lunes, 30 de abril de 2012

La matanza



Van 165 millones de euros y fallan sendos penaltis. Casillas, enfrentado a su entrenador, trata de arreglarlo. Pero luego aparece Ramos y nos regala la carcajada del año. Liquida el asunto Schweinsteiger (del alemán, el  criador de cerdos), que culmina su autoprofecía con la ejecución del puerco más obeso del fútbol mundial.

Fue el epílogo europeo de La Banda. Más allá de la espesa nube de propaganda, sigue viviendo de su elefantiásico presupuesto y de contragolpes vertiginosos para ser el matón de patio de colegio que arrasa a los enclenques. Lleva así tres años y no parece dispuesto a cambiar. En toda la temporada -¡récords, gloria, la Liga!- ha jugado contra dos equipos grandes: Barça y Bayern. En total, ocho partidos. El saldo ya lo conocen: dos victorias acobardadas, dos empates inútiles, cuatro derrotas. Entre bávaros y catalanes le han echado de todas las competiciones del KO. Y sí, ganaron la Liga en el Camp Nou con una "exhibición" majestuosa inspirada en el inolvidable Viking Stavanger.

La trayectoria europea de La Banda merece capítulo aparte: se ha cruzado, atención, con el Olympique de Lyon (cuarto en el Championnat), Ajax y Dinamo de Zagreb (campeones en Holanda y Croacia), CSKA de Moscú (tercero en Rusia) y Apoel de Nicosia (tercero en Chipre). Pero más allá de los azares del sorteo, durante la década en que han buscado la décima, han llegado sólo a tres semifinales; en el mismo tiempo el Barça ha logrado ese número de títulos.

Y así, el rey del fast food del fútbol mundial, la cobardía táctica encarnada, ha encontrado su San Martín de cada año para recordarnos el abismo existente entre los equipitos que ganan ligas y los que permanecen en la memoria. El mismo que hay entre puercos y humanos: comparten el 93% de genes, pero hay que ser muy bestia para no apreciar la diferencia.

viernes, 27 de abril de 2012

El hombre que cambió un club



¿Cómo se cambia la historia de un club? Contabilizando los títulos de un equipo como los tiros libres: 13 de 18. O con un destrozo histórico en el Bernabéu, 2-6. Extendiendo el terror en el Averno durante siete partidos consecutivos. Todo eso hizo Guardiola para convencernos de que mai ningú no ens podrà tòrcer. Arrasando en finales europeas con nueve jugadores de La Masia. Llevando a nuestra estrella a registros goleadores de hace medio siglo. Guardiola cumplió viejas profecías, nos sacudió las malditas urgencias históricas, exterminó décadas de victimismo loser. Pero su mayor triunfo llegó en la derrota, cuando en dos ocasiones distintas, a pocos segundos para perder una semifinal de Champions, todo el Camp Nou empezó a cantar himnos de felicidad, a mostrar su orgullo, a advertir a la fatalidad de que tarde o temprano volveríamos.

Todo eso lo logró desde la normalidad que supone imitar al mejor. No imitar a Serra Ferrer, ni a Rexach, ni a Antic. Al mejor, a Johan Cruyff, abuelo de este equipo legendario. Lo logró también desde la excelencia motivacional y táctica -Busquets es su obra más perfecta-, desde el detallismo y la obsesión, desde un cuerpo técnico multitudinario y excepcional.

Su adiós nos deja buenos augurios: tanto ha cambiado este club al abrigo de su alopecia, que hasta las transiciones hacemos bien. Sin dramas, bochornos, estertores ni cadires que volaven. También concluimos que el asunto no es culpa de la directiva: seguramente no han ayudado en nada y han puesto palos en las ruedas desde las tribunas mediáticas del nuñismo, pero al final, la decisión es de Guardiola. Además, a nadie se le escapa que la historia del Noi de Santpedor es demasiado bíblica como para terminar aquí. Tal vez pronto tendremos un presidente que no dé vergüenza ajena, por primera vez en demasiadas décadas.

