martes, 29 de diciembre de 2009

El año que lo cambió todo

El Barça de las seis copas: el pepino de Iniesta, la brutal profanación del Bernabéu, la masacre del Athletic en la final de Copa y de nuevo en la Supercopa, el vuelo de Messi en Roma, ese milagro llamado Pedro, la fanática remontada de Abu Dhabi. La historia del fútbol ha escrito uno de sus capítulos más gruesos este año de la mano de Guardiola y una generación de cracks posiblemente irrepetible, tanto que cuesta pasar balance y elegir un solo momento en este año increíble.
Estos doce meses, afortunadamente para el barcelonismo, llegan más allá de las estadísticas, los palmarés y los libros de récords. Alcanzan a la esencia misma del escudo azulgrana, ese pedazo de tela en las camisetas que resumía el derrotismo, las luchas cainitas, la resignación de décadas. Generaciones de culés crecieron envidiando el gen ganador del Madrí, que Camacho explicó sabiamente en cierta ocasión: “Cuando perdíamos, era como si nos hubieran robado algo”.
Este Barça, como continuador del de Cruyff, y el de Robson y Van Gaal, y del de Rijkaard, será un faro para los nuevos talentos de La Masia que suban al primer equipo y para los fichajes exóticos que lleguen en el futuro a Aristides Mallol. La era de los Rexachs, en que era posible ser el emblema de un equipo sin ganar nada en lustros con la puta excusa de los árbitros, ya es pasado. La referencia son Valdés, Xavi, Iniesta, coleccionistas de Champions. El tiempo de los mercenarios como el Cruyff jugador o Schuster también terminó: la excelencia y el arte ya no valen si no vienen acompañadas de títulos, gloria a Eto’o en el recuerdo, que ganó, ganó y ganó.
Pero sobre todo, se acabó aquel conformismo, aquel pensar en las temporadas que están por venir, en los mercados de fichajes redentores. Ahora son los jugadores azulgrana quienes sentirán que les han robado algo cuando no ganan. ¿Qué ha sido del miedo? Entrevista a Casillas hace dos semanas: “Si es para perder contra el Barça, prefiero que nos eliminen antes de la final del Bernabéu”.
Recordemos el 2009, el año que lo cambió todo.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Un día

"I s'ha demostrat, s'ha demostrat que mai ningú no ens podrà vèncer". Del himno del Barça.
No hay aficionado que no conviva con la certeza secreta de que su equipo es el mejor, el número uno, el que ha nacido para ser admirado alrededor del mundo. No hay aficionado que pueda resistirse al vicio de creer que su equipo es el elegido a pesar de los palmarés desnudos, las derrotas cotidianas, el juego atroz, o las plantillas infames. El buen futbolero se aferra a que la profecía está aún por cumplirse, porque es, en esencia, un campeón del optimismo.
Estas designios de gloria jamás se cumplen. A pesar de todo, los aficionados cargan con sus miserias, sus desgracias, su resignación. Y siguen soñando que un día ya verán todos, un día el mundo sabrá. Un día.
Un día Messi anota con el pecho, con el escudo, y nos demuestra que la belleza del fútbol va mucho más allá de los malabarismos y la velocidad, nos explica que el fútbol es sentimiento, es marcar con el corazón y celebrarlo con un alarido. Un día Piqué pelea un balón en las nubes, resucita a Alexanko y se la deja a Pedro, y el Barça empata en el último suspiro. Y llora Guardiola y pocos barcelonistas pueden reprimir sus lágrimas.
Un día se redondea el relato más épico jamás contado, los seis títulos, el más difícil todavía, el límite de la imaginación. Con cantera, con un juego único. Con estrellas que asombran a los niños de todos los lugares del planeta. Con una ambición psicópata que sólo puede recordar a la fe del mar, de cada ola, de todas las olas, cuando cargan una y otra vez, y otra más, sabiendo que un día derribarán el acantilado.
Que un día dejan de ganar porque no queda nada por ganar. Se acaban los rivales y sólo quedan banderas blancas y paseos triunfales. Tras de uno, la nada. Enfrente, la nada. Un equipo que haría temblar al Honved de Budapest, al Madrid de Di Stéfano, al Brasil de Pelé, al Milan de Sacchi o al Dream Team. Y Guardiola llora y dice que "el futuro es negro", que no se ve con fuerzas de repetir lo que nunca nadie hizo antes. Y los jugadores susurran: "Tal vez ni tú ni yo volvamos a ver una cosa así".
Recuerden su nombre. Recuerden a Puyol y a Eto'o, a Pedro y Hleb, a Márquez y Pinto. Recuerden a un bloque invencible. Fueron las primeras comanecis de la historia del balón. Sobre todo, fueron los campeones que nos confirmaron que el soplo que alguien nos dijo en la cuna -"Som els millors"- no era ninguna mentira, que la revelación era cierta.
Ante el abismal triunfo conseguido, el barcelonista se lleva un consuelo para toda la vida. Sabe que volverá a perder, claro, que caerá, humillado, que generaciones de jugadores playboys y directivos ladrones arruinarán su sueño, que los árbitros le desquiciarán, que ganará La Banda. El barcelonista aguantará. Aguantaremos porque sabemos que somos los mejores, ya lo logramos una vez, y volveremos a hacerlo.
Un día.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Medio siglo para 90 minutos

La primera Copa Intercontinental se disputó en 1960, y desde entonces ese título se ha mantenido como el único del mundo que se resiste a entrar en las vitrinas del Camp Nou. Ganar este mundial de clubes acreditaría oficialmente lo que tanto se repite en la prensa de Barcelona: que el Barça es el mejor equipo del mundo.
Mañana es un día grande; todo o nada a 90 minutos y con un rival a la altura del dramatismo de la cita. Les dejo con un clásico que nos ha recordado esta mañana los tiempos en que la palabra "Estudiantes" producía escalofríos: http://www.sport.es/default.asp?idpublicacio_PK=44&idioma=CAS&idnoticia_PK=671346&idseccio_PK=1123&h=
Mañana es un día grande para el fútbol; puede convertirse también un momento inolvidable si el Barça supera el trauma que le ha acompañado durante media vida.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

El cabo de Hornos del fútbol mundial

"Fue un lejano 13 de diciembre de 1992 en Tokio, sazonado con el insufrible sonido de trompetas de la afición japonesa. El Barça perdió (1-2) ante el Sao Paulo y el recuerdo de aquel partido, que por motivos de los husos horarios se transmitió en España de madrugada, se limita a las lágrimas de Albert Ferrer tras el choque y a la mirada perdida de Pep Guardiola, que parecía preguntarse si alguna otra vez tendrían la oportunidad de ganar la Intercontinental (...)".
Así comenzaba la previa que me tocó escribir en diciembre de 2006, cuando el decadente Barça de Ronaldinho intentaba el segundo asalto del club a la única competición que le falta. Volvieron a perder. No con goles de Raí, uno de gónada y otro de una falta que a punto estuvo de provocar una pelea entre Stoichkov y Zubi. El Barça de Rijkaard cayó sin épica, con un tanto a la contra de un tal Carlos Adriano Gabiru que retrató a un equipo que hizo una sola ocasión en 90 minutos.
Ha corrido poco tiempo y el Barça se asoma otra vez más a su última frontera. Lo hace con un equipo memorable, con clase, músculo y motivación. Con un entrenador que difícilmente habrá olvidado la derrota de hace 17 años, y con el reto inverosímil de conseguir su sexto título en un año, algo que nadie ha hecho. Algo que le haría igualar los 41 títulos desde que el fútbol es en color para igualar a La Banda de la era post Di Stéfano.
Semejante hito me ha hecho pensar en un huesudo navegante inglés, Sir Francis Chichester, que en 1967 hizo la primera circunnavegación del globo en solitario con un velero y una sola escala. A lo largo de su singladura, se obsesionó con el extremo sur de América, el temible cabo de Hornos. "Una tormenta de invierno sobre una costa batida por las olas es una experiencia para destrozar los nervios. No así el la mar del cabo de Hornos. Uno allí se entusiasma ante tan estupenda exhibición de sublime poder. La misma muerte resultaría insignificante con un escenario semejante", escribió.
Guardiola lo sabe: la muerte, en un escenario como el Mundialito no importa. La audacia por llegar hasta aquí, por conquistar el planeta y hacer historia lo compensan todo.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Celebrar

