención tanto como esos pies irrompibles. Juegan descalzos entre piedras y cascotes. A menudo se van al campo de fútbol grande y prescinden también del calzado. Miren la foto, les aseguro que esa tierra, además de agrietada, está dura y llena de piedras.
Un servidor tuvo ocasión de jugar diez minutos en esa playa y le sirvió sólo para coleccionar cuatro contusiones serias, una de las cuales sigue ahí, un mes después. Un par de días después, ya en el campo de fútbol, vio cómo sus bambas se caían a trozos en un partido de una horita larga. Allí, contra una selección local, un delantero enjuto nos recordó cuál es la gracia última del fútbol, lo que mueve a los que les gusta este juego, lo que impide a Messi descansar: marcó dos goles, y rió después de cada uno de ellos. Una risa breve, sin malicia, de felicidad. Una risa de futbolero indonesio.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Un vicio moderno

La pedofilia balompédica se ha asentado en los últimos tiempos como una costumbre bien vista entre los aficionados al fútbol. Inventos como el Trofeo de Brunete abrieron una tendencia a ver fútbol de niños que las categorías inferiores de la selecciones consolidaron. La curiosidad de ver jugar a los pequeños se asienta sobre dos rasgos típicos del futbolero: su natural sabihondo -"hay un lateral en el Cadete B mejor que Abidal"- y su condición de eterno Buscador de Redención: "Éste limpiará el pecado del mundo". Los que vivieron de cerca las eclosiones de Iniesta o La Bestia Parda seguramente recuerdan el prolongado éxtasis de ver las profecías cumplidas.
Las televisiones de los clubes han multiplicado este fenómeno. Conscientes de las perversiones arriba relatadas, no hay pudor alguno en entrevistar a niños de 10 años o presentar como quinceañeros a mozos que bien podrían ser padres. Martí Perarnau, futbólogo de referencia, ha escrito un libro sobre futuros cracks que trata de predecir quién superará la durísima criba de la cantera. Y entre lo uno y lo otro, de un tiempo a esta parte hemos dejado de considerar como enfermos a los que sabían que la estrella del Madrid del futuro -si es que llega a debutar- es un demócrata llamado Jesé; que Grimaldo, a sus 15 años, asombra a sus compañeros, etc.
Seguramente este asunto prueba, alabado sea Dios, la demencia que envuelve al fútbol. Tal vez sea bueno recordar que los futbolistas tienen que quemar etapas, que en la elite no existe el filtro de la edad y compiten niños contra legionarios al borde de la jubilación, cosa que destapa muchos bluffs, o que al final, hasta que un futbolista de elite no aprende a gestionar las prebendas de la vida nocturna, la fama, la presión y el dinero es imposible calibrarlo.
Coda: Si ustedes se sienten tentados por la adivinación y quieren predecir qué niño imberbe del Alevín B llegará al primer equipo, vayan primero a la playa a tratar de predecir qué olas subirán más playa arriba. Constaten su fracaso, y avergüéncense de su pedofilia.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Por qué somos como somos (y II)