El vacío que deja Guardiola será pronto un recuerdo feliz. Ayer, en una de sus últimas respuestas, se refirió a "la pazzia del calcio". Gracias por esa locura. Nos ha hecho gozar como a niños, nos ha devuelto la infancia, nos ha alargado la vida. Hay partidos, como ese 5-0 glorioso, que nos acompañarán ya para toda la vida, que palpitarán dentro nuestro en las noches negras. A Guardiola este tiempo le ha parecido una eternidad; es un modo de verlo. Preferimos decir que estos cuatro años serán eternos.

jueves, 26 de abril de 2012

La margarita de Guardiola



Es probable que a lo largo del día de hoy el arquitecto del mejor Barça de siempre decida si continúa un último año o abandona ya el banquillo. Su decisión depende de varios factores. Por ejemplo: que Guardiola tiene buenos amigos que le piden, desde hace dos años, que no renueve, que se vaya a su casa con su familia, o a cantar con Llach, o a hacer de reportero del Lonely Planet. Hasta ahora les ha mantenido a raya. Pero en noviembre le detectaron una gravísima enfermedad a Tito Vilanova, cosa que ha dado argumentos al entorno más directo de Guardiola.

También resulta clave en esta cuestión la situación del equipo. El entrenador sabe que ha hecho un buen año, de notable, que es un excelente si se valora de dónde venían sus jugadores: de una racha de títulos desconocida en el fútbol moderno, de ganar títulos también con los Secuestradores, de una temporada con tres lesiones de larga duración que han acortado la plantilla, del cáncer de Abidal. Pero de cualquier modo, por primera vez en la era Guardiola no se ha ganado ni la Liga ni la Champions. Eso juega a favor de la continuidad del Mite.

Si algo resulta fundamental en la decisión de Guardiola es la receptividad del vestuario. Ya dijo Larry Bird en una ocasión que un entrenador no puede estar más de tres años en un equipo: al principio lo que dice va a misa, pero a partir del tercer año, los jugadores ya pasan de todo. Por suerte, en el Barça hay un grupo de jugadores que son auténticos psicópatas del trabajo y de la victoria, ustedes ya saben de quiénes hablamos, lucen brazalete. Pero otros se han hartado del sufrimiento psicológico que supone autoobligarse a ganar siempre y han abrazado la dolce vita, moc, moc. Se da la circunstancia de que algunos jugadores del grupo de los estajanovistas miran mal a alguno de los vividores y les consideran perjudiciales para el equipo. Durante el Guardiolato, cada vez que los capitanes han llegado a semejante conclusión, la oveja negra ha dicho adiós. ¿Tendrá Pep la fuerza para echar a uno de ellos aunque sea canterano, triunfador y joven? Ésa es una de las claves de este asunto, sobre todo si los cuatro capitanes discrepan entre sí. En esas dudas se hace evidente que el desgaste del que hablaba Bird ha alcanzado también a Guardiola.

Pero el futuro de Piqué no es lo único que cuenta estos días. Como ha venido ocurriendo en las últimas temporadas, para la plantilla 2012-2013 serán mucho más decisivas las salidas que las entradas. Guardiola y Zubizarreta están convencidos de que este equipo aún logrará grandes títulos, pero creen que conviene oxigenar el vestuario. Para ello es imprescindible que algún nombre importante diga adiós. A la casi segura marcha de Keita y Adriano se podrían sumar pesos pesados Alves, Villa o el propio Cumbias.

