miércoles, 31 de julio de 2013

Bestias bicéfalas



Sucede con algunas de las mejores cosas de la vida. Con el tiempo uno olvida los días de euforia y placeres y acaba por añorar esa rutina, la placidez cotidiana, la calma del día a día. Es importante recordarlo justo ahora, cuando acaba la tortura del parón futbolero y se agota la arena del reloj que nos separa de un instante soñado: la aparición de Messi y Neymar sobre el campo con una misma camiseta.

Esta bestia bicéfala, ya deben saberlo a estas alturas, ha venido al mundo a hacernos felices, a instalarse en nuestra memoria y, con toda probabilidad, a cubrirnos de títulos. Resulta imposible determinar la cantidad de alaridos y arte que potencialmente mecen esa zurda y esa diestra, pero a falta de recuerdos futuros, bien podemos echar la vista atrás y recordar que este juguete asesino no es el primero que disfrutamos.

Efectivamente, aunque algunos insistan en que las figuras nos desestabilizarán como si fuésemos el Eibar, conviene recordar que si algo nos ha distinguido en los últimos 30 años es nuestra capacidad de juntar a los mayores talentos del mundo. Schuster y Maradona, se cuentan locuras, a muchos aún se les ilumina la mirada, su asombro sigue fresco. Stoichkov y Romário, los dos mayores talentos de la época, esos goles, esa orgía permanente. Nos hacían sentir el pueblo más afortunado del mundo, pero por alguna razón, lo que a muchos nos quedó en la memoria fueron esos abrazos suyos.

Y no hace tanto nuestro ataque lo conformaban el mejor Ronaldinho, Eto'o y el primer Messi. Qué recuerdos. Aquello fue efímero, aunque grandioso. Más allá de sus exhibiciones, del doblete, de los goles y las barbaridades que protagonizaron, algunos aún recuerdan que a cada córner en contra, Frank les situaba sobre la medular; el camerunés en el centro, La Bestia Parda a la derecha, Ronnie a la izquierda. Era terrorismo balompédico y la cosa surtía efecto: los defensas rivales no subían al remate y cuatro o cinco de ellos se quedaban a defender, lanzándose miradas de congoja. Eran la viva imagen del pánico, sabían que se enfrentaban a una histórica fusión de talento.

La primera imagen de La Bestia Parda con La Cresta Parda se tomó el lunes y nos los mostraba como a dos obedientes escolares. Pero no se lleven a engaño: cuando ruede el balón, el mundo del fútbol se detendrá para verles y dentro de 50 años, aún se recordará que llegaron a jugar juntos. Y nosotros, que no somos el Eibar y sí la mayor catedral mundial del fútbol, podremos recordar las escenas domésticas que nos dejaron y tararear, otra vez, aquel verso:


I els turistes es fan fotos on tu i jo vam esmorzar /
Són les coses bones de passar a l'eternitat

jueves, 25 de julio de 2013

Tata



"Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta."
Vladimir Nabokov, Lolita.


Un bisílabo con resonancias infantiles parece un buen inicio. Con él afrontaremos el año lejos de las inquinas neonuñistas, lejos también de la depresión por el adiós de Vilanova. Ta-ta, Ta-ta. Prueben, funciona: le limpia a uno la cabeza. Por alguna razón, la palabra invita al optimismo, incluso a pesar del agotamiento que se intuye en ese vestuario sobrealimentado. Ta-ta, y esto lo ganamos.

Es cierto que de nuestro nuevo líder no sabíamos nada hace 15 días. Cuentan que sus equipos muerden, que es muy competitivo, que hizo milagros en Newell's y en Paraguay. Cuentan también, y eso es bueno de verdad, que no sólo se parece a Bielsa en el look de profesor de ciencias trasnochado  (y permitan que nos extendamos: esa estampa, qué hermosura: el fútbol también debería ser lugar para gente a la que no imaginamos en un salón de belleza).

Ocurre, además, que el Tata nos ha ahorrado la pereza de Villas-Boas, con quien sin duda Florentino tiene ardientes sueños repletos de libretos tecnificados, y de aquel otro, el vigoréxico, el que reserva su sonrisa para los ironmen. Gracias, Tata.