No hay porno en las imágenes que les adjunto. Pero sí les pueden producir taquicardia, ataques de llanto, reacciones incontrolables, espasmos, gritos y conatos de hakas. Por tanto, déjenme decirlo: NSFW.
5. Cuando Mozart y Hetfield tocaban juntos.
El inspirador y amigo de Messi fue una estrella sonriente llamada Ronaldinho. Al recordar que un día jugaron juntos, uno rememora los escofríos de aquellas defensas que se miraban sin poder disimular el pánico. De todas las maravillas que inventaron (Casillas o el Mallorca también sufrieron sus combinaciones), tal vez ésta es la mejor.
4. Pégame, pégame.
Pegar a Messi es un riesgo mortal. No devuelve golpes, devuelve goles. Lo supo Ramos en el Bernabéu, lo aprendió a la enésima Pernía. Pero nadie como la expeditiva defensa del Sevilla una noche de noviembre de 2008 ha experimentado en qué consiste la venganza de Messi. Tras aguantar un marcaje durísimo, metió dos goles, el mejor de los cuales fue esta animalada que petrifica a Palop.
3. Congelar el tiempo.
Este genio de 169 centímetros tiene diversos superpoderes. El primero, acelerar a 9,81 m/s. El segundo, detener el tiempo. Lo hizo en una final de Champions en que dejó a Van der Saar con esta cara. Pero su capacidad nunca fue más notable que en una eliminatoria a vida o muerte contra el Arsenal, en que logró uno de los goles más bonitos que jamás veremos. ¿Dónde está la pelotita?, le susurró a Almunia. Un segundo después, congeló el planeta.
2. Hola Iker, ¿qué tal todo?
Casillas tiene insomnio. Casillas conoce el sudor frío. Casillas conoce el miedo. Casillas ha sufrido en 13 ocasiones las celebraciones del "monstruo hormonado", como le llama el Bernabéu. Del "enano", como le llaman Mou y CR Ceja. De todas las obras de arte con que La Bestia Parda ha fustigado al marido de la Carbonero, ninguna como ésta: un golpeo billarístico tras irse de cinco tíos. Una proeza que llegó en plena semifinal de Champions (no contra el Compostela, por cierto) y que mereció este atentado humorístico.
1. El ganador.
Messi no es un artista. No es un hedonista. No es un estilista. Messi es un asesino que nació para ganar. Si tiene que marcar con el corazón, en un remate insólito y feo para ganar una Intercontinental, lo hace. Pero su condición de ganador nunca quedó tan clara como en la última final de Champions. Esa actuación fue lo más parecido a la perfección que Messi le ha dado al fútbol. Su gol de aquel día no fue más que una explosión de furia y de ambición. Pero por Dios, qué forma de celebrarlo. Les dejo con sus escalofríos y su felicidad.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Por qué somos como somos (I)

Repasar los 204 goles de la Bestia Parda es una crónica sentimental de nuestros instantes de felicidad en los últimos siete años. También una guía imprescindible para recordar de qué lugar sale nuestra furia vengadora, nuestro espíritu guerrero. Este icono, llegado al mundo para convencer al barcelonismo de que es el pueblo elegido, se ha convertido en el goleador de nuesta vida, en el leviatán que minimiza a Cruyff, Maradona, Romário, Ronaldo, Rivaldo o Ronaldinho.
En este foro hemos querido presentarles una selección de diez de sus goles. Ha sido un proceso dolorosísimo, equivalente a dar muerte a 194 hijos. Lanzamos un aviso: no esperen ver aquí el sobadísimo gol al Getafe, que sólo sirvió para que nos doliera más aquella eliminación copera en el Coliseum. Quien quiere Mc Donald's no viene a la Caviar House, ¿cierto?
Disfruten esta primera entrega y recuerden: por todo esto somos como somos.
10. ¡Quita, lerdo!
Un gol que resume cómo se ha llevado Messi con todos los nueves que le han puesto delante. Desde su noveno gol, cuando aún lucía el dorsal 19, Messi tuvo claro que cualquier delantero centro, se llamara Zumbado'o o Cabralocavic, no era más que un estorbo, alguien a quien acabaría poniendo en su sitio a base de récords y balones de Oro. Aquí, el día que tuvo que driblar a Eto'o para marcar.
9. El síndrome de Stendhal.
Messi ha culminado tantas obras de arte, tantos regates y goles imposibles, que es seguramente el futbolista del mundo que más desmayos ha causado como consecuencia del síndrome de Stendhal. Pero nunca lo vimos tan claro como en este gol en Riazor, cuando Colotto sucumbe a su encanto y en vez de defender opta por desvanecerse ante La Bestia Parda.
8. La 'Messinha'.
Todos los grandes han tenido una jugada marca de la casa de cara a puerta. Messi, que alguna vez les ha clonado goles famosos (Maradona ante Inglaterra, Puskas también ante Inglaterra, Cruyff ante el Atleti), tiene una acción marca de la casa en su messinha, un amago en el que chuta el aire para descolocar al portero antes de superarle. Qué mejor ejemplo que el día del Bandicidio de 2009.
7. ¡Inclínate ante mí!
Las caras de las víctimas de Messi suelen ser todo un poema. Porteros desencajados o en posturas ridículas, defensas burlados, caderas rotas, tirones musculares, depresiones. Ante el Atleti, equipo al que más goles ha marcado, logró esta humillación que culmina con el choque entre Tiago, Ujfalusi y Assunçao.
6. El horror.
Una de las actuaciones más salvajes de Messi tuvo lugar ante el Valencia en el Camp Nou. Era marzo de 2010 y en su primer gol logró un dribbling sobre un chaval llamado Dealbert que bien pudo acabar con la víctima en el frenopático. 20 minutos después volvió a irse del mismo defensa para poner el 2-0 que acercaba la Liga. Y segundos después, le volvió a encarar para superar a César con un chut suave, suave, suave. Suave y humillante. La acción acabó con el portero y Dealbert fundidos en un abrazo. Se consolaban, habían visto el horror.