Y ahí interviene nuestro amado Sandro XVI. Si Guardiola no se siente respaldado en alguna de las duras decisiones que deberá tomar, difícilmente continuará. ¿Sabremos con exactitud algún día qué papel tuvo el club en esta decisión? Tal vez. Lo que sí sabemos que la súbita resurrección del nuñismo de las últimas semanas le recuerda a Guardiola que su misión no está finiquitada. Afortunadamente, El Mite es hombre de causas. Y si hay algo que nos permita ser optimistas, es exactamente eso.

miércoles, 25 de abril de 2012

El luto



El drama no se lo ahorra nadie, pero hay ciertas cosas que le pueden ayudar a vivir un duelo digno:

-Recordar que nadie le obligó a ser aficionado al Barça de fútbol. Ahí estaban la Santboiana, el Atlètic Barceloneta o el Reus.
-Comprender que el Barça es un equipo catalán y que, como tal, para ganar necesita mucho más de lo que pueda necesitar cualquier otro.
-Reflexionar en su fueron interno sobre la fortuna, el "hoy no toca", etcétera. ¿Lo creen de verdad?
-Plantearse cómo hemos podido llegar tan lejos con un solo delantero, que, aunque no lo parezca, es humano. 
-Carcajearse ante la mierda de defensa con que hemos llegado a unas semifinales de Champions. Desde hace un par de meses Puyol parece bueno, dónde va a parar.
-Pensar que si ustedes están jodidos, cómo estarán los hiperprofesionales de ese vestuario, que los hay, y muchos, cuando mañana por la mañana se pongan un peto para entrenar. 
-Acariciar un gato mientras piensan en la venta inmediata del Cumbias y el ultimátum a Sex. 
-Acercarse a la Ciutat Esportiva para gritarle a Xavi, Busquets, Pedro, Valdés, Thiago, Puyol e Iniesta que ni de puta coña vayan a la puta Eurocopa. Villa sí puede ir, faltaría más. Y Sex y Piqué, que hagan, como siempre, lo que les dé la gana.
-Elegir el equipo al que animar durante esa Eurocopa. Muy de Italia.
-En un gesto insólito en la historia del fútbol, cagarnos en la monarquía corrupta de este país firmando una moción a favor de que no disputemos la final de Copa del Rey: el Athletic lo celebrará infinitamente más y sólo por eso  se merece ganarlo. 

Y más importante: 
-Rezar arrodillado por la renovación de Guardiola. El neonuñismo da un miedo terrible. Rexach acecha. Y este equipo tiene cuerda.

lunes, 23 de abril de 2012

We are football




Abdicar o consagrarnos. Ceder el trono -aunque sea temporalmente; este equipo tiene mucha cuerda aún- o consagrarnos de nuevo como el equipo más grande que han visto los tiempos con un nuevo hito. La disyuntiva no llega en buen momento. La culerada anda depresiva, varios jugadores clave están fuera de forma, la suerte nos es esquiva, y, por primera vez en años, hay un incendio en el vestuario, ingredientes de sobra para que los buitres del nuñismo hayan vuelto a revolotear.

La misión es remontar a un equipo de leyendas al que, después de un insólito resbalón, el fútbol le debe algo. No es el mejor momento para ser optimistas, pero, aunque sea por una sola vez en la vida, sí para ser justos: este equipo merece crédito. ¿En quién vamos a confiar alguna vez si no confiamos en esta gente? Sobre el césped se verá lo de siempre. Desde que Cruyff ancló en esta ciudad su sabiduría y su vanidad, la historia del Barça ha sido la de jugar al ataque para reventar autobuses. Casi 25 años ya lidiando contra defensas de nueve, ayudas dobles y triples, faltas tácticas, contragolpes de vértigo; como siempre, habrá que aguantar, tocar rápido, abrir a banda, combinar, tener paciencia. Así fracasamos el miércoles y volvimos a fracasar el sábado: fue el triunfo de la fealdad.

No importa. Es el momento de reivindicar el lema con que conquistamos Wembley, ese atronador We love football, y darle una vuelta: We are football. Analfabetos del mundo, trogloditas del balón, siéntense a disfrutar. Mañana juega el Barça.

domingo, 22 de abril de 2012

Cuestión de sexo



¿Compensan los reflejos afilados que otorga el sexo la ausencia de rapacidad que puede comportar? 
The fight, Norman Mailer

Todo ha empezado a torcerse cuando poco antes de iniciarse el partido he visto a Raimon paseando por la rambla de Catalunya con cara de importarle un pimiento el fúngol. Poco después, Mario Vaquerizo ha sido avistado en la calle Tallers ajeno también al partido definitivo. Qué terribles presagios. La tarde era demasiado plácida...