Cuentan que la primera vez que Luis Miguel Dominguín se fue a la cama con Ava Gardner, inmediatamente de consumar la coyunda comenzó a vestirse a toda velocidad. "¿A dónde vas?", preguntó ella, asombrada. "A contarle a todo el mundo que me he acostado con Ava Gardner".
Sirva esta anécdota como introducción al extraño silencio barcelonista después de superar el que tal vez ha sido la fase de grupos más difícil de su historia en la Champions. Perfectamente el Barça podía haber sido eliminado, como el Liverpool o la Juve. Perfectamente podría haber acabado los miércoles europeos o, mucho peor, podría haberse ido a ese horror que es la antigua UEFA.
Es cierto que los pentacampeonatos y el Mundial de Clubes han elevado el paladar de esta afición; cierto es también que la ejemplarizante historia de Rafa Iglesias les ayudará a entender la importancia de derrotar al miedo al ridículo y respetar el deporte: http://www.publico.es/deportes/274268/intestino/esperar.
Por si no se han convencido de lo bello que es competir y ganar, vean la cara de Sinan Bolat, portero del Standaard de Lieja, en el momento más crucial de su existencia: acaba de clasificar a su equipo para -atención- la UEFA: http://www.youtube.com/watch?v=-bBbq-Mhk3I. En verdad es recomendable este visionado antes de empezar el día y salir corriendo por la portería.
Dominguín tenía alma de torero, pero bien podía haber sido futbolista, hacer buenas migas con Bolat para hablar con él sobre el secreto de la vida y el deporte: la importancia de celebrar.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Algo sobre Guardiola

Hace semanas que se suceden noticias que nos recuerdan que el único integrante del vestuario del Barça que acaba contrato este verano es Guardiola. Existen varias opiniones respecto a su negativa a renovar -algo que La Potra ya habría cerrado de haber podido-, a saber:
1. Que está molesto por las condiciones salariales de su multitudinario e hiperprofesionalizado staff.
2. Que no quiere hipotecar al futuro presidente de cara a las próximas elecciones.
3. Que es tan meticuloso que quiere cumplir su contrato, acabar la temporada y decidir entonces.
En este foro somos muy partidarios de ese apasionante entretenimiento llamado humo (22ª acepción del diccionario de la RAE) y opinamos que tal vez haya una cuarta teoría a tener en cuenta: que no renueva sencillamente porque quiere cambiar de aires. Guardiola dejó el Barça como jugador porque quería ver mundo, aprender de otros lados (o como diría el maestro, desaprender: http://www.cadenaser.com/entrevistas/entrevista.html?encuentro=4755&docPage=25&ordenacion=desc, pregunta 10). Porque sabía que la carrera de un jugador es corta y quería vivirla al máximo.
Vivió calvarios indecibles en Brescia y Roma, en lo deportivo y por su dudoso dopaje. Luego, Qatar y México. Era un hombre inquieto, y no sería raro que aún lo fuera. Después de un bienio en el Barça que será recordado, podría pasar que Guardiola quisiera probar otro fútbol, imponer su sello en otro lado.
¿Dónde iría alguien como él, que puede elegir? El deprimido calcio no es una opción, y ya lo conoce. Si no tiene un ataque de exotismo, elegiría las Islas Británicas. Y de todos sus equipos, sólo dos están al nivel de lo que alguien como él podría buscar: Liverpool y United. Sabrán disculpar este ejercicio de nigromancia barata, pero qué osadía demostraría Pep si apareciera en Manchester para lograr el más difícil todavía: superar la leyenda de Ferguson como está haciendo con la de Cruyff.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Oro en el potrero

"Esos partidos de chico son los más lindos que he jugado nunca. Son inolvidables, más lindos que el de un campo grande. Por la sensación de libertad que tienes, porque haces lo que quieres, porque no hay responsabilidad. Se trata solo de jugar y divertirte". Leo Messi.
La grandeza del Balón de Oro es incuestionable incluso a pesar de Cannavaro. Entre los astros que lo han ganado, los hay que nos emocionan por su grandeza -Zidane, Baggio-, por su potencia -Ronaldo, Weah- o por su instinto asesino -Papin, Van Basten-. Uno puede discutir el criterio de los corresponsales de France Football, pero no se puede negar es que ese esférico dorado es el premio individual con el que sueñan los futbolistas.
Están también los que nos conmueven porque fueron uno de los nuestros: Stoichkov, la bomba de adrenalina, Rivaldo, aquel genio triste, los malabares de Ronaldinho. Por algún motivo, ninguno de ellos tiene la fuerza dramática de Messi, el que no crecía, el más bajo del equipo, nuestro hermano pequeño.
Un jugador de quien se ha dicho erróneamente que es el primer Balón de Oro de La Masia. Messi no pertenece al fútbol base barcelonista, ni a ningún otro club o entrenador. Aprendió su vértigo en otro lado. Messi es del asfalto, de las calles, del barrio, de la pared con la farola, el regate a la abuela furibunda y el sprint con el perro. De los que se encaraba con los mayores y jugaba contra gente de otros rincones de Rosario que llegaban a su potrero atraídos por su leyenda. Un jugador tan extraordinario que no nos duele que Xavi -la quinta esencia de La Masia- haya quedado a las puertas del cielo.
Sobre el terreno de juego, en una final, rodeado de profesionales, el diez del Barça nos recuerda que un día jugamos en el patio, en la plaza, en la calle poco concurrida. El balón podía acabar en el sótano, o bajo el brazo del vigilante aguafiestas, o en los morros de un mocoso felón. Nos hace pensar en cuando un caño pisado era más importante que un gol, en cuando éramos niños y el balón era un reto y una diversión.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Lo que esconde un zurdazo

¿Qué ven en esta foto? Tal vez vean a un gitano musulmán convirtiéndose en el hombre más querido del Camp Nou. O el único acierto de un partido lleno de grandes intenciones. Puede que vean en este zurdazo un hecho puntual, un capricho del azar que ha decidido un partido digno de ictus. 
Tras esta volea de seda, ejecutada con el interior, con savoir faire, se esconde mucho más que eso: la frialdad de Valdés, el corazón de Puyol, el amor al balón de Piqué, los pulmones sobrehumanos de Alves y Abidal. Y la pachorra virtuosa de Busquets, el rondo de Xavi e Iniesta, el vértigo de Messi. Todo estuvo en ese remate.
¿Fue casualidad que Cristiano se drenthizara, o que Nuestro Agónico Capitán sacara tres remates a boca de gol? ¿Fue casualidad que el Barça cumpliera 110 años ayer? ¿Que pese a la tremenda tormenta de antes del partido se llenara el Camp Nou? ¿Que la enchufara Ibra, de quien se decía que desaparecía en los grandes partidos? Nada es casualidad. Y en fútbol, los equipos suelen ganar y las patrañas tienden a perder. 
Miren la foto: un instante de justicia pura.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Xavi, humíllalo

Florentino y su monumental oda al mal fútbol vuelven al Camp Nou. Si este momento histórico se hubiera dado hace 25 años, los barcelonistas habrían regalado tal pitada al enemigo número uno del fútbol que nadie conservaría íntegros sus tímpanos.
Releamos cómo vivió Villoro el retorno del Innombrable al Estadi como madridista: "En ese momento, en las filas del Barça no se quería a nadie ni la mitad de lo que se odiaba a Figo". Es cierto, éramos gentes sencillas de corazón, nos dejábamos llevar por el estómago. Tampoco hace tanto, cuando un rival hacía una entrada fea en el Estadi, la grada atronaba: "¡Migueli, mátalo!". En esencia, los aficionados azulgrana eran sociópatas peligrosos venidos al mundo para insultar al Madrí -o en su ausencia, a ese conjunto de trapos blancos que corretean sobre el verde-.
Las cosas han cambiado. Hoy no odiamos a nadie del Madrí ni la mitad de lo que queremos a Piqué, Busquets o Keita porque los blancos son una birria, una mentira. Llega La Banda convertida en una divertida atracción de feria, y cuesta imaginar un homenaje más perfecto al engreimiento que ese montón de mercenarios fichados a precio de oro con Ronaldo a la cabeza. Pueden ganar, cierto. Habida cuenta del PC Fútbol que tiene montado en la delantera, podrían hasta golear. Seguirían siendo una farsa.
Qué lástima que a costa de la excelencia los barcelonistas ya no odien como solían. Será que piensan que no hace falta, que saben que a este deporte se juega con un solo balón y es muy difícil tenerlo sin centro del campo, sin una idea de juego, sin alma. Si los culés fueran aún lo que solían, Florentino se llevaría mañana toda la ira y a burla de los que aman a este Barça, que son también quienes aman al fútbol.
Pero hemos crecido: nos bastará con que Xavi coja el balón. Xavi, humíllalo.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Baberos al sol