Y qué demonios: fíjense si es bueno, el Tata, que era el candidato de Messi. Parece que haya que ocultarlo o que eso sea motivo de vergüenza. No, señores. Pregunten a Merckx qué hacía en su Molteni. O a Jordan, que mandó más como escolta de los Bulls de lo que hace hoy como propietario de los Bobcats. Pelé, Di Stéfano, Cruyff, Maradona: por supuesto que tomaban estas decisiones. En lugar de negarlo, La Bestia Parda, debería haberlo admitido y pedir un aumento de ficha por tomar responsabilidades que corresponden a Rosell, Bartomeu y Zubi, ese trío lalalá.

Pero volvamos al Tata. Es mirar esa cara desconocida y llegarnos el aire fresco. Es verle y recordar el tiempo en que, como dijo Di Stéfano en su era prenupcial, el entrenador era "uno que con un esparadrapo se ponía una E en la espalda". Es saber que lejos de tácticas y pizarras, la clave de todo está en que el Tata los agarre del pecho uno a uno y les convenza para que el Barça sea el Barça.

¿Tienen dudas? Insistan: Ta-ta, Ta-ta. Ta-ta.

lunes, 22 de julio de 2013

Seguir sin Tito



"¿No es mil veces mejor encontrarse frente a un montón de ruinas que delante de un árbol de Navidad tambaleante?"

Fritz Zörn


Parece ser que en la charla en que Tito Vilanova explicó a sus jugadores que su cáncer se había reproducido se le escuchó esta frase: "Lo que peor me sabe es no haber podido entrenaros". Unas palabras que suenan a "hasta siempre" y producen escalofríos. El liderazgo y autoridad de Tito eran indiscutibles en la caseta; es lógico pensar que el equipo se va a sentir huérfano y vacío.


Un vestuario de fútbol es un escenario de risas y bromas, de rencores y egos, de amistades, gritos, música, rezos y lágrimas. Es también un lugar de bienvenidas y despedidas. Pero como hemos comprobado en los últimos tres años, también de enfermedad y miedo. La desgracia es tal que sabe mal pensar en esa gente obligada a competir en los próximos meses, expuesta a las críticas de la gente, a los silbidos. Pero en cuanto ruede el balón, ya nos conocemos y no nos engañamos: el fútbol no produce exactamente gente civilizada. 


Cuando Tito recayó en diciembre, acudimos a Fritz Zörn y su memorable Bajo el signo de Marte, en que describió su lucha contra la enfermedad y su apego a la vida, y reivindicamos su rebeldía. Han pasado siete meses y aquello aún nos vale para hablar de un hombre de 44 años que todo lo tenía y todo puede perder, y de este vestuario golpeado y obligado a seguir peleando. "Nadie puede negar que lo terrible y conocido es mucho mejor que lo que es terrible y desconocido", escribió.

Y sí, por lo menos estos jugadores ya saben lo que les viene encima: tienen que competir siendo la plantilla más laureada de siempre. Tienen que jugar con el lastre de formar parte de un equipo cuyo jefe está ausente. El nuevo míster aterrizará a contrapié, con muchas decisiones en la plantilla ya tomadas, y planificará a contrarreloj. Parte del cuerpo técnico y asistentes serán nuevos, los que sigan difícilmente se entenderán igual con el sustituto de Tito. La química interna deberá volver a tejerse partiendo de cero. Algunos jugadores podrían desentenderse del proyecto si no lo sienten propio. Si los rivales tienen nariz, será difícil que no huelan la sangre: el Barça, favoritísimo en la Liga, ya no lo parece tanto.