Desde el dolor, permítanme algunos apuntes. El primero: Iniesta llegará fresco cual lechuga a la Eurocopa y sin duda eso se celebró ayer en la Cibeles hasta altas horas. Su temporada es decepcionante en un aspirante al Balón de Oro. Tampoco están a su nivel Xavi, Sex o Pedro, ni siquiera Alexis, a quien amamos desaforadamente. La Bestia Parda no puede meter 135 goles al año ni repartir 87 asistencias.

El desastre también ha servido para corroborar que nuestra defensa es blandita, que nos soplan y nos llegan. La planificación del próximo año debería contar por encima de todo con un central; si pudiera llegar otro lateral, mejor. Claro que tenemos un equipo, y una idea, y una cantera, y un plan. Pero las competiciones largas no perdonan las carencias y el Barça las tiene.

Y más importante. Puede que este año hayamos resuelto el célebre enigma que se planteó Mailer sobre el sexo en los deportistas, lo hemos probado en nuestras carnes. Llevamos un trienio entero volcados en el noble empeño de fornicar desaforadamente con modelos de lencería. Pero ocurre que en la Liga a veces se te cruza un Getafe, un Osasuna, un Espanyol. Y nosotros, lógicamente, corremos en dirección contraria. No así Khedira y Arbeloa, que en la desesperación de la hambruna han aprendido a refocilarse alegremente con semejantes beldades. Ellos, en su miseria, han querido ganar la Liga durante ocho meses; nosotros, a penas ocho semanas. Señor Mailer, donde quiera que esté, oiga la doliente voz de la fuente de Canaletes: nada es tan necesario en el fútbol como la rapacidad.

PD. Puede que ahora nos parezca un drama perder la Liga, tal vez el título más respetable que un equipo puede ganar. Pero sepan que esta competición, en manos de este Madrid quinqui y sin alma, será olvidada pronto. ¿Acaso recuerdan ustedes aquellas ligas de Van Gaal, sin poesía ni épica, sin nada de bueno que aportar al mundo? Ya pueden felicitar a los bandófilos por haber ganado #laligadekaka.

viernes, 20 de abril de 2012

Bienvenidos al infierno


-¡Oh, cuán terrible es la suerte de aquellos miserables seres! La sangre bulle y hierve en sus venas, los sesos se les abrasan en el cráneo, el corazón se les quema en el pecho como un ascua, sus intestinos son una masa rojiza de ardiente pulpa, sus tiernos ojos llamean como globos candentes.
Retrato del artista adolescente, James Joyce

Habrán oído decir que la afición del Camp Nou es como la del Liceu; sin duda el iluminado que dio con la frase nunca lo había visitado como jugador del Real Madrid. El partidazo del año está aquí. Después de acabar con La Banda en 13 de las últimos 14 choques -nueve victorias y cuatro empates que les eliminaban-, después de las multiagresiones de la final de Copa, después de dar toda clase de muerte a los conejitos del Tito Flo, este partido liguero tiene algo de definitivo.

Los Quincazos cabalgan inmersos en el mal rollo interno, el pánico tras los 10 puntos lanzados por la borda, el miedo de saberse inferiores, la certeza de deberle tanto a su presupuesto multimillonario -que le sirve para acabar con los Osasunas- como al cortejo mediático del Tito Flo -que sirve de psicoanalista al sector más caníbal de esa afición-. Oh, qué alegría poder recibir al equipo más tóxico y mentiroso de cuantos ha regenerado La Banda a lo largo de su historia. Qué gran homenaje para los barcelonistas poder pasar hora y media saludando a esa gente.

Al frente de la chusma, José Mourinho, la radioactividad en el fútbol, futbolista frustrado e hijo de futbolista frustrado, el odio a un deporte destilado durante décadas. Ganador compulsivo, pésimo perdedor, faro y guía de los medios que han reducido este juego a los arbitrajes. Agresor, estratega cagón, plagiador del clementismo, instigador de violencia allí donde pasa; precursor de fichajes como el de Cointreaux a mayor gloria de sus Quinquis Portugueses.