Lo vieron 93.000 personas en el estadi y millones por la tele: qué exhibición, qué escándalo, qué golpe de autoridad. El mejor equipo del mundo aplastó ayer al primer fraude millonario que le ha visitado esta semana reservando a sus dos mejores delanteros. Qué pensaría Ibrahimovic sentado en el banquillo: "He venido a un grande". Qué pensaría Eto'o corriendo desesperado por el campo.
Enfrente tenía un equipo donde jugaron nueve canteranos, por sólo uno su rival. Un equipo donde Busquets se doctoró en una gran cita -su sombrero ilustra una exhibición espectacular- y Pedro demostró que puede ser Pedrinho con un control y dos regates de fuoriclasse. Sobre todo, el equipo de Xavi e Iniesta, la máquina más perfecta que se ha visto.
No sólo Eto'o debió de sentirse ayer en un equipo pequeño. Pienso en Maicon, el superhombre que ha hecho de Alves un suplente. Pienso en Motta, minimizado, debió acordarse de su carrera tirada a la basura por su mala cabeza. Para completar la felicidad, Mourinho sacó a última hora a otro rompevestuarios como Quaresma. Unos con Eto'o, Motta y el portugués, los otros con la cantera y reservando a sus estrellones.
Fue una noche grande, una noche para entender por qué el Barça se libró del camerunés, de Hleb y de Cáceres: para ser un equipo aún mejor, algo que parecía imposible. Los culés con hijos pequeños ya lo saben. Pueden tender sus baberos al sol y preparar sus pañales, porque, ¡horror!, viene La Banda. Y a  lo mejor -quién sabe- Guardiola cree oportuno que jueguen dos suplentes llamados Messi e Ibra.

domingo, 22 de noviembre de 2009

El campeón, a examen

López, Whalan, Martín, Mann, Español, Minguell, Ivovic, Delgado, Vallès, Perrone, De Lera y Garcia. Quiso el destino que estos 12 deportistas conocieran ayer la derrota después de cuatro años y 145 partidos sin perder. Son el Atlètic Barceloneta de waterpolo, un equipo que ya es leyenda y que vive hoy el trago de verse apeado del liderato por primera vez en años.
Tal vez encuentren tiempo de pasarse por el vestuario del Barça mañana lunes para hablar con Iniesta y compañía. Para recordarles que son los mejores y que si se les han escapado partidos que antes ganaban por inercia tal vez es por una cierta relajación, por un exceso de autoestima. Para decirles que no es casualidad que se les escapen victorias en los últimos minutos, que se fallen tantas ocasiones. Y para confesarles que a un auténtico campeón se le ve justo ahí, cuando está contra las cuerdas en una competición cruel y sin su mejor jugador.
En esta semana de vértigo, el Barça mostrará qué clase de campeón es: uno exuberante que duró doce meses, o uno duro como una roca que aguantó a pesar de lesiones, virus, escasez de fichajes y golpes de mala suerte. El martes, la supervivencia en su Copa de Europa. El sábado, el orgullo contra la gran mentira del fútbol mundial. Xavi y Puyol contra Eto'o y Cristiano Ronaldo. Es la hora de separar a los campeones verdaderos de los becerros de oro. 

miércoles, 18 de noviembre de 2009

El funcionario Mariaga y el triunfo de la incivilización

El fútbol brilló anoche en todo su esplendor. No en Viena, por supuesto, sino en Jartum, donde Argelia y Egipto se enfrentaban a vida o muerte por una plaza en el Mundial. Un partido duro, tenso, con entradas made in Martagón, pérdidas de tiempo constantes, miedo, pocas ocasiones. Una noche inolvidable.
Para calibrar la magnitud del espectáculo, lean la previa que escribía del evento un trotamundos que entre otras cosas, es periodista:
“En el estadio, de 42.000 localidades, habrá 9.000 egipcios, 9.000 argelinos (había dos millones de solicitudes), 9.000 sudaneses y 15.000 policías”. Qué bello es el fútbol, que además, impartió justicia: Egipto, que había forzado el desempate con un gol fuera del tiempo, de juego y de la legalidad (http://www.youtube.com/watch?v=eACzJGRcpEo), perdió.
La jornada internacional tuvo otros escándalos memorables, como el de Francia. http://www.youtube.com/watch?v=3oWo9vCd9KU, una acción tragicómica que nos recordó que lo que de verdad hace grande al fútbol de selecciones son los jugadores y sus ganas de ganar. Tal vez merezca la pena recordar que ahora se cumplen 40 años de la Guerra del Fútbol, el conflicto bélico que enfrentó a Honduras y El Salvador tras un chispazo futbolístico. Cerca de 1.900 personas murieron y nadie como Kapucinsky retrató esos días.
En el libro que escribió al respecto contaba lo siguiente: "Después del partido en que México ganó a Bélgica por 1 a 0, borracho de tanta felicidad, Augusto Mariaga, alcaide de la cárcel de Chilpancingo (estado de Guerrero), que alberga exclusivamente a presos condenados a cadena perpetua, recorre los pasillos pistola en mano, dispara al aire y al grito de “¡Viva México!”, abre una a una todas las celdas, dejando en libertad a 142 criminales peligrosos. El tribunal absuelve a Mariaga, “porque, según se puede leer en la motivación de la sentencia, actuaba llevado por un arrebato de patriotismo”.
La rambla del Raval de Barcelona estaba anoche tomada por argelinos eufóricos, celebrando el triunfo de su selección ante el histórico rival. Un espectador que pasaba por ahí y no hablaba árabe creyó entender de sus gritos que dedicaban el triunfo a la salud del funcionario Mariaga, en general, y a la incivilización y al fútbol, en particular.

viernes, 13 de noviembre de 2009

El gran circo del fútbol

El fútbol parece a veces una taberna que acoge sólo a los más freaks de cada casa, una tasca que interpreta el derecho de admisión a lo bestia, un frenopático sólo apto para sujetos dudosos. Qué grande, el fútbol, esa religión con 1.200 millones de practicantes y aún más seguidores.
Esta semana hemos podido asombrarnos con una nueva exhibición de Gutiérrez Haz., alias Guti, alias ese ilustrado. En una sola entrevista afirmó que a Florentino "no le están saliendo bien las cosas" -¿acaso le confunde con Ramos, ese lateral diestro?-, que los jugadores extranjeros "no entienden los valores del Madrid" y por último que "ahora" tiene edad para estar hasta las 6.00 de la madrugada en los tugurios más ilustres de su ciudad. Recordemos: es capitán de su equipo, todo un veterano. La prueba de que coeficiente intelectual y fútbol nada tienen que ver.
-¡Es que el fútbol es un deporte, no una especialidad del postgrado de metafísica alemana del XIX!-, dirá alguien, reivindicando que lo único que se debe exigir a los futbolistas es que parezcan atletas griegos. Ni eso. Estos días hemos visto a Ronaldo meter su 11º gol en 17 partidos en Brasil, una media que ya hacía en Europa. "Estoy gordo, yo no me convocaría", afirmó, riéndose de su preparador físico, sus suplentes y su hueste de amantes. Pero tiene toda la razón: está hermoso, como Maradona o Romário, como Gascoigne. Bien podría haber sido un tío sin cambio de ritmo -Xavi, Lampard- o un gigante patizambo y desdentado -Rivaldo-.
O incluso un manco como Álex Sánchez (foto), el prometedor delantero de la cantera del Zaragoza. Sólo él sabe las barbaridades y los pintorescos insultos que habrá escuchado en los córners por haber nacido sin mano derecha. El domingo llegó a la cima, al debut en Primera. Aún más arriba estaba un depresivo crónico como Robert Enke, que no se repuso a la muerte de su hija, y hasta que fue al encuentro de un tren se disputaba la titularidad ni más ni menos que de la selección alemana en el próximo Mundial.
Este foro se declara fan acérrimo de los idiotas, los gordos y los tullidos, los desgarbados y los melancólicos. Ellos, con sus grandezas y miserias, hacen que desde el sofá nos sintamos futbolistas, que nos veamos capaces de todo. Algo que no ocurre viendo a los gigantes del baloncesto, a los héroes del ciclismo, a las bestias anfibias de las piscinas. El fútbol, el gran circo de la humanidad. Como diría el poeta, "el estiércol y las flores".

domingo, 8 de noviembre de 2009

¿Vale de tacón?