martes, 8 de noviembre de 2011

Balones con forma de tibia (II). Lopo, del Getafe


Superemos como podamos la amargura de tener unos defensas indignos de Messi. Consolémosnos, porque realmente podría ser peor: podríamos tener a Lopo en el equipo, que el domingo se marcó este atropello dentro del área para forzar uno de los penaltis más escandalosos jamás vistos. Es cierto que el defensa del Getafe no reivindica su inocencia -se limita a musitar maldiciones contra el árbitro- pero en favor de Lopo y de su candidatura a penalti clamoroso de la temporada hay que recordar que
-Es central, y es de suponer que sabe cómo se castiga un derribo dentro del área.
-Era el minuto 28, un momento muy apropiado para dejar a su equipo con 10.
-Viendo la repetición, parece elegir premeditadamente golpear el peroné de Diego a pesar de tener el balón a tiro.
Realmente, un capolavoro.

domingo, 6 de noviembre de 2011

La conspiración

Es la jornada 12 y el Barça acumula cuatro empates. Victorias de prestigio, contra rivales decentes, ninguna. Y por más que uno agudice su sentido arácnido culé (a saber, el derrotismo, la exageración y la paranoia), no encuentra rastro de aburguesamiento en este equipo.
Los puntos cedidos tienen otra explicación. Anoeta: Fontàs, catastrófico. Valencia: Mascherano y Abidal, chés de honor. Sevilla, La Bestia Parda, que falló un penalti. Anoche, otra vez Mascherano y Abidal. Excepto el accidente de Messi, en todos los casos se trata de la ineptitud puntual de nuestra defensa, principal responsable de que el que tal vez es el mejor equipo de la historia, con el mejor jugador de siempre, motivado y hambriento, esté tres puntos por detrás de La Banda de los Altintops. La zaga, por cierto, ya se cubrió de gloria en agosto en la Supercopa que ganamos a La Banda y en el empate europeo contra el Milan.
Puede argumentarse que anoche faltó suerte, que Iniesta falló dos, Adriano, otra, y Villa, cómo no, pero la realidad es que al Barça, este año, se le sopla y es gol. Por esa razón el equipo de Guardiola no le ha ganado aún a nadie. Por esa razón parece un abusón de patio de colegio, La Banda de otras temporadas, que golea a los débiles y fracasa con los no tan débiles.
En la sombría mañana de lunes lluvioso que se avecina pueden repasar el partidazo del Barça de centro del campo hacia adelante y verán cómo la depresión se transforma en furia vengadora: habrán comprendido que son víctimas de una conspiración.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Mirando a Cuenca

En tiempos de bonanza, es posible abandonar durante 18 días la ciudad para regresar y saber que hay un nuevo 'crack' en ciernes que aspira a ser titular en el ataque del Barça. Isaac Cuenca, trotamundos del fútbol base, driblador nato, hijo del propietario de un taller de chapa y pintura. Anda la culerada revolucionada con el chaval y en Youtube (¿alguna vez alguien parece malo en internet?) hay numerosos vídeos donde aparece desbordando sin piedad.
No sabemos aún hasta dónde puede llegar este nuevo hallazgo, pero conviene insistir en una reflexión que ya hemos hecho en otras ocasiones: en un equipo con extremos, perfiles como los de Henry, Ibrahimovic y Villa, gente que no sabe estar en la banda, son muy dudosos. Y a medida que Guardiola va puliendo su sistema, otro tipo de jugador se está imponiendo: Pedro, Alexis, el citado Cuenca, quién sabe si también Deulofeu. Gente que abre el campo, se va en el uno contra uno sin hacer aquellos dribblings desesperantes y gallináceos de Henry, gente que crea espacios a Messi y juega para él.
Es imposible que Guardiola admita que se equivocó fichando a Ibra y Villa, pero por lo menos queda un consuelo. Si el Mite cree que un semidesconocido es mejor que el quinto jugador mejor pagado del equipo, ahí estarán ustedes: mirando a Cuenca.
PD. Y como sea cierto lo que publica Superdeporte, ya pueden ustedes apostar sobre los telediarios que le queda al emo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