En cualquier caso, el árbol de Navidad se ha venido abajo. Veamos si el mejor equipo de siempre es capaz de seguir luchando y hacer algo con sus ruinas.

viernes, 19 de julio de 2013

Objetivo Colotto



Y para culminar una semana mágica de homenaje a los planificadores de este equipo, nos pasamos a la numerología. Tal vez este pesado ejercicio sirva para recordar a Tito y Zubi lo lejos que estamos del máximo nivel; un nivel que conocemos bien por la sencilla razón de que fuimos nosotros, hace dos temporadas, los que dimos con la fórmula del fútbol perfecto. Fue en la 2010-2011, Villa corría más que algunas ancianas, Pedro jugaba con un cuchillo entre los dientes y Piqué se parecía al crack que un día fue. Aquel año memorable marcamos goles 153 (53 de La Bestia Parda, 45 entre Pedro y Villa) y, con una defensa digna del mejor equipo de Europa, encajamos sólo 40 (el defensa que regaló más goles fue Piqué, con algo más de siete tantos encajados por su culpa).

Vean las diferencias con esta campaña y vean por qué, Neymar aparte, habría que tomarse un poquito en serio esto del fichar: Nuestro segundo y tercer goleador de este año quedan a años luz de nada serio pero aun así marcamos cuatro goles más (157) que en la 2010-2011. Pero en defensa, amigos, pasamos de 40 goles encajados a 70. Un salto al hiperespacio que nos hace pensar que no importa si Thiago Silva es imposible y Marquinhos se ha ido al PSG: David Luiz, Agger, lo que sea. Nos da igual, tenemos muy claro que gente insólita como Forlín, Héctor Moreno, Javi López o Colotto son mucho mejores que lo que tenemos en esta santa casa.

Trofeo Eshtoy Trishte (goles)

Messi 60
Villa 16
Sex 14
Alexis 11
Pedro 10
Tello 8 
Xavi 7
Adriano 6
Iniesta 6
Jordi Alba 5
Thiago 3
Piqué 3
Puyol 2
Song 1
Alves 1
Busquets 1
Montoya 1
PP 2

Trofeo Khedira (asistencias)

Iniesta 17 (1P)
Messi 15 (1PP)
Sex 14 (1P)
Alexis 13 (1P)
Pedro 10 (2P)
Alves 10
Xavi 9 (1PP)
Villa 8
Tello 7
Jordi Alba 5
Thiago 6
Adriano 3 (1P)
Montoya 3
Busquets 1
Song 1
Mascherano 1
Sergi Roberto 1

Trofeo Adán Barjuan (cagadas con resultado de gol en contra)
Macherano 13,83
Piqué 9’75
Alves 7,41
Jordi Alba 6’75
Adriano 6’5
Busquets 4,16
Valdés 4
Song 3,33
Bartra 2,75
Montoya 2’5
Iniesta 1’83
Puyol 1,53
Xavi 1’5
Thiago 1,33
Villa 0.83
Pinto 0,5
Alexis 0’5
Pedro 0,5
Dos Santos 0,5

miércoles, 17 de julio de 2013

Un día con Zubi



Asumamos que el Barça ya es otro. El balón ha dejado de ser el centro de todo, la excelencia futbolística parece haber mutado y se apuesta por renunciar a la cocina y afilar las áreas. La directiva sigue dedicada a la noble tarea de enfangar el cruyffismo y reivindicar a Núñez, Casaus y, de forma inminente, no tengan la menor duda, a Gaspart. Y los principales empleados del club, Zubi y Tito, abrazan la causa con la terrible fe del converso tras haberle visto las orejas al despido.

Así pues, hay que cambiar los parámetros. Olviden la paciencia con los jóvenes: nuestro entrenador tiene una visión cruda y dramática de lo que es el tiempo; cesión al canto. Olviden las rotaciones: cuando uno no sabe si le van a echar en noviembre porque La Banda está dos puntos por encima, para qué pensar en abril. Y olviden aquello de que en febrero ya están hechos los fichajes a falta de pactar cifras con los clubes: hemos entrado en una nueva etapa en la que los equipos se pergeñan en un plisplás en pleno julio. Víctima y parte de ello es nuestro secretario técnico, don Andoni Zubizarreta, que vive un auténtico suplicio laboral durante las canículas. A saber:

El día empieza con un Andoni sudoroso haciendo una llamada:
-Oye, búscame el teléfono de Valbuena, que Thiago se pira (...) Sí, 20 kilos, sí, es que no avisamos a Tito de lo de la cláusula (...) ¿Oye, quién lleva a Valbuena? Ah, vale (...) Bueno, hay buenos informes, le vi en la Eurocopa (...) De momento diremos que apostamos por Sergi Roberto, sí, cuatro años en el B y por contrato había que subirlo (...) No, ya no va con la sub 21, donde Thiago era el rey, pero diremos que es muy bueno (...) Creo que sí jugó algo, mira, aquí lo tengo, este año ha jugado 11 minutos en Liga con el primer equipo (...) Sí, vaya marrón, pero aquí, aguantando, vale, agur.

Se acerca el mediodía y el bueno de Zubi sigue quemando baterías del móvil y rezando muy fuerte para que en rueda de prensa nadie pregunte por qué el primer equipo lleva desde el año 2009 sin fichar un solo central y nadie le recuerde que Puyol, en las tres últimas temporadas, no ha jugado en promedio ni la mitad de partidos de Liga -ya sumido en la oratoria, hace un aparte por Thiago Silva; si viene, sería la leche-.

La sobremesa tampoco es agradable: está el tema de gestionar las salidas de Cuenca, Afellay y compañía después de haber regalado a Villa, pero todo se andará, con calma, que el campeón mundial de póker aún no ha vuelto y hay tiempo de sobras. Además, lo de la portería está OK porque Valdés prefiere largarse gratis dentro de un año, ya habrá tiempo para preocuparse por ello.

Por la tarde aparece una oferta del United por Sex y ¡pardiez!, en vez de montar una rúa con Maxi López y Motta al frente para celebrarlo tocará decir que no, porque se acaba de largar Thiago -¡Guardiola malo!- y tocará explicar que es clave para el proyecto, y ya puestos, que los voceros propaguen que Sex es un modelo para los jóvenes.

Con la cena no mejora el asunto: alguien pregunta cómo un equipo que ha ganado tanto va a poder seguir peleando por ganar cuando tiene a sus capitanes como los tiene, y ya Zubi se tira al Omeprazol. Suerte que al fin llega la hora de acostarse; Andoni tendrá un rato de calma. El móvil ha muerto y, libre de miradas indiscretas, puede acercarse a una iglesia cercana a encender dos velas, una para Messi, y la segunda para la Cresta Parda. En ese instante de recogimiento, Dios le mira desde las alturas y asiente: ambos saben que sólo esa pareja puede hacer el milagro de tapar la calamidad reinante.

viernes, 12 de julio de 2013

De futbolistas y obispos



Como saben, el fútbol es por definición un juego que enfrenta a mamíferos bípedos y donde se derrocha más testosterona que sudor. No hace falta ver jugar a Uruguay o a un equipo de Mourinho para asistir a un espectáculo no apto para menores: cualquier pachanga en la calle, el colegio o la playa puede acabar con insultos, entradas criminales y variadas escenas de violencia tumultuaria.

Eso no sorprenderá a quien haya jugado alguna vez a esto. Y ése es precisamente el aspecto más divertido de la resaca a la explosión de Guardiola. Tras una larga temporada de aguantar en silencio las malintencionadas ruedas de prensa de Toni Freixa y las venenosas portadas impulsadas por el club, tras un año de pataditas en el tobillo, El Mite se revolvió ayer.

La inoportunidad de lo que dijo parece clara: sonó a torpe justificación a su voluntad de fichar a Thiago, como si fuera delito tentar a un chaval que ha jugado sólo 116 minutos en la última Champions. No era el sitio ni el momento, tampoco. Alterado como estaba, perdió poder de convicción. Y zanjó el asunto en cinco minutos, demasiado poco para explicarse a fondo, demasiado para dar alas a ese temible entorno que ejerce de guardia de corps de Sandro XIV.