De Laudrup ha quedado su croqueta (http://www.youtube.com/watch?v=sjAtmol1mzI). Romário dejó las vaselinas con el interior y los remates al palo largo con el exterior (http://www.youtube.com/watch?v=BGud9vKGapA). El Innombrable sabía que también se puede regatear a lo ancho (http://www.youtube.com/watch?v=4eD3aEVRPz8, 2'12"). La memoria del fútbol les agradecerá siempre que patentaran gestos técnicos que ya se habían inventado pero que eran poco más que rarezas. 
Y ahora nos encontramos a un gitano musulmán sueco de extrarradio dispuesto a cambiar para siempre nuestra concepción del taconazo. Ibrahimovic, ese monstruo flamenco, reinventor del arte del zapateado, consiguió ayer una de las asistencias más salvajes que se han visto en el Camp Nou, y es mucho decir. Sumó, además, su séptimo pase de gol en lo que va de año, igualando todas las que el Negro Descabezado y Enloquecido consiguió en toda la pasada temporada.
El gesto no es difícil, pero la visión de juego es sobrenatural. Pobre Pedro, imagínense si falla. Subiendo el volumen (http://www.youtube.com/watch?v=6CrzJd8gAnw) se oye el "¡Ooohh!" del Camp Nou, el estadio menos impresionable del mundo. Picassovic dio ayer hasta seis taconazos -en el aire, dentro del área, con defensas colgados de la espalda- para explicar que si a fútbol juegan los hombres y no los patos, por algo será.
Cuando le enfocan las cámaras, debajo de esa mirada reconcentrada, a veces se le intuye un esbozo de sonrisa. Le ocurre cuando está a punto de hacerle al defensa la gran pregunta: "¿Vale de tacón?".

jueves, 5 de noviembre de 2009

¡Pánico en la grada!

Culé Cabreado (CC): ¡Sólo hemos metido tres goles en cuatro partidos!
Culé Pentacampeón (CP): Sí, ha habido mucha mala suerte que cambiará en las dos últimas jornadas.
CC: Como no cambie, estamos fuera. Y merecidamente: sólo hemos ganado un partido de cuatro.
CP: ¿Cuántos merecimos ganar: todos, o todos menos uno? Dependemos de nosotros mismos. Un empate y una victoria bastan. 
CC: Sí, pero nos lo jugamos en otro congelador y contra Eto'o y Mourinho en el Camp Nou.
CP: Peor para ellos, Messi e Ibra juegan en el Barça.
CC: Huele a catástrofe, tanta mala suerte es un anticipo de tragedia.
CP: El Liverpool necesita un milagro para seguir en Champions y aún creen. ¿Acaso son mejores que nosotros?
CC: ¡Pánico en la grada!
CP: ¡Viva la Champions y el fútbol en el abismo! ¡Muera el Gamper y las pachangas cutres!

domingo, 1 de noviembre de 2009

El precio de la eternidad

Malcolm McDowell tiene 66 años y hace casi 40 que es historia. Es más que eso: es un icono, un sello inconfundible y omnipresente en las carpetas de las escolares más rebeldes y en los pósters de los freaks más gafopastos. McDowell interpretó en su día a Alex, el terrorista callejero de La naranja mecánica de Kubrick. El matón y violador sin escrúpulos que recibe la célebre condena que aparece en la foto: el tratamiento Ludovico, que le obligaba a ver imágenes sin siquiera pestañear.
Hace unas semanas, el bueno de Malcolm trajo su inquietante mirada azul a Sitges y tuvo bonitas palabras de afecto para Kubrick. Recordó cómo rodando la escena sufrió un desgarro de córnea y cómo el director le obligó a seguir rodando, sin pestañear, a pesar del dolor. A cambio de ese suplicio, su nombre figura en la historia del cine.
Esta bonita parábola es un intento de reconducir la furia anti Márquez que vivió esta Caverna anoche. Nuestro romántico y atolondrado central -casi siete años en Barcelona le contemplan- está completando un inicio de temporada tremebundo; el de ayer es el cuarto gol rival en que participa. Es el kaiser un central con horchata en las venas, que no se alteró ni cuando en el vestuario le regalaron un CD de Alejandro Sanz, por cuya esposa estuvo a punto de fichar por el Atleti. Pero -y ésa es la grandeza del asunto- ocurre que Márquez es de los pocos centrales en el mundo que saben sacar jugado un balón, algo imprescindible en este Barça.
El arte, la eternidad y las naranjas tienen un precio. El que pagamos en el Camp Nou es el de tener a uno de los grandes empanaos del mundo del fútbol. ¿Compensa? Viendo a McDowell en Sitges, uno habría dicho que sí.
PD. Conozco a mi audiencia y sé que nadie compartirá lo que aquí he escrito. Sean ustedes creativos y sugieran castigos dignos de nuestro dorsal 4, alias la venganza de Moctezuma.

miércoles, 28 de octubre de 2009

¿Qué le contaré?

¿Qué le contaré dentro de un año, y dentro de dos, y cada glorioso 27 de octubre?
Le hablaré del fútbol, ese deporte en que los presupuestos son indiferentes, ese juego absurdo en que la lógica nunca se cumple. De la vida, esa complicada sucesión de días en que uno nunca sabe a qué atenerse, en que cada cura esconde a un padre y cada quiniela a un millonario.
Le contaré del Alcorcón, ese Brasil de la meseta que arrasó al equipo más prepotente jamás pensado. Y del Madrí (Madrit, caca), esa ruina venida al mundo para aleccionar a la gente sobre lo que es y lo que no es la vida. De Florentino, ese anafabeto, ese hombre que mira su cuenta bancaria y nada entiende, ese antifútbol que ha convertido a La Banda en la risa de Europa y al Barça en el NuevoTestamento.
Le diré que sueñe a lo grande, porque los más pequeños son capaces de cualquier cosa. Que la vida puede ser maravillosa.

lunes, 26 de octubre de 2009

El ciclo

Xavi dijo que eran "bobadas" y "una tontería como una casa". Algún juntaletras, más por la necesidad de polemizar que por madridismo, preguntó si había acabado el ciclo. Claro, un empate en Mestalla y una derrota contra el campeón ruso tras un día en que el Barça chutó 13 veces -diez más que el rival- lo justificaba sobradamente. Como dijo el poeta, http://www.youtube.com/watch?v=-HeRaXfsdSQ.
Pues resulta que no. Que nadie se ha dormido porque entendieron con el adiós de Eto'o, Hleb o Cáceres que si Guardiola se huele que alguien va a desconectarse, lo finiquita. Porque seguro que cuando juegan a fútbol es su mejor momento de la semana, y porque tampoco llevan tanto tiempo ganando como para haberse hartado.
Contra el Zaragoza fue bonito ver esa sonrisa tan sincera que tiene Keita y a Picassovic, Bella y Bestia, patamula y superclase. Miren la foto, convirtiendo a Pavón en grácil bailarín. Fue bestial ver a Messi odiarse a sí mismo por fallar dos goles cantados e insistir en la vaselina. La máquina de triturar sigue engrasada, La Banda sigue siendo la ruina del pasado año, aunque un poco menos efectiva (*). ¿Fin de ciclo? Lo único que se acabó ayer fueron los cubos de baba del Camp Nou.
*El pasado año, contra idénticos rivales (sustituyendo a los descendidos por los que han subido) el Madrí sumaba un punto más. El Barça tiene los mismos, y ahora encaja menos goles.

miércoles, 21 de octubre de 2009

En la derrota

Qué bueno que se sepan frágiles. Qué bueno que sepan que el fútbol no respeta nada, ni siquiera al mejor equipo en 20 años. Qué bueno que sepan que un equipo plagado de tíos impronunciables y ex jugadores del Nàstic te puede hacer un descosido. Qué pedagógico saber que e tal Ryazantsev puede meter en el Estadi el gol de su vida y celebrarlo a la manera rusa, con una sonrisa tímida y los brazos a duras penas levantados.
Es que el fútbol es esa cosa indescifrable que el pasado fin de semana le dio una lección a la malvada calculadora de Benítez: http://www.youtube.com/watch?v=fAyacBwooEg. Ese juego de azar insondable en que una tanda de penaltis puede tener un resultado tan asombroso como el que pudo verse el viernes pasado en la final del Mundial sub 20 (http://www.youtube.com/watch?v=ev9hOQXSgvg, no se pierdan al portero con menos estilo y más potra desde Busquets y Angoy).
La Caverna no tiene miedo esta noche. La Copa de Europa es una competición de campeones exóticos, y eso es lo que pudo verse anoche en el Camp Nou. Si quieren equipos miserables en la liguilla, pásense al Real La Banda Madrid Drenthiano, donde gozarán de diversas ruinas balompédicas en todo su raquitismo. Los octavos de final tienen un precio que pasa por doblegar a Mourinho y a los soviéticos a domicilio. 
Alguien lo escribió antes: 
Si lo que quieres es vivir cien años 
No pruebes los licores del placer.
Si eres alérgico a los desengaños
Olvídate de esa mujer.
Compra una máscara antigás,
Manténte dentro de la ley.
Reduce la velocidad.
Si lo que quieres es vivir cien años
Vacúnate contra el azar.
Si lo que quieren es jugar para ganar, monten un trofeo Santiago Bernabéu. Si quieren vivir la vida, vibren y sufran con la auténtica Copa de Europa. 

viernes, 16 de octubre de 2009

Mamadas y fútbol: ¿un plan perfecto?