El limbo

Visitemos hoy una dimensión espaciotemporal distinta. El mismo limbo del fútbol, ese lugar ambiguo que Dante definió como "de suspiros, no de llanto". El limbo del balón lo pueblan todos aquellos goles que se fallaron estrepitosamente -recuerden a Cardeñosa, a tantos miles de clamorosos fails que futbolistas y aficionados ya celebraban, reclamaban como propios-, pero también los que se anularon.
Son particularmente duros esos tantos fallidos en que se producen largas e intensas celebraciones sin que nadie repare en que la acción está anulada. El juez de línea, como un verdugo, se queda brazo en alto, parado en la cal; nadie le ve, y él espera, aterrorizado y gozoso, el momento en que el mundo repare en su poder. En el limbo han quedado instantes de horror colectivo, momentos de felicidad cumloader, gatillazos que acabaron de enterrar a una promesa.
Todos tenemos un gol en el limbo que nos marcará. Servidora arrastra aún sudores fríos del de Pedro en la final de Mestalla: tanto celebró, tan sentido y durante tantos segundos, que algunas noches aún piensa que el Barça ganó esa final de la Copa-del-Rey-que-puso-Franco. Cosas de este deporte: como si su realidad no fuera lo bastante dramatica, durante unos instantes, un hincha puede vivir en un mundo inexistente, un mundo que ha visto, oído y tocado, un mundo donde ha gritado y vibrado, tan real y tan falso como el mismo fútbol.

sábado, 22 de octubre de 2011

Los nunca vistos (VIII). Raúl P.

Es posible que alguno de ustedes haya visto en alguna ocasión un glande a punto de la implosión. Esa imagen monstruosa tiene un equivalente en el mundo del futbol: Raúl P. Después de jugar un partido o durante un tiempo muerto, o a la salida de un córner. Enrojecido, venudo, con mirada de desequilibrado, gritón, el pelo crespo y los músculos a punto de estallar: un glande.
Para entender la trayectoria de esta leyenda del fútbol amateur barcelonés hay que echar la vista 20 años atrás. Por entonces era un niño bienintencionado y jugaba de portero en un equipo de fútbol grande, con esas soledades, esa miseria, ese envilecimiento del insulto continuo, de los entrenamientos al margen del equipo, esa tortura. Aguantó bajo palos un lustro, tiempo durante el cual estuvo gestando su definitiva salida de la portería.
Cuando lo logró, voló triunfante como sólo un espermatozoide lo haría. Su escuela era la de David Vidal, la de Enrique Martín. Creía en el esfuerzo, en los gritos, en la presión constante sobre el árbitro, en el hostigamiento verbal del rival, las faltas, los agarrones subterráneos, el derroche físico. Si por algo era temido es por su potencia de disparo. Con los años, tuve la suerte de jugar con él en distintos equipos. Nada más bonito que darle un balón adelantado tres metros cuando aparecía lanzado en carrera: era el pánico en la cara del rival, la seguridad del gol o, al menos, la certeza de que algún hecho dramático, como una lesión por traumatismo, iba a producirse.
Otra de las gracias de este cabestro de raíces aragonesas radicaba en su facilidad para encontrar los caminos de la escuadra y en su arte para celebrar goles sin sonreír. En los últimos años se ha descolgado incluso con goles memorables de vaselina desde el otro campo; prueba de que los años pesan y de que con el adocenamiento se le ha sofisticado el paladar.
A día de hoy ha dejado de fumar, ha engordado. Sigue jugando a fútbol. Sigue siendo un placer recordar, con cada uno de sus goles, que Sinan Bolat no es más que un aprendiz de Raúl P., el portero que quiso volar y lo logró.