Porque ¡sorpresa! su liberación verbal ha escandalizado a ese nuñismo polimórfico que reina en las portadas, los editoriales, los artículos de opinión. "Guardiola dinamita al Barça", "Guardiola al ataque", "Pep declara la guerra", "Guardiola torpedea a la directiva del Barça", dicen, con tono grave. Aseguran que esos cinco minutos de sinceridad han abierto una brecha en el Barça, como si este club fuera anteayer un remanso de paz y harmonía. La directiva, a su vez, se muestra consternada y los Boixos y Gaspart -no es una metáfora: los Boixos y Gaspart- corren en su defensa.

Y decíamos que la jornada ha sido hilarante porque una vez más deja claro hasta qué punto el nuñismo es ajeno al fútbol, a sus grandezas y a sus miserias. Menos escandaleras, señores. Guardiola es sólo un futbolista que ha aguantado tarascada tras tarascada y que ha respondido como se hace en el fútbol: armando el codo y cobrándose la venganza. Ha actuado como futbolista, no como el Dalai que algunos se empeñan en ver en él. Y la cosa es lógica, porque Pep, el personaje Pep, será durante el resto de su vida sencillamente un futbolista.

Permítanme un consejo: cuando ruede el balón, desconfíen de los obispitos y de sus amigos brutotes. Pegarán durante todo el partido y a la primera que reciban correrán entre llantos a avisar a sus mamás. Lo harán con íntima satisfacción: lo que les mueve es el rencor al talento ajeno, y el fútbol, ¡ay, el fútbol!, el fútbol les importa un comino.

martes, 9 de julio de 2013

Villa: no hay traspaso bueno



Anda el barcelonismo escandalizado por el regalito que el Tóner Club Barcelona le ha hecho al Atleti. A saber: ese simpático equipoha fichado a Villa al módico precio de 2,1 millones. La cosa tiene guasa porque los rojiblancos acababan de vender a su nueve por 60 kilos, con lo que uno concluye que un Falcao valía lo que un vestuario superpoblado con 30 delanteros campeones del mundo, pelopinchos, de difícil sonreír y oxidado sprint.

El club, además, admite que Tottenham y Fiorentina pagaban más, pero que han querido ponérselo fácil al siete. Estupendo, pero eso habría que hacer con todos nuestros símbolos, no sólo con los que costaron 40 kilos y han estado en el tercer escalón salarial del equipo.

Pero echando la vista atrás, uno ve que lo ocurrido con Villa no es en absoluto novedoso en nuestro mercadeo con los delanteros. Observen qué dicen los números:

Pérdidas económicas que sirvieron para eliminar pesos muertos y malos bichos:
  • Lineker, traspasado al Tottenham con 28 años en verano de 1989 por 1,8 millones. Había costado 3,2.
  • Maxi López lo compramos por 6,5 y lo vendimos por 2 millones al FC Moscú cuando tenía 23 años.
  • Larsson se largó como vino, gratis, pero supuestamente se iba a su pueblo. El pirata estaba en el United al cabo de nada. 
  • Eto'o: con 28 añitos le vendimos por 20 millones al Inter de Mourinho. Le habíamos fichado por 27. 
  • Ibrahimovic: fichado por 69,5 millones y vendido con 29 años por 24 (más otros seis cobrados el año anterior como cesión).
  • Bojan: su caso se estudia en la City de Londres. Le vendimos por 12 kilos y lo hemos recuperado por 13 para volver a cederle gratis.  

Éxitos financieros que nos llenaron de melancolía:
  • Luis Suárez: El mejor medio centro de la época se piró por 204.000 euros, récord entonces. Tenía 26 años y ganaría la Copa de Europa con el Inter.
  • Laudrup: Fichado por 3 millones y vendido a La Banda por 9 a los 30 años.
  • Romário: Fichado por 2,4 millones, vendido por 3,9 a los 28 años.
  • Stoichkov: Fichado por 3 millones, vendido por 5,4 millones a los 29 años. 
  • Ronaldo: Comprado por 15 y vendido por 28 millones cuando tenía 20 añitos. 
  • Judas: Comprado por 2,5 millones y vendido por 60 a sus 27 años. 
  • Ronaldinho: Llegó por 32,5 millones y le vendimos por 25 millones al Milan cuando tenía 28 años. Aún lloramos por las noches.