Cuando Maradona habla, es el fútbol quien lo hace: un compendio de bajas pasiones, talento, insensatez y orgullo. Cuando Maradona pide a los periodistas que "la chupen y sigan chupando", no hay que indignarse. El hombre que mejor trató al balón -y al que cada vez se parece más- suele esconder sabias lecciones en sus asombrosos soliloquios de enfermo mental.
Tras el ataque de ira queda un poso del que rara vez se habla: el odio cerval que sienten los futbolistas por los periodistas. Más claros que la explosión del barrilete fueron los cánticos de sus jugadores, reunidos en fraternal piña tras certificar el pase al Mundial: "¡¡Y putos periodistas, putos periodistas, la puta que los parió!!", cantaban, con ese espíritu ilustrado que sólo brota en ciertos países privilegiados en lo que al fútbol y rencor se refiere. A su alrededor se apiñaban una veintena de cámaras, reporteros de radio, juntaletras y fotógrafos que se afanaban por hacer su trabajo. Una escena impagable.
Existen decenas de casos similares en que los jugadores se hartan de odiar o humillar de silencio o de palabra y pasan a los hechos; ellos, al menos, cuentan con el atenuante de la honestidad:
¿Por qué los futbolistas odian tanto a los periodistas, además de porque mataron a Lady Di? Porque cuando un crack se siente criticado no puede odiar a su afición: es lo que da sentido a su tren de vida, a su monumental ego, a la sensación de ser un elegido del Señor. Más fácil es mirar a los idiotas del peto, de la cámara, de la libretita y el boli.
Coda: Lo que Maradona quiso no fue sólo vengarse. Fue también exigir a los periodistas que se dediquen a lo que tanto y tan bien hacen: glosar los éxitos y silenciar los errores. En argot, mamarla.
Coda II: No se pierdan la tragicómica historia de Hermes Muñoz: http://www.elmundo.es/papel/2007/03/16/catalunya/2098435.html

sábado, 10 de octubre de 2009

Que corra el tiempo

Hace ahora tres años que servidor cometió uno de sus cuatro grandes errores profesionales al escribir un artículo de opinión sobre las maquinaciones de Tamudo, De la Peña y Luis García en el vestuario del Espanyol: http://www.elmundo.es/papel/2006/10/06/catalunya/2034152.html.
Por la solvencia de las fuentes, el tema debería haber sido un reportaje, nunca un triste artículo. Como consecuencia de ello, los protagonistas de la trama llevan desde entonces negándose a ser entrevistados por mis antiguos compañeros de trabajo.
Veo con asombro que aquello se publicó un 6 de octubre de 2006, hace ya tres años. Aún sigo arrepentido. Sin embargo, resulta divertido ver cómo siguen todos metidos en ese mismo vestuario. Y además, con Pochettino en la trinchera de enfrente. Esta semana se ha sabido que Luis García, por defender a Tamudo, se encaró con un periodista. Y que el hombre que provocó al antibarcelonismo el orgasmo más grande jamás contado (http://www.as.com/futbol/articulo/tamudo-polvo-siglo/dasftb/20070610dasdaiftb_23/Tes?print=1) pide abandonar el club en diciembre. Cuando eso ocurra, eso será como un milagro para los pericos o filopericos que han visto su club secuestrado por el mejor delantero de su historia. Será una bendición para quienes tenían ganas de perderle de vista para siempre.
Los que dicen que el tiempo todo lo cura tienen razón. Quien escribió que el verano siempre llega, también. O eso espero.

domingo, 4 de octubre de 2009

Lo que Pedro se olvidó

Vean esto, http://www.youtube.com/watch?v=MVftd6fbG8Qno sin antes saber que:
a) El africano enloquecido es Adebayor, el delantero que el City fichó del Arsenal este mismo verano.
b) El africano enloquecido juega en casa, pero cruza todo el estadio humillando a Bolt para ir a dedicar el gol a su antigua afición. (1' 00"). Para que no hubiera dudas sobre sus intenciones, antes (28"), le había marcado la cara a Van Persie.
El rapto de locura ultradefensiva que padeció ayer el Amería haría pensar a más de uno en Adebayor, que fue sancionado con tres partidos porque la FA interpretó lo que era obvio: que su celebración, clasificada como "conducta violenta", fue una forma descarada de provocar al rival.
Con Chico incrustado a Xavi y siguiéndole hasta el córner para amenazar su salud mental, con Ortiz sobre Iniesta y Bernardello dedicado al noble arte de hacer faltas, se hacía imposibe jugar. Sólo Puyol y Maxwell podían recibir con un mínimo de comodidad en lo que parecía más un campo de concentración que un campo de fútbol. Y sin embargo, la opción del Almería fue absolutamente legítima: a punto estuvieron de rascar un punto y de conseguir que ese azote del barcelonismo llamado Hugo Sánchez ("¿Te pica la vasectomía?", que decía una célebre pancarta) volviera a ser portada del As.
Por eso, más de uno se quedó pensando que lo único malo del golazo de Pedro fue que no se lo dedicara al mexicano con un sentido y prolongado frotis testicular. Ya saben, el fútbol: el deporte donde es legítimo jugar a desquiciar al rival y es lógico que los comités hagan su trabajo y donde, de vez en cuando, a un goleador se le apetece humillar a sus víctimas.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Puro fútbol

¡Esto era el fútbol! No las palizas sumarias a equipos raquíticos y temerosos como el Atleti o el Racing. No las victorias rutinarias con la calculadora de Pep administrando los cambios y los tiempos de cada gol. Qué gran Dinamo. Shevchenko parecía joven, sus compañeros salían a la contra rabiosamente y con un cuchillo entre los dientes. Un homenaje a Blokhin, Yashin y a todo el exotismo del fútbol que vino del frío.
En toda la pasada Champions, sólo el Shaktar con ese coloso llamado Brandao le exigió tanto al Barça en el cuerpo a cuerpo. Y por supuesto, el Chelsea de la noche del alarido. Qué buena la Copa de Europa, en que Puyol se quita de encima cinco años, Keita parece rápido e Iniesta vuelve al eslalom. Qué animalada ver a Ibrahimovic sentar rivales por el camino, verle por fin veloz, con el físico afilado. El Dinamo estuvo tan bien que frustró a Messi, mantuvo la intranquilidad en el Estadi hasta con el 2-0.
Basta de farsa en la Liga, basta de reverencias al Barça. Por bueno que sea, el fútbol se inventó como simulacro bélico en que dos equipos se atacan, no como un mal plagio de sitio de Numancia en que unos cargan y cargan y los otros sólo esconden a las mujeres y los niños. El Dinamo dio anoche una lección: sin miedo en ambas áreas, el fútbol no es puro.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Weligton y el hecho del fútbol

El pasado lunes se celebró la primera jornada del juicio a los temibles futbolistas del Bada Bing, responsables de diversas fechorías en la Tercera Regional ( http://lacavernaazulgrana.blogspot.com/search?q=pena+negra). Por supuesto, esta Caverna asistió al juzgado para ver la cara de tan juiciosos deportistas.
Israel M. G. era uno de los principales acusados. Se enfrenta a una pena de seis años y cinco meses de prisión y compareció esposado, dado que ya está en la cárcel de forma preventiva. Con las manos a la espalda, respondió a las preguntas que le formularon. El fiscal le recordó que la víctima de la agresión había pedido el cambio suplicando a su entrenador lo siguiente: "Sácame porque me van a matar a mí y a mi hermano". Israel no se inmutó. Admitió que fue "un partido muy duro" y se definió como "un jugador duro en el campo", pero insistió en que aquello era "simplemente un partido de fútbol".
Según la acusación, fue algo más que eso: en cuanto vio que su presa pedía el cambio, hizo una salvaje entrada que le valió la tarjeta roja que necesitaba para abordar a la víctima en el túnel de vestuarios. Según el fiscal, Israel M. G. y dos compañeros más fueron los responsables de las lesiones que sufrió el dorsal número cinco de Rosario Central: "Policontusiones, traumatismo craneal, heridas inciso contusas en el cuero cabelludo, edema subgaleal, contusiones braquiales y torácicas y arrancamiento parcial del pabellón auricular". Además, hubo otros siete heridos.
Cuando su decaración estaba a punto de finalizar, Israel M. dijo lo siguiente: "Es el hecho del fútbol: las patadas". Ayer, viendo la saña de Weligton en su marcaje sobre Messi, otro rosarino, me acordé de sus palabras. El hecho del fútbol. Las patadas. A pesar de los árbitros, incluso a pesar de la justicia ordinaria, este deporte nuestro no es ninguna broma.
El hecho del fútbol.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