domingo, 16 de octubre de 2011

Balones con forma de tibia (I). Ruz, del Nàstic


Arrancamos hoy una nueva sección que espero les depare grandes carcajadas. Versa sobre penaltis clamorosos que los defensores niegan: hay pulsión criminal, debate ontológico, drama... Les conmino principalmente a fijarse en la magnitud del palo y en los gestos de inocencia de los malhechores. Convendrán conmigo en que el fúngol puede ser una cosa la mar de divertida. Desgraciadamente, las imágienes de este antológico penalti se han evaporado de Youtube. Fue una obra de arte, créanme, que lució aún más por la cara de monaguillo del malhechor. Las crónicas apenas lo explicaban
PD. Esta sección se inspira en artistas como don Patricio Kluivert (tiró por la borda una UEFA palmeando un córner) o el mítico Torrejón.

jueves, 13 de octubre de 2011

Contrabandistas y piratas

No hacía falta verle la cara a Belletti o conocer las andanzas nocturnas de Deco para saber que los profesionales del fútbol no son sino contrabandistas en calzón corto. Dos hermosas noticias nos recuerdan hoy esta realidad: en una esquina del ring, cuatro bollicaos del Ceuta -territorio de civilización y progreso- han sido arrestados por tráfico de drogas. ¿Piensan ustedes que los juveniles no comparten la malicia de sus congéneres profesionales? Yerran. Les conmino a ver cualquier partido del Barça juvenil, fíjense en ese animalico azulgrana llamado Dongou, o en Samper, o en Bagnack: el fútbol es el arte de competir y vencer y a estas edades, y mucho antes, los buenos ya son natural born killers.
En la esquina opuesta, un ídolo absoluto de este foro, el ex árbitro Eduardo Pérez Izquierdo. Es sabido que los trencillas tienen dos talentos naturales: conjugar armónicamente sus apellidos y soportar los insultos y la inquina social de esta España del Tito Flo, Marca y As. Por si su condición de árbitro no fuera suficiente, Pérez Izquierdo deberá convivir en adelante con el estigma de narco y ex presidiario.
Déjenme decirlo. Señores del fútbol, no trafiquen. Uno nunca sabe cómo acabará cuando combina una droga con otra. Y déjenme añadir: ¡qué hermoso es nuestro zoo!

viernes, 7 de octubre de 2011

'Il capitano'

Totti, leyenda viva, one club man, superhéroe romanista. Una figura que plantea una cuestión al barcelonismo: tras el adiós de Ronaldinho, ¿volveremos a ver a alguien ejercer de capitán? ¿Habrá un tío que con su carisma, ese misterio insondable, levante el estadio y arrastre a los compañeros? Disfruten de este fotón: nos recuerda que un equipo de fútbol debería ser algo a medio camino entre una iglesia evangelista y un ejército.

martes, 4 de octubre de 2011

Barçafobia

Cuernabéu a parte, hay dos estadios en la Liga donde cada año se espera al Barça con especial ilusión para dedicar a la sinfonía de Xavi los insultos más atroces. Son Mestalla y Cornellà-El Prat (provincia de Barcelona). A estas fobias de la calle y de la grada están muy atentos los jugadores, que suelen dar lo máximo de sí mismos contra los rivales más odiados. El resultado es que el Barça suele encontrar contra estos equipos unas dificultades atroces. Ganar suele ser un parto de elefanta, con sus dolores, sus gritos, sus líquidos y placentas.
Parece legítimo preguntarse si Valencia y Espanyol, esos dos males atávicos que dicen odiar enormemente a La Banda, ofrecen un rendimiento similar cuando se enfrentan a los sucesivos engendros de los Gagos o los Altintops.
Pues bien, en el último lustro, ¡oh, sorpresa!, el Barça ha perdido, para recogijo de la segunda afición más desagradable de España, un total de 11 puntos, incluidos los dos que ya volaron este año en Mestalla. La Banda, en el mismo periodo de tiempo y con un partido menos, ha perdido seis. En el caso del Espanyol, la cosa clama al cielo. Los equipitos de Sánchez Llibre han logrado en el último lustro que el Barça -este Barça- se deje 14 puntos, con unos números que ya los quisiera el United para sí. La Banda -que este fin de semana volvió de visita a su finca favorita a cobrarse el derecho de pernada- sólo cinco.
La Barçafobia es muy legítima. Pero a ver si de una vez nos aplicamos con brío a la minibandafobia y a la chefobia.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Imparable