Catástrofes que coronaron la obra de un genio:
  • Rivaldo: Fichado por 23,5 millones, se fue gratis al Milan con 30 tacos. 

Ya ven que números y sentimientos chocan. El barcelonismo es libre de gemir y cubrirse el rostro de ceniza ante el adiós a precio de ganga de Villa, pero seamos sinceros: lo que de verdad nos importa del Guaje ya lo tenemos. Aquella parábola a Van der Sar, esos tres chicharros a Casillas, el año de chispa que le deja en el póster del mejor equipo que hemos conocido.

Cierto, no nos gusta que nos atraquen, pero además de las cifras conviene pensar en la amortización de cada jugador, en su encaje en el vestuario y su relación con la grada. En cualquier caso, en esta Caverna creemos en la máxima de Cruyff según la cual el dinero debe estar en el campo, no en el banco, y desconfiaremos siempre de los traspasos que nos llenan la caja, señal de que se nos ha ido un grande.

Dejémonos, pues, de sumas y restas. Unámonos en un exorcismo colectivo y expulsemos al CEO que habita en nosotros. Es fútbol, ya nos gustaba de niños, cuando los cromos lo explicaban todo: se trataba sólo de tener a los mejores con nosotros.

lunes, 8 de julio de 2013

Balones con forma de tibia (VI): Dante


Todos los futbolistas sueñan desde niños con jugar el partido más grande del mundo y dejar ahí su impronta. Eso hizo Dante el pasado 25 de mayo en la gran final de la Champions entre alemanes. Dejó su huella, sí, aunque lo hizo en toda la hombría de Reus.

El horror protagonizado por Dante tiene tres agravantes que nos fascinan: en primer lugar, aquello es la finalísima de su vida y su equipo va 1-0 arriba; el Borussia se había ido apagando y encontró oxígeno en este atentado. En segundo término, este señor, Dante Bonfim, es un central profesional que comenzó su carrera al máximo nivel 11 años atrás, en 2002. Y sobre todo, ya ha quedado dicho, alcanza a su rival en el estómago y la entrepierna. El cálculo cambia según fisonomías, pero el impacto se produce aproximadamente 70 centímetros por encima de la zona de la tibia que suele ser víctima de estos arrebatos de sinceridad de los defensas.

La acción nos recuerda también la intensa relación existente entre fútbol y gónadas. En su día tuve ocasión de entrevistar a Raí, que entre suspiros y risas, pacato como era, confesó que le ganó una Intercontinental al Barça con un gol con las bolas. También nos constaba la importancia de los atributos sexuales en un vestuario y hasta su utilidad como audiencia para ciertos monólogos. Habrá que reconocer al peludo Dante su tarea como pionero a la hora de descubrir en los atributos sexuales masculinos un buen sustitutivo a la tibia.

viernes, 5 de julio de 2013

Una bonita amistad



Imaginen que Rosell fuera presidente del Barça sin unas elecciones que le avalasen.

Imaginen que la gran apuesta del club en los últimos tres años hubiese sido un entrenador de la talla de  Migueli que se hubiera largado con una inversión récord y tres tristes títulos mientras al otro lado de la trinchera La Banda acumulaba 15 títulos y el reconocimiento unánime del planeta fútbol.

Imaginen ahora que Rosell no admitiera el fracaso de su todopoderoso y bigotudo entrenador, pero simultáneamente cambiara de discurso con una llamada al "fútbol espectáculo" eligiendo a un técnico de asombradas cejas, sanas costumbres y abundante pachorra, llamémosle Rexach.

Imaginen que el nuestro fuera un vestuario roto donde los pesos pesados no se dirigen la palabra. 

Imaginen, por un momento, no tener atada la renovación de Messi mientras una legión de jeques suspiran por él. Imaginen a La Bestia Parda tirándole los tejos al United aprovechando que no llega el nuevo contrato.