El 'crack' fundador

El más grande en 110 años de historia. El hombre que hizo inevitable la construcción del Camp Nou y que el Barça tuviera un estadio del tamaño de sus sueños. El crack que escondía tan bien el balón que aún hoy nos parece normal que un delantero azulgrana reciba dentro del área entre cinco tíos y aguante la posesión antes de dar una asistencia de tacón. El delantero devastador que consiguió que ya no nos sorprenda que tengamos jugadores que marcan cuando les da la gana y pueden salir aplaudidos de cualquier estadio. Todo eso es Kubala, a quien hoy se le dedica una estatua en el Estadi.
Esta Caverna tiene la suerte de tener lectores que le vieron jugar en directo. "Recuerdo que en Sarrià te podías sentar en el córner, a pie de césped, apoyado en una pared de cemento. Desde ahí, alargabas la mano y tocabas a los jugadores, oías su respiración, sus gritos en las faltas", me cuenta este culé ilustre, a quien aún se le nota la emoción de aquel día.
Eran otros tiempos: la presentación del equipo se hacía el día de Navidad en matinales contra equipos formados por las tripulaciones de barcos ingleses que hubiera atracados en el puerto. Un tiempo en que no era raro ver al gran Laszi tendido en el segundo tiempo a causa de las rampas, o andando los últimos minutos: la preparación física no existía entonces y no había sustituciones.
"Recuerdo esos cuixots que tenía, era muy ancho de cadera, si hubiera querido, habría sido capaz de no perder la pelota en los 90 minutos. Fue comparable a Di Stéfano, pero tenía menos inteligencia sobre el césped", me explican. A Kubala se le recuerdan también sus malabarismos, su disparo tremendo. "Fue quien tiró del club hacia arriba; el Barça se hizo grande en tiempos de él".
Un jugador de leyenda, puede que el primer gran ídolo de masas barcelonistas, tan bueno y con unos ojos tan azules que se le perdonó que se fuera al Espanyol. Amó tanto al Barça que nadie le importó mirar a otro lado cuando se hablaba de los excesos del gran Kubala, de sus noches golfas junto a otros compañeros de delantera en locales que ya no existen. Fue tan asombrosamente bueno, que nadie creyó una palabra cuando se habló de un atropello mortal en a Diagonal a altas horas en que el conductor era él, el gran dorsal número ocho.
Uno no puede imaginar un homenaje más grande que el de tener una estatua en el gran templo del fútbol. La suya es bien merecida: cuando la admire, el barcelonismo debería recordar a aquellos barcelonistas que aprendieron a creer que toda era posible con él, a los niños que lloraban si le expulsaban tras una tángana en el campo del Espanyol, a los que recuerdan que el Barça no fue siempre tan grande y universal. Habría que recordar a los que medio siglo después guardan aún en su casa una fotografía dedicada, recuerdo del primer crack.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Pecado capital

"Perdónanos, Pep, porque no sabemos lo que hacemos". Algo así debería murmurar el buen barcelonista cada vez que se pierde un partido. Cada vez que trabaja a la misma hora en que juega el Barça. De hecho, hay soluciones: flexibilidad laboral, compensación de horas de trabajo perdidas, abandono de aquellos empleos que impidan seguir el segundo año de esta maravilla de la técnica. Lo que sea por los brotes verdes del Camp Nou.
...No consentirás pensamientos ni deseos impuros, no codiciarás los bienes ajenos y no te perderás ni un minuto de este equipo. El undécimo mandamiento es de cumplimiento obigatorio en la dorada era en que Messi sigue enamorado del balón y convierte cada acción en un desafío. Pero el barcelonista, frívolo e ingrato por naturaleza, se mete en un local cerrado sin televisión a la hora del partido.
Habrá que recordar que el primer pecado capital es, en efecto la lujuria: ese exceso carnal que hace a uno olvidarse de que nada es tan precioso como este prodigio futbolístico que, como todos, es caduco. El pecado es mayor ahora, cuando este equipo echa a andar y aún vacila y se equivoca. Cuando se estrena un nueve que no busca balones al espacio, cuando Henry debe demostrar que sigue siendo un digno titular de este equipo de leyenda, cuando está por descubrirse a este prodigio de la fealdad, a este Chigrinski, cuyos antepasados se cruzaron sin lugar a dudas con el último Austria, allá por el siglo XVII (http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Juan_de_Miranda_Carreno_002.jpg). Cuando está por ver si este Barça sigue hambriento.
Aún así, hay gente que se casa en sábado, con lo hermosos que lucen los trajes en jueves. Perdónanos, Pep.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿Enemigos?

En el estadio de las torres de doce vueltas, en la ciudad de las palomas robustas y los helados artesanos, en el club maldito que no gana en Europa desde hace casi medio siglo, cuesta mucho encontrar un enemigo. 
Contra esa gente acostumbrada a la derrota y la humillación, esa afición que se ha quedado sola recordando su pasado frente a la soberbia del Milan de Berlusconi y la solidez de la Juve de los Agnelli, cuesta inventar venganzas. 
Contra esa ONG que se llevó el rencor infinito del mejor delantero que hemos tenido en el siglo XXI a cambio de Ibrahimovic, y encima aspira a llegar a la cima con Motta, poco odio se puede sentir. 
Es el popolo nerazurro, el que aún se seca las lágrimas por Ronaldo, el más sentimental del país que más respeta el fútbol en toda Europa. Si no fuera por la fea costumbre que ha adquirido el Barça de ganar, el Inter sería como un hermano gemelo. Se ha quedado en un primo mayor, melancólico y cenizo. Pero sigue lejos de ser un enemigo.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Una lección de sinceridad

De pronto, sabes que en algún momento vas a morir, y en las resacas y los bajones se percibe en qué medida las drogas contribuyen a ese proceso; agotando los recursos espirituales, mentales y físicos, alimentando la apatía con la misma frecuencia que alimentan la emoción. 
Irvine Welsh (Trainspotting, Porno)  
¡Por fin puro y simple once contra once! Y la cosa empieza fuerte: en la jornada dos ya se ha visto que la Liga puede dar muchas sorpresas, pero que ésas no llegarán de Barça ni Madrid. Comencemos, igual que todos los telediarios de este país, por La Banda, que ha ganado a Deportivo y Espanyol en casa y fuera, como ya hicieron el pasado año. En esos partidos logró un average de +3, mientras que este año acumula un +4: la abismal diferencia hace buena la locura transitoria de Floren. 
Su propuesta sigue siendo la de Capello, aunque como novedad, este año tiene a dos futbolistas que saben jugar a primer toque (Benzema y Xabi) y el pasado año no tenía a ninguno. A pesar de su legión de cracks, en dos jornadas ya ha quedado claro que el Bernabéu seguirá mirando al Camp Nou igual que miraban los españolitos a las turistas suecas en los años 60. El reto de los blancos sería acercarse al Barça, lo que pasa por superar los 78 puntos que sumaron entre Schuster y Juande la pasada temporada, cosa que parece muy difícil. 
Pero por supuesto, que La Banda rebase al Barça parece ciencia ficción si no media una plaga de lesiones en los azulgrana, que si bien son el mejor equipo de Europa, no tiene una plantilla para presumir de medio campo para adelante. Puede que por eso Guardiola haya fichado al único ariete del mundo que puede garantizar muchos goles a la vez que genera juego. Ibrahimovic supera a Eto'o en disparo lejano y juego aéreo, y lo deja a años luz en visión de juego. Sin embargo, Ibra no es tan oportunista ni tan rápido. ¿Qué será más necesario para el Barça en los partidos que se pongan cuesta arriba? Guardiola ha concluido que lo primero, de lo contrario, en el pentacampeón habría hoy un nueve asturiano.
En fin, el Barça sigue siendo lo nunca visto. Y el Madrid, la res de siempre, traída al mundo para alimentar la apatía y la emoción. Gracias al fútbol por tanta y tan pronta sinceridad.