¿Tú crees que Dios sabe lo que está pasando?
Espero que sí.
¿Crees que puede pararlo?
No. No lo creo.
No es país para viejos, Cormac McCarthy
Ahora que Messi parece convencido de devorar la gloria de todos los futbolistas, presentes, pasados y venideros, vivos y muertos, no cuesta imaginar un aquelarre de leyendas en una dimensión paralela al que asiste un Kubala aterrorizado, César, oculto bajo la cama, y Zidane, Platini, Van Basten, gente ya vencida; y sin poder ocultar su preocupación, también Cruyff, Di Stéfano y Maradona. Ni Pelé acierta a sonreír ante el terror a lo inevitable.
A todos ellos, y a sus viudas y huérfanos les gustaría mantener su supremacía, su posición, su estatus, pero ya intuyen que sólo les quedarán las cenizas de la gloria perdida. Puede que no entiendan la frialdad implacable de este Chigurh de 169 centímetros. Deben saber que un día se propuso ser el mejor. El resto es historia.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cuando ganan los malos

Crueldades del destino: Chus Pereda ha fallecido en la misma semana en que Gaspart irrumpe en sociedad como si no fuera quien es para opinar sobre la inquina de Rosell con Laporta. El señor Burns, recordemos, ha manifestado lo siguiente: "Por encima de cualquier persona está el Barça y hay que hacer lo que sea bueno para el Barça. No retiraría la demanda por las palabras de Guardiola".
Cuando uno escribe sobre Gaspart, debe siempre recordar la demanda millonaria que interpuso contra Quique Guasch, que le llamó corrupto. Exactamente lo mismo hizo el bueno de Pereda, que, recuerden, trató en su día de oponerse al presunto hinchamiento de precios que hacían, según su versión, el ex presidente y Anton Parera (escalofrío por toda la espina dorsal) para aumentar sus comisiones.
El asunto se cerró en falso porque nunca hubo pruebas y ya ven: Pereda fallece a los 72 años, Gaspart opina como si fuera una voz respetable, Parera va a tertulias. Si alguno de ustedes necesita consuelo, o creía demasiado en la justicia universal, les dejo estas sabias palabras del Maus de Art Spiegelman: "La vida elige siempre el lado de la vida, y se culpa a las víctimas. Pero no sobrevivieron los mejores, ni murieron los mejores. ¡Fue el azar!"
Descanse en paz y sepa que mucho o poco, su verdad ha pervivido.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Bienvenido sea el caos

"Empiezan bebiendo grandes cantidades de caysúma y cashirí, bebidas fermentadas que elaboran con frutos diversos y mandioca; pero prefieren la cashaça siempre que puedan conseguirla. En un corto espacio de tiempo caen en un estado de saturación semiintoxicada, y empiezan a tomar el paricá. Para tal propósito se aparejan y cada uno, haciéndose con un junco que contiene cierta cantidad de rapé, sopla, después de ejecutar una mascarada grotesca e ininteligible, el polvillo con todas sus fuerzas en la nariz del compañero. El efecto que éste produce en los salvajes, por lo general grises y taciturnos, resulta asombroso; se vuelven tremendamente locuaces, cantan, gritan y dan saltos con una incontenible agitación. Pronto reemplaza a esta reacción otra distinta: un estupor del que no pueden salir si no beben más alcohol, de tal suerte que ambas operaciones se repiten de forma alternativa durante muchos días sin interrupción".
El naturalista por el Amazonas, Henry Walter Bates
No diga orgía, diga Camp Nou. No diga juerga, diga Barça. No diga exceso, diga Messi. La magnitud de lo que hace y anticipa este nuevo equipo de Guardiola no deja de asombrar al mundo del fútbol año tras año. Tres partidos en el Camp Nou, 18 goles a favor y ninguno en contra. Contra dos rivales que juegan competición europea y uno históricamente aguerrido. No hace tanto que por estos pastos trotaban Rochemback o Gerard López.
Los partidos de este equipo se han convertido en un derroche sensorial. Si en anteriores temporadas el Barça destrozaba a los rivales mediante una geometría exacta y un orden prusiano, a partir de triangulaciones, de generar superioridad, de llevarle la pelotita a la Bestia Parda sin perder la posición, el arma de destrucción masiva de este año abraza la teoría del caos. Aparecen jugadores por todos lados. Sex juega de lateral, de extremo, de pivote, de delantero centro. Thiago se descuelga por donde le da la gana con su talento y su desprecio del mundo. Hasta a Xavi se le ve más liberado; sólo Busquets mantiene el centro de gravedad como solía. Ya no es cosa de buscar el tres contra dos, ahora se trata de hacer situaciones de cinco contra dos. ¿Para qué montar un triangulito cuando se puede montar un heptágono y dejar a Perea y Suárez a las puertas del frenopático?
Ya ven. Creíamos que habíamos tocado techo, pero con Thiago, Sex y el caos ya sabemos que debemos prepararnos para una vida más plena y alucinada. También para los vacíos infinitos de los días sin fútbol. Vayan pensando cómo sobrellevarlos. Tal vez le acepten el consejo a sir Bates: parece duro al principio pero, antes de que se den cuanta, allí estará la Bestia Parda encarando a tres rivales.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La mancha