Qué gran día para disfrutar del pánico ajeno y para hacer justicia decibélica. Qué hermoso verle la cara a Sabi Alonso cuando vea enfrente a todas sus bestias negras, tac-tac-tac-tac, me voy, qué maravilla ver a Casillas desgañitado y volver a disfrutar de la sinrazón de Marcelo o Arbeloa, de la demencia de Pepe y Ramos, del solipsismo de Di María y de Bugno. Todos ellos recibirán un sentido homenaje del Camp Nou; sobre el césped. Que vuele el balón, que se repita la fórmula. Que en la semana más decisiva del año recuerden que han coincidido con el mejor equipo de la historia, un conjunto que ha respondido con canteranos a la lluvia de millones de Florentino, y que no son sino unos mercenarios de peinado grotesco.

El infierno puede ser un lugar maravilloso, que lo disfruten ustedes.

jueves, 19 de abril de 2012

No era una final



Fútbol: dícese de la modalidad bélica que oscila entre el deporte y el juego de azar. Tenis: gana el bueno. Atletismo: arrasa el bueno. Ciclismo: gana el más dopado. Etcétera. Fútbol: desde Obdulio Varela, todos ganan. Bien lo sabe el Barça. Este año ha cedido ante equipos menores de maneras troglodíticas como son el Getafe, el Osasuna o el Chelsea. Rivales pequeños con orgullo y sed de victoria.

No es noche de lamentos, al contrario. Es una noche para valorar que en un deporte tan dependiente de la suerte, este equipo épico haya ganado 13 de 16 títulos, lo nunca visto. Tampoco es noche de reproches: hubo quien pedía ayer un Larsson en el equipo, hasta alguno dijo echar de menos al tal Villa, como si en su posición no jugara el mejor futbolista que habremos visto en nuestras vidas.

No hace tanto tiempo, la posibilidad de llegar a una final europea con tan sólo ganar por dos goles en casa habría sido un regalo de los cielos. En el tiempo moderno, nadie merece tanta fe como el equipo de Busquets. Y no lloren, por Dios, a pesar de los 24 disparos a favor y cinco en contra, el fútbol no fue tan cruel: no era una final.

miércoles, 18 de abril de 2012

Stamford Bridge vale un escroto



Quienes escribimos de fútbol recibimos en ocasiones críticas por usar un lenguaje y un imaginario excesivamente bélico para narrar lo que no deja de ser un deporte. A ellos van dedicadas estas noticias: este fin de semana, un jugador de Tercera Regional agredió en Girona a otro después de reconocerle como agente de los Mossos d’Esquadra. Casi simultáneamente, a muchos kilómetros, Silva, futbolista de Boca Juniors, se enzarzaba a puñetazos junto a varios compañeros contra aficionados del Tigre; tanto empeño puso el angelito que se rompió la mano durante el rapto. Etcétera.

En todo ello conviene pensar antes de una semifinal europea que se juega en campo del Chelsea, cuna de los terribles Headhunters, nido de ese buitre llamado Abramovich, comandado por los indomables Terry, Lampard y Drogba. Todo huele a violencia ante una noche como la de hoy, más aún si recordamos lo sucedido hace ahora tres años. Por si la ocasión no fuera suficientemente grave, este equipo forjado de petrodólares y maldito en la Champions buscará hoy venganza. 

Desde aquí les queríamos pedir fe, será un partido duro, y resignación, cómo vamos a jugar una semifinal fuera de casa sin sufrimiento. Y para que lleven mejor el trance les quería hablar de M. O., amigo de esta cueva que la noche del Iniestazo vio el partido en un rincón ultrabarcelonista donde el gol vino acompañado de un formidable estallido de botellas, muebles y avalanchas. En la detonación, M. se golpeó en el escroto con una silla y sufrió una herida interna en tan sensible zona que le dejó un notable hematoma. Dicho recuerdo fue desplazándose en posteriores días hasta alcanzar su pene, donde finalmente se reabsorbió.
 