martes, 8 de septiembre de 2009

Antorchas contra el viento

El célebre doctor Solé (?) aseguró en cierta ocasión que la frase "Cariño, tenemos que hablar" fue lo último que se escuchó en la sala de control de la central de Chernobil antes del Apocalipsis. Así que agárrense a sus sillas, porque tenemos que hablar antes de que termine este idilio: esta Caverna aspira a explicar el fútbol de una forma determinada y por eso tiene entre sus referentes a gente como Valdano, Cruyff, Golobart, Enric González, Villoro o Segurola. Todos distintos, pero todos referentes por cómo hablan de este juego. Por eso quedan distinguidos como antorchas, aunque de vez en cuando lleven la vergüenza a este foro.
Con Cruyff y sus business, la verdad, no hay conflicto. Como faro no tiene precio, y es posiblemente el que más sabe de fútbol de todos, es prácticamente infalible. Si a eso se suma que a duras penas sabe hablar, se comprenderá que la forma de sus artículos es lo de menos. Otro tanto ocurre con Golobart: no falla nunca, y parece la clase de persona que aunque fuera presidente del Espanyol seguiría siendo sensata y aguda en sus comentarios.
Por Enric González y Juan Villoro sólo podemos sentir agradecimiento: cuando hablan de fútbol, lo elevan. Cierto que el primero es perico y del Chelsea, y que el segundo escribe de fútbol menos de lo que debiera. Pero son el ejemplo viviente de que el fútbol no es coto privado de iletrados y campistas.
Pero ¡ay, Valdano! En su nuevo cargo como mamporrero (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=mamporrero) del régimen de Super Floren, ha protagonizado declaraciones lamentables contra el Barça. Su pecado es triple: tener un cargo clave en un proyecto que causaría rechazo en cualquier filósofo del deporte de su talla, dar munición contra el Barça a las yihads capitalinas y haber dejado los teclados. Asumámoslo: ahora es el brazo armado del Madrí y tardará en volver a comportarse como un ilustrado.
Y sobre Segurola, hay poco que decir. Sencillamente, en el pasado alcanzó cotas de excelencia en sus artículos que ahora le quedan lejos. Queremos pensar que es una mala temporada y que este grande del periodismo volverá por sus fueros. Sin embargo, su fichaje por Marca no ha sentado bien a sus musas. Aquí le esperamos. 
Y a las antorchas que se mantienen, a las que tiemblan y casi se apagan, añadimos esta temporada una nueva: John Carlin, una referencia llegada de las Islas Británicas que en los 90 se enamoró de Barcelona y que abandonó su antigua fe (el United) por el placer estético de ser del Barça. Aquí va uno de sus últimos artículos: http://www.elpais.com/articulo/portada/Peter/Pan/olimpo/futbol/elpepusoceps/20090524elpepspor_7/Tes.
Que nos ilumine a todos.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Una pelota en el desierto

Como bien dice Raúl, esta Caverna ha quedado bastante abandonada durante quince días a causa de un viaje Jordania. Afortunadamente para él, en esa zona extraordinaria también se vive el fútbol y no está demás hablar de ello ahora que esa conspiración llamada fase de clasificación para el Mundial ha vuelto a dejarnos huérfanos de fútbol.
En ese lugar convulso y único no ha nacido aún ningún Zidane y su tradición futbolera es escasa. La superpotencia futbolística de la región es Israel, en el número 25 del ranking Fifa. Jordania jamás ha tenido ningún equipo legendario y es la 122. Pero a falta de calidad, sobra pasión. Primera sorpresa: los musulmanes de Oriente Medio son tan del Barça como los botiguers de Les Corts. La cosa tiene un mérito extraordinario teniendo en cuenta que nuestro escudo presenta una cruz de San Jorge clamorosa, y en esas tierras ese emblema es sinónimo de cruzados sangrientos.
Uno de los más recordados es aún Raynald of Châtillon, un psicópata del crucifijo que ha pasado a la historia por las torturas que realizaba en su castillo de Karak (foto). La fortaleza es el mayor atractivo de esta pequeña localidad y a sus pies se juega cada día a fútbol. Los partidos comienzan por la tarde y acaban pasada la media noche, cuando un vecino enloquecido aparece en pijama amenazando a los jugadores.
Obviamente, me uní a la pachanga y comprobé que la asombrosa hospitalidad de esta gente llega al fútbol: mis compañeros de equipo me daban cada balón bueno que podían para aplaudir entusiasmados los aciertos. Dos palmadas en la espalda y un respetuoso silencio seguían a los errores. ¿Y cómo juegan? Con regates y fantasía, con entradas duras pero bienintencionadas, con litros de sudor y mucha alegría. Bien haría Txiki en pasarse por la plaza de Karak, donde las cruces del escudo del Barça están tachadas pero se juega como si Cruyff diera órdenes desde la banda.
¿Han cantado Banda? Sí, el Madrí también tiene muchos seguidores en la región. Zidane hizo mucho por ello, pero un cocinero fue quien mejor me explicó por qué los blancos generan tanta simpatía: "Alá Madrid!", exclamó, mirando al cielo. La Premier y el calcio, por cierto, no existen en la región. Será que tienen buen gusto.
Otro lugar donde no esperaba toparme con la grandeza del fútbol fue en pleno desierto de Wadi Rum, donde nos acogieron cuatro hermanos menores de edad. El que tenía siete años ha oído hablar de Ronaldinho, saluda como él y juega descalzo por las arenas infinitas que rodean su haima. Con su inocencia de saltimbanqui me hizo recordar que el 77% de los culés viven fuera de España. Si alguna vez visitan esas soledades, le reconocerán fácil: se llama Mohammed y le dejé ensayando cómo aguantar el balón en la nuca. Todavía no sabía hacerlo pero sonreía igualito que el crack.

sábado, 29 de agosto de 2009

Celebrar la vida

Con todos ustedes, James Hetfield. 46 años, 28 de ellos dedicados a la noble actividad de ser una estrella del rock. Ex chico malo, ex alcohólico, superviviente de accidentes mortales y ex hombre peligroso y excesivo, es hoy alguien que ha abusado de la autoayuda, los mediadores y las terapias de grupo. Todo para mantener la llama de la obra de su vida, Metallica. Una tarea casi imposible teniendo en cuenta que la cumbre de este grupo californiano llegó a finales de los 80.
El Barça me hizo acordarme de él anoche. Asomando la Liga, con una Supercopa ya en el bolsillo y obligados a derribar la pesada muralla del Shaktar. Aún reciente el recuerdo de la felicidad absoluta del pasado mayo, del 2-6, la Copa, Roma, ayer les tocó sudar contra un equipo que logró la proeza de anular a Xavi. Y además de sin cerebro, el Barça jugó con dos de sus tres atacantes sin chispa ni ritmo. Una noche para remangarse, más para el Eibar que para los reyes de la haute cuisine.
Pero el mismo Barça que el año pasado supo perseverar y sufrir aún tiene hambre. Ése será su mejor aval en el año que empieza ante un Madrid que ha traído a cracks únicos pero que es menos equipo que el Barça Athletic de Luis Enrique. En el minuto 115, Messi vio el hueco y Pedro marcó. Y cómo lo celebraron: lo mejor del partido. Con entusiasmo, como si el fútbol se les acabara mañana. Fue entonces cuando recordé la perilla de Hetfield: el pasado julio tocó en Barcelona ante 50.000 incondicionales. Apareció con lumbago, aires de gurú indio y lamentablemente sobrio. Pero agarró el micro y abrió la noche con una pregunta demoledora: “How does it feel to be alive?!”, gritó. El magullado James ha dado con la tecla de la vida, igual que Guardiola. La clave es la actitud. Vuelve el fútbol. Celebrémoslo.

jueves, 20 de agosto de 2009

Proyecto hombre

Se llama Mauricio Baldivieso y su tragedia comenzó, como tantas otras, en una idea de bombero de su propio padre, que vino al mundo con el augusto nombre de Julio César. El personaje se hizo entrenador y el pasado mes de junio hizo debutar en el primer equipo del Aurora al pobre Mauricio, que contaba 12 años de edad.
La estupidez acabó mal: el chaval salió a campo en el minuto 80 con el dorsal diez a la espalda. A la segunda que tocó, dio la espalda a su defensor, hizo un toquecito de más y claro, se llevó el patadón. (http://www.youtube.com/watch?v=c2GF8O1-IEY, 50 ''). El chaval demostró que su padre le dice cada noche que es la reencarnación de Maradona y se encaró con todos, participó en la tángana... En fin, que demostró que tiene todo para convertirse en un Gerard López precoz, en otro De la Peña que tira su carrera por la borda, en un Jonathan Soriano que tras seis años de ser promesa ha acabado fichando por el Barça Atlètic.
Por si no fuera poco, a las pocas semanas su padre abandonó el club porque alguien con sentido común le pidió paciencia con su hijo. Respuesta: "Tiene que saber el país y el mundo entero que en Bolivia se le cortan los pies a los jóvenes con talento". Señores, este chaval acabará muy mal. Desde este foro nos comprometemos a seguir su descenso a los infiernos y al anonimato y le recomendamos que contacte con los amigos de Proyecto Hombre. Falta le hará.

martes, 11 de agosto de 2009

'Casi toda la mentira'