Un millar de socios compromisarios del Barça vota este sábado si está de acuerdo con la inclusión de publicidad en la camiseta del primer equipo. El debate plantea varios interrogantes: el aspecto económico -esta gente paga 30 millones de euros al año-, el sentimental -nunca habíamos llevado publicidad antes, salvo en amistosos o por la miniatura de TV3, etc.- y ético -¿debe el Barça relacionarse con una dictadura?-.
En este rincón medieval estamos furibundamente en contra de cualquier publicidad. No llevar publicidad ha sido una marca histórica del Barça, una marca que hemos mantenido siempre. En la miseria de los 60, bajo el yugo del pesetero Núñez, incluso durante las tinieblas gaspartianas. Era una marca, un hecho distintivo. Y se pierde justamente en la cumbre deportiva y cuando el Barça es el club del mundo con más ingresos. Si alguna vez el Athletic se salta su política de fichajes locales, ya verán, no será después de ganar dos Champions en tres años.
La cosa pecuniaria es así: cuentan que los 30 millones anuales son imprescindibles. Hasta el punto de que algunos justificaron el atropello de cerrar una sección como la de béisbol, que costaba 2,5 millones al año. Las fichas de los deportistas profesionales superan ampliamente el 50% del presupuesto del club. Si la cosa iba de 32,5 millones, ¿no habría bastado con no fichar a Sex?Un equipo legendario como éste no tenía por qué hacer locuras. Les diré más: si la situación fuera realmente desesperada, en este foro estaríamos a favor de vender a quien hiciera falta: a Alves, a Iniesta, a Valdés, a Piqué, a Busquets. Sólo Messi, Xavi y el escudo se librarían. En este sentido, Guardiola, con su hipercompetitividad, espoleado por Mourinho y por su horror a la idea de perder, es correponsable de este error histórico.
Sandro XIV, ese demócrata, ha propuesto que sea la asamblea la que decida. Ojo, después de haber podido llamar uno a uno a los compromisarios para indicarles en qué sentido conviene votar. Ojo, después de haber comprometido ya el primer año de patrocinio. Y ojo, después de poner a todas las fuerzas vivas del club a decir en público que Qatar no es lo que es: una monarquía absoluta. Rosell y Freixa lo han hecho. Sandruscu tuvo la desfachatez de afirmar que "todos los habitantes de Qatar son muy felices". Hasta Guardiola ha caído en este ridículo. Él, que a menudo proclama "sólo" es "un tío que tiene el COU", se ha metido en este jardín. Se ha llegado a un punto en que sólo falta que antes de las votaciones salga La Bestia Parda y diga seis palabras:
-Si votan contra Qatar me largo.
En fin, aquesta és la seva democràcia, ya lo saben. Permítanme un recordatorio. Este equipo histórico, esta inagotable fuente de felicidad, se acabará algún día. Dejaremos de ganar por sistema. Dejaremos de dar espectáculo. Lloraremos por los arbitrajes. Daremos patadas. Perderemos casi siempre, es la ley del fútbol. Los culers, entonces, haremos lo que hemos hecho siempre: mirar la camiseta y recordar quiénes somos, de dónde venimos. Y ahí estará la mancha: ZANUSSI, o PP, o PUTICLUB EL GATO CON BOTAS. Entonces sabremos que hemos perdido un trozo de nuestra historia y de nuestra dignidad. Que no éramos quienes creíamos ser.

viernes, 16 de septiembre de 2011

La Banda como síntoma (III): Calentamiento global.