Prepárense. Sonrían a la tormenta y recuerden, qué cosa hermosa es el fútbol.

domingo, 15 de abril de 2012

Bienvenidos a Botswana


"We'll crucify the insincere tonight"
Smashing Pumpkins


No hablaremos hoy del demócrata de toda la vida que mató accidentalmente a su hermano, que recibió el cargo de manos de un dictador, que protegió a los golpistas contra la democracia, que ocultó los delitos de su yerno cleptómano y que se fue a África a celebrar tanta impunidad.

Nada de eso: hoy escribimos sobre la feliz coincidencia de que un año más el Barça sea el encargado de quitar la máscara a los dos mayores monumentos a la mentira que existen en el planeta fútbol: La Banda del Tito Flo y el Chelsky de Abramovich. El modus operandi de ambos caudillos es similar: amasar una fortuna con métodos Poceros, llegar a un club y soltar una millonada para solventar cada problema. ¿Que mi equipo no combina? Ficho a Mata y Torres, que no combinan pero meten goles y así disimulamos el problema. ¿Que el centro del campo de mi equipo es lamentable? Arreglado, fichamos algún lateral de 30 millones del señor Mendes y listos. Y si el problema persiste, pues traemos a dos Balones de Oro que no sean centrocampistas y a otros tres mediapuntas: seguiremos sin jugar a una puta mierda pero ganaremos a los Osasunas.

El Barça que tratará de desnudar a unos y otros es el de los diez canteranos por partido, el equipo con mejores centrocampistas de la historia del fútbol, el arte del toco y me muevo y vuelvo a tocar. Si el balón transita en esa zona, no hay dudas de cómo acabará el asunto.

Señores Abramovich y Florentino, cuidado con las caídas: les asombraría cuán frágil puede ser una cadera.

jueves, 12 de abril de 2012

Gianni Ronaldo



"Hay quien dice que tuve mala suerte al coincidir con él, que sin Induráin yo habría ganado algún Tour. Puede ser"
                                                  Gianni Bugno. 

CR Ceja ha demostrado ser más demoledor que Rivaldo, ha minimizado a su tocayo multitraditore y ha hecho lo mismo con Romário; la orgía goleadora en que vive desde hace tres temporadas es alucinante y ayer se convirtió en el primer jugador de la historia que llega a 40 goles en dos ocasiones consecutivas en las cuatro grandes ligas europeas. Con 27 años ha ganado una Champions, cuatro Ligas, una Intercontinental, un Balón de Oro y dos Botas de Oro.

Este bípedo nació para marcar una época pero ocurre que no lo ha logrado. Despierta escasa admiración y sólo marca cuádriceps en sus celebraciones. Padece el temible síndrome de Gianni Bugno, el del eterno segundón, el del fuera de serie que vive para lamentar que viniera al mundo a chocar una vez y otra contra un elegido.

Eso ha tenido consecuencias en su carácter. Y habrán notado que desde Villarreal CR Ceja es aún más desagradable en sus celebraciones. Más chulesco, más agresivo, cualquier día -¡Dios no lo quiera!- acabará por mostrarle el pene a todo un estadio. Esta deriva responde al pánico que se ha apoderado de La Banda en el último mes, durante el cual cada aparición del Barça ha servido para demostrar que hay una distancia sideral entre ambos equipos y que no ha nacido otro como Messi.

Pero CR Ceja es la principal baza de La Banda para no sucumbir a la resurrección del Barça precisamente porque es quien vive más alejado de la realidad. No olvidemos que su representante, Jorge Mendes, fue quien bautizó a Messi como El enano y que él y el Quincazo Mourinho le dicen de día y de noche que es el mejor.