Imaginen que un Madrid ya superior en todo nos hubiera quitado el fichaje de Neymar, el nuevo fenómeno, a quien en su día ya veíamos con nuestros colores. Imaginen que para olvidar el disgusto, nuestro presidente diera un volantazo y se lanzara a una política de fichajes radicalmente opuesta a la que siguió siempre, apostando por jugadores jóvenes, canteranos y españoles (un día escribiremos sobre la españolidad del fútbol: ¿qué cojones será eso? ¿Jugar con un tricornio? ¿Montar una pachanga de peña en chándal contra tíos en chanclas en Marina d'Or? Profunda cuestión ésta).

Imaginen más: imaginen que cuando al fin fichamos a un crack, el mundo supiera que es un acérrimo del Madrid y que a su perro le puso Cristiano. Imaginen que para dar credibilidad a la cosa rescatáramos a un mito del pasado para hacerle director deportivo, pero que al final el tío decidiera ser segundo entrenador.

¿Saben qué pensarían en este escenario apocalíptico? Pensarían que menudo verano infernal. Pensarían que ojalá el Atlético esté fuerte, porque en caso contrario el enemigo, con Messi, Iniesta, Xavi, Neymar y compañía, celebrará la rúa de la Liga exactamente coincidiendo con la cabalgata de los Reyes Magos, en una bonita comunión de cerveza, caramelos, pelucas y excesos.

Pensarían que menuda ganga de presidente. Y dirían, Rosell-Florentino, Florentino-Rosell, qué bonita amistad.

lunes, 1 de julio de 2013

Laporta: nos perdió la estética



Los más antiguos del lugar saben que en este foro renegamos durante años de Johnny LaPotra, nombre que adjudicamos a aquel presidente valiente, excesivo, brillante y vanidoso, y atribuimos a otros los éxitos de su mandato. Sabrán también, sin duda, que en el presente no sólo renegamos de la calamitosa figura de Sandro XIV, sino también de su obra, el rosellismo, simple aggiornamento del nuñismo.

En los últimos meses, a cada nuevo atropello nuñista se han hecho más urgentes estas líneas. Los cavernarios merecen luz en esta cuestión. Para alumbrarla, hemos pergeñamos un sencillo y personalísimo decálogo que debería seguir el presidente de este club.

1) No renegarás del cruyffismo, entendido como cultura del fútbol, en mayúsculas.
2) No nos tomarás por imbéciles con los fichajes ni con la gestión económica del club.
3) No mercadearás con dictadores y sátrapas de todo pelaje.
4) No pactarás con los Boixos Nois ni con otros grupos violentos.
5) No venderás la camiseta ni el patrimonio sentimental del club.
6) No avergonzarás al pueblo con tus actitudes; ni olvidarás que el club sigue siendo suyo.
7) No politiquearás en el vestuario saltándote la autoridad del entrenador.
8) No atenazarás a los medios de comunicación.
9) No negarás que haces política, cuando nada hay más político que tu cargo.
10) No convertirás la junta, sea por convicción o por falta de valentía, en un rancio reflejo de los establishments del lugar.

Observarán que LaPotra violó la mitad de estas recomendaciones cavernarias. La mitad, nada menos.  La mitad, nada más: el neonuñismo se salta todas y cada una de ellas.

En periodismo conviene no casarse nunca con nadie ni abandonar una visión crítica de la realidad y, ante todo, del poder. Pero igualmente importante es no confundir la forma con el fondo y, señores, en este agujero hemos pecado. El mejor Barça de siempre, y el también espectacular que le precedió, fueron también hijos de LaPotra, sería absurdo seguir negándolo. Aquí vuelan pues estas líneas, que tienen más de disculpa que de endorsement.

PD. El pasado jueves tuve ocasión de confesarle en persona a Johnny la inquina de esta cueva hacia su mandato. Entre otras proezas que no vienen al caso, el hombre encajó con una sonrisa y una pregunta: ¿Quants anys tens, tu? Eso sí es un presidente: un tío que para dejar a alguien en su sitio no necesita arrancarse los pantalones ni llamar a su editor amigo.