Es probable que ustedes, gente despierta en tanto que futbolera, haya oído hablar del calentamiento global. Ya saben, la teoría científica de que el planeta se va a la mierda por el recalentamiento acelerado que han producido las emisiones de CO2. Este fenómeno ha sido objeto en los últimos años de todo tipo de estudios, sus efectos se reconocen en los programas de partidos políticos y ONGs alrededor del mundo, hasta los niños de ocho años oyen hablar de ello en la escuela.
Pero sin duda ustedes también saben que no todo el mundo admite su existencia. Hay poderosos lobbies, que se dedican a negar las evidencias, con aplicados representantes que hablan al dictado por todo el mundo. Rajoy, Aznar y un largo etcétera de políticos -que creer, creer, sólo creen en el diner-o se han dedicado al negacionismo del siglo XXI. Son espíritus críticos y libres que tal vez habrían negado el Holocausto de haber nacido hace 50 años; hoy no, hoy lo suyo es proclamar las bondades del petróleo* y atentar contra la cordura.
A ese colectivo pertenecen los mayores delincuentes de la Banda de los Quincazos Portugueses, Salmantinos, Sevillanos y hasta Donostiarras. No sólo niegan su juego violento contra el Barça -inventan provocaciones previas, aseguran que tenemos alucinaciones, aprenden nombres impronunciables de árbitros ignotos- sino que hablan de dopaje, de una competición adulterada. Ahora, además, se sienten víctimas de la violencia ajena.
Su mensaje es claro: que a CR Cejas le insulten en Pamplona o en Gijón no tiene que ver con el comportamiento chulesco y canalla de este infame equipo, vergüenza histórica, monumento a la prepotencia. No, eso es villarato y sobreprotección a Messi. Que les increpen en toda Europa, platinato. Que les hagan entradas criminales les azora: los mismos que aseguraban que Alves hizo teatro en el Bernabéu piden ahora cárcel para Leko.
Así, el equipo que más ha hecho por crispar el fútbol a base de violencia y mentiras en el último bienio no acepta ser el culpable de ese calentamiento global. Es más, se presenta como víctima. Señores de Exxon y de Bristish Petroleum: hagan un acto de justicia con los Quincazos y patrocínenles. Nieguen, renieguen y sigan riéndose del mundo.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Una lección

Durante todo el día, comparando el potencial de ambos equipos, uno imaginaba el partido Barça-Milan como la colisión entre un Ave última generación y una carroza tirada por dos viejos jamelgos. La maravilla de Messi contra una gente que cree en Ambrosini, Nesta, Zambrotta, Gattuso, Inzaghi. No reparar en la nacionalidad de dichos jamelgos era un error.
Pronósticos fallidos al margen, la resolución del partido fue poética, tan barroca que en cierto modo era previsible. Qué maravilloso fue ver a Nesta rebañarle a Messi un eslálom antológico cuando ya se olía el gol. Qué lección de Seedorf. Qué lástima que esta competición, a estas alturas, tenga la emoción de un Teresa Herrera: habría sido tremendo un partido de vuelta en San Siro contra esta falange de ancianos infernales.
No caeremos aquí en el ridículo del pánico, los reproches y el fin de ciclo. Pero sí conviene una reflexión: es 14 de septiembre y el Barça ya ha encajado dos o más goles en cuatro partidos oficiales. Exactamente las mismas veces que en toda la pasada temporada. Pep, a tus niñitas las sacas contra el Villarreal, pero contra los viejos y los orgullosos, Busquets tiene que ser pivote.
En fin, que nada empañe esta gran lección: grazie, Milan, nos inclinamos ante sus cicatrices.