A este duelo épico le quedan nueve asaltos. El Barça vibra alrededor de La Bestia Parda y a CR Ceja apenas le abraza el clan portugués cuando marca. A unos les espolea la fe y a los otros les lastra el miedo. Unos prepararon las piernas para la Supercopa de agosto y los otros para llegar frescos a la primavera. Cristiano se aferra al calendario y a la clasificación. Pero para ganar hay que creer y en eso cada día está más solo. Puede lograrlo, sí: es excepcional. Pero también podría fracasar y acabar como el melancólico Bugno, que dejó una pregunta para la historia: "¿Cómo voy a luchar contra mi ídolo?".

lunes, 9 de abril de 2012

TDAH (o Atlético de Madrid)



La exagerada presencia del Atlético de Madrid en los medios de comunicación es uno de los grandes misterios de este sacrosanto país. Un equipo con menos aficionados que el Athletic o el Valencia que aparece en cada telediario hermanado como si fuera el Santos de Pelé. En su día hablamos de este fenómeno, pero no profundizamos en los culpables de que eso ocurra: existe en Madrid una proporción asombrosa de jefes de sección y de periodistas con galones fanáticos de este club adicto a la cardiopatía y los dramones. Gente de difícil sonrojarse que siempre encuentra una excusa para hablar de su Atleti, vaya cuarto o 14º en la Liga.

Anoche dimos con la explicación a su problema: el célebre Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Afecta a entre el 5 y el 10% de los niños y hay controversia sobre si llega a la categoría de patología. Sí sabemos que los que sufren TDAH tienen dificultades para concentrarse y tienen tendencia a reclamar más atención al mundo. A menudo se convierten en enanos insoportables que a largo plazo se hacen periodistas deportivos furiosamente colchoneros.

Hay que admitir que es sencillo simpatizar con el Pateti: hace décadas tuvieron a un tío llamado Futre que vino al mundo a ridiculizar a Buyo. Los Barça-Atlético suelen ser divertidos y caóticos. Controla ese club una familia de delincuentes condenados. Siempre han tenido jugadores de calidad. Y para mayor satisfacción, esos mismos jugadores de calidad a veces les levantaban la mujer a compañeros terroríficos y años después volvían a ficharlos como entrenadores. La vida puede ser muy divertida y en el Calderón lo saben.

Pero señores capoperiodistas, un poco de paz. No den más la barrila. Aragonés ya no juega. Nadie se acuerda de Pantic. Y esa Infamia League se la ganaron al Fulham. Entendemos que ustedes padecen TDAH. Pero si quieren amor, trínquense a La Banda de una puñetera vez.

domingo, 8 de abril de 2012

Videoclip en el balcón del área



Es posible que el Barça jugara ayer con fuego. Pero con una alineación llena de suplentes hizo una nueva demostración de dureza mental para sacar adelante un partido que comenzó muy feo. Valdés paró un penalti y hasta el 1-0 pudo verse al Barça apocado de la primera mitad de la Liga cuando jugaba de visitante.

Después del partido contra el Milan nos parece magnífico que le den minutos a jugadores por recuperar como Sex, que arrastra problemas de estrabismo, o Pedro, quién sabe dónde. También tuvieron su oportunidad los centrocampistas suplentes. Fue bonito ver a Alexis sacar el orgullo tras su última suplencia y admirar cómo Messi tira del carro incluso ante aficiones típicamente cabestras.

El partido, sin embargo, será recordado por una acción alucinante de La Bestia Parda. Primero, regate asombroso en banda, es derribado en falta pero se concede la ley de la ventaja. La pelota vuelve a él y en el pico del área se dispara hacia el eje de la defensa rival. Se va del primero y le siguen cuatro. Amaga el chut y da un recorte seco; todos sus rivales caen en la trampa. Se gira de nuevo y vuelve a engañarles en masa. Cuando al fin un insensato le encima, pase antológico de caño para que Adriano malogre su genio. El milagro tuvo algo de ensayo de coreografía con un cuerpo de bailarines que se han fumado media Jamaica: imitaban todos los pasos, pero sin gracia y tarde y mal.

Tras repasar videotecas, hemos descubierto que la acción tenía un precedente. Que lo disfruten ustedes a esta Liga resucitada.

miércoles, 4 de abril de 2012

No son poetas



"De vegades penso que abans que poetes som malvats i, per tant, no tenim remei".
Jaume Cabré, Jo confesso

29 de 31. El porcentaje es tan salvaje que uno se queda sin una explicación racional para ello. Al final, la conclusión más obvia es que el Barça está condenado a ganar. Que no puede evitarlo, que hasta jugando discreto, con un Messi gris, con un juego atrancado, acabará por derrotar al rival. 

No importa si el rival está lleno de campeones orgullosos, de italianos criados en Mordor. Azulgranas juegan y ganan y eso es todo. Con penaltis, con rebotes, con goles feos. El Milan desafió al Barça y, lo avisamos, se expuso a una muerte cruel y dolorosa, eso es lo que tuvo. Pobre Ibra, multicampeón de tantos y tantos títulos domésticos, una vez más frustrado. Pobres Nesta y Ambrosini. Pobre orgullo lombardo, forjado a base de copas de Europa, amamantados con hasta siete tazas de vanidad. 

Hace tres semanas, un ilustre cavernícola pisó Milanello y ya informó aquí, en rigurosa exclusiva, que el Milan respiraba miedo y pesimismo ante el cruce con el Barça. Sin fe, en fútbol es muy difícil. El Barça alineó anoche a nueve canteranos, el Milan, siendo generosos, a un par de ellos; en fútbol esos detalles cuentan. 

Los italianos fueron sabios adivinando que no estarían en semifinales, asumiendo que el Barça está condenado a pasar ronda. No por la belleza de la que es capaz el Barça, sino por el instinto homicida que esconden sus enanos; malvados antes que poetas.

lunes, 2 de abril de 2012

A puñal




El campeón del mundo contra los heptacampeones de Europa. El gran dominador del mundo del fútbol en los últimos siete años contra la legión de viejas glorias más venerable del planeta. Un sólo partido a vida o muerte. Y para dar más trascendencia a este partidazo, el Barça se batirá en las trincheras a las sólo le arrastraron Chelsea, Arsenal y La Banda. Nada de asépticos bombardeos, ni de pelotones de fusilamiento. Ese tipo de masacres ya las han sufrido en los últimos cuatro años casi todos los equipos que han vivido eliminatorias en el Camp Nou: en los diez precedentes europeos, el resultado global es de 34-7. Algunas de las tormentas de fútbol más intensas que han generado jamás Xavi y Messi se han producido en estas ocasiones; Olympique de Lyon, Bayern de Munich o Arsenal arrastran aún las cicatrices de semejantes humillaciones.

Pero lo de mañana será distinto. El Milan de Seedorf y Ambrosini se ha ganado el respeto del barcelonismo por haber frenado a un equipo que a menudo parece incontenible. Y ha despertado un viejo fantasma: el Barça de Guardiola sólo ha fallado una vez en Champions, contra otro equipo italiano que tampoco se avergonzaba de acumular jugadores en su área. Aunque el Barça viva el mejor momento de la temporada, aunque ante el Athletic ofreciera su enésima exhibición consecutiva, con recitales de Alexis, Alves o Mascherano, aunque hasta Piqué reivindicara su parentesco con el mejor central que han visto jamás varias generaciones de barcelonistas, el reto está ahí. Se trata de mantener la cabeza fría en el abismo y de volar el autobús antes de ser arrollados en algún contragolpe.

Ante una cita como ésta, la principal baza azulgrana no estará en la calidad, sino en un vestuario donde hay gente que llora en la derrota. El Milan ha llevado al Barça al punto de no retorno en que Messi sale del tanque, se arremanga, saca el puñal y encara al enemigo. Tal vez Nesta pueda sonreír ante esta situación. Haría mal: Messi es capaz de arrasar pero también puede dar una muerte íntima, sangrienta y entre gruñidos. Una muerte más épica, sí, pero infinitamente más dolorosa.