Un buen amigo, en plena escalada de mentiras conyugales, se preguntaba siempre lo siguiente: "¿Ocultar la verdad es mentir?". De él me acuerdo muy a menudo, y más estos días, cuando he vuelto a protagonizar una proeza literaria digna de Jackass: leer las memorias de Josep Maria Minguella.
El engendro lleva por título Casi toda la verdad, y no podía resultar más decepcionante. Minguella escribe un largo auhohomenaje, en que repasa sus inicios -entrenador de categorías inferiores del Barça y su paso a segundo entrenador gracias a que sabía inglés, igualito que Mourinho- y tarda un mundo hasta llegar a su vida como representante de jugadores.
Pero cuando por fin llega el meollo del asunto, qué decepción. Con decir que exculpa a Gaspart, está todo dicho. Sobre el Infame sólo dice que era "muy barcelonista" y "muy duro negociando". Sobre el delicado asunto de las comisiones, ni una palabra. Él, uno de los hombres mejor informados del planeta fútbol...
Se agradece, en cambio, que no oculte que en una ocasión fue condenado por sus negocios. También son aprovechables los detalles que da del intento de hacer una candidatura de unidad al final de la era Núñez. La única anécdota aprovechable del libro recuerda una época anterior: Núñez y Gaspart se reunían semanalmente con Cruyff. Y cuando le pedían explicaciones de algún aspecto exclusivamente futbolístico, Johan Vader les decía lo siguiente: "Con vosotros no hablo de fútbol porque no tenéis ni puta idea".
En fin, Minguella, para hacer algo tan edulcorado y prudente no valía la pena molestarse. Porque se corre el riesgo de que alguien piense que tú tampoco tienes ni puta idea. O, peor aún, de que te llamen mentiroso.

lunes, 10 de agosto de 2009

Perdurar

Los niños suelen conocer a eso de los diez años que, irremediablemente, algún día morirán. Una reacción habitual es pensar: "Cuanto más tarde, mejor". A ese pensamiento pragmático, algunos padres añaden una idea pintoresca: la de perdurar.
-¿Qué es perdurar, papá?
-Ser recordado tras la muerte.
Hay muchos caminos para ello: la penosa vía de la santidad, la sorda batalla por amasar una fortuna, las miserias por obtener el poder político. Hay incluso quien se hace artista para que sus obras le sobrevivan o quien, de una forma más o menos honesta, apuesta por reproducirse una y otra vez para que su ADN hable por él cuando el tiempo le entierre. Pero ningún camino es más estrambótico y complejo que el de llegar a la cumbre del fútbol capitaneando al club de toda la vida.
El epitafio de Jarque será sucinto, pero bien podría decir: "Bravo defensa del Espanyol que murió tras obtener el brazalete de las garras que lo tenían secuestrado. Fugaz capitán que recordó al mundo que su equipo no era una secta criptomadridista, sino una familia entrañable y maldita".
Estos días se ha dicho que Jarque habría muerto igualmente aunque hubiera sido camionero, informático o celador. Puede que así sea. Pero en eso caso, difícilmente habría conseguido perdurar.
Coda. Se me ocurre que tal vez tendrá un hijo futbolista que acabe llegando al primer equipo del Espanyol. Sería una de esas cosas bellas y terribles que sólo pasan en el fútbol.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La mejor lección de J.J. Santos

¡Quién dijo miedo! En un asombroso acto de fe, he llegado hasta el final de Abrazos y zancadillas, las memorias profesionales de J.J. Santos. Son 254 páginas leídas íntegramente en el excusado de mi hogar.
Sólo con ver la foto, ya sabrán los muy escasos barcelonistas que siguen este blog que no es un periodista que levante demasiadas simpatías. Pero resulta que el libro está bien surtido de anécdotas y eso alivia la absoluta ausencia de placer estético que uno encuentra en la obra. Lo que cuenta J.J. vale la pena -a pesar incluso de los extractos soporíferos en que narra su infancia e inicios- porque es un manual extraordinario para comprender por qué en Madrid el periodismo deportivo es como es. Cualquiera que tenga interés en la información futbolera puede sacar mucho provecho de estas páginas. Me explico.
JJ, en un acto de honestidad que le honra, recuerda cómo en sus inicios radiofónicos en una pequeña emisora de Madrid recurrió a las polémicas abiertas con José María García para ganar notoriedad y audiencia. Tanto subió el tono de la contienda, que el Butanito llegó a reírse públicamente de la cojera de JJ. Éste no tuvo mejor ocurrencia que replicarle en directo. Le llamó "sabandija carroñera", "enano mental", "tarado de poca monta", "mezquino" y, atención, "culibajo". En el libro se disculpa y dice estas palabras, que tal vez habría que colgar a la entrada de las redacciones de la mayoría de medios deportivos que confunden deporte con polémica barata: "He de reconocer que los de mi ramo tendemos a hacer públicas nuestras broncas, que nos gusta exhibir nuestras miserias, que queremos hacer partícipe al error de nuestras guerras. Craso error. (...) No está bien emplear el tiempo de información y opinión para este tipo de cuestiones".
Esta agresividad, este estado permanente de inflamación de carótida, es particularmente acusado en la radio deportiva que se hace en la capital. Supongo que a eso ayuda la dictadura de las audiencias y también el hecho de que las referencias en el campo (García, Azuara, De la Morena o Abellán) han rentabilizado bien este estilo. Que ese estilo haya llegado al papel, es una pésima noticia que acaba convirtiendo a los juntaletras en polemistas deportivos.
Por el libro desfilan las guerras y los idilios de JJ con Clemente, Gil, El Chava, Eto'o o Aragonés, con ese estilo típicamente mesetario que afortunadamente aún no ha llegado a la prensa catalana. Hay, por supuesto, mucho revanchismo (Urdaci, por cierto, sale muy mal parado) pero también autocrítica, como cuando evalúa su seguimiento del Mundial de Corea y Japón tras una amabilísima entrevista a Raúl, que ya estaba en el ojo de la polémica: "Lo malo de ser la televisión oficial del mundial es que acabas perdiendo la perspectiva crítica, porque tus intereses, más que nunca, van unidos a los de la Selección".
Sobre la eliminación ante Corea, por cierto, leí con auténtico placer lo siguiente: "Por segunda vez en mi vida, lloré viendo un partido de fútbol, y lloré desconsoladamente en las horas posteriores (...). Era pensar en los millones de compatriotas que se habían acostado en aquel soleado fin de semana en nuestro país y que iban a dormir muy mal esa noche".
También son aprovechables sus reflexiones sobre cómo los grandes deportistas se esconden de la prensa, y escribe algo sobre los capitanes del Real Madrid que se cumple al milímetro en el Camp Nou: "Parece obligado que tengan que estar como enfrentados con los medios y con cara de mala uva todo el día. Es como si el brazalete obligara a ello".
Para finalizar, adjunto la mejor anécdota del libro. Ocurrió tras ganar Dani Pedrosa un Mundial y mantuvieron esta conversación, en la que el deportista tiró de seny y le demostró a JJ que hay cosas que, sencillamente, no son información, sólo interesan a mentes morbosas y aburridas a quienes no les interesa el deporte.
JJ: Te noto distante Dani, ¿yo no estoy en esa lista de cuatro [periodistas con los que no se lleva bien], no? ¿ O sí?
DP: No, pero no son unas preguntas muy inteligentes.
JJ: ¿Que no son muy inteligentes? A lo mejor lo que no son muy inteligentes son tus respuestas.
DP: Perdona si te ha molestado la respuesta, pero me estás tan sólo preguntando cosas que no tienen nada que ver... Aquí la cuestión es que he conseguido un campeonato del mundo y que estamos todos muy contentos, y me estás preguntando si tengo un pique con Alonso, y que si tengo no sé qué con los periodistas... Por lo tanto creo que la entrevista no es muy buena, perdona que te lo diga.
Gràcies Dani, y gracias JJ por ayudarme a comprender el carajillismo periodístico y por qué hay gente que en su micrófono o libreta ve una alabarda o un Kalashnikov.

viernes, 31 de julio de 2009

El inglés estupefacto

Sir Bobby Robson ha muerto hoy y uno no puede evitar pensar que se habrá marchado con la misma cara de asombro que le acompañó en algunos de los momentos claves de su vida. Ni los 18 años de cáncer de este inglés bonachón, que se ganó a quienes le conocieron por su afabilidad, debieron de convencerle de que realmente iba a abandonar el planeta en que ganar en el juego de las pantorrillas peludas es transcendental.
Uno de esos momentos llegó en las semifinales de Italia 90, cuando Inglaterra se enfrentó a Alemania y a poco del final Lineker logró otro de sus milagros que valió una prórroga. Era la última gran Inglaterra que se ha visto, con el mítico ariete, el mejor Gazza, Platt o Waddle. La cosa acabó en los penaltis, y ahí acabó el sueño inglés. Robson quedó bastante mejor que Gascoigne (en la foto) pero con una cara de estupefacción que tardó en volver. http://www.youtube.com/watch?v=hH_Yt0K3tZA
Su mayor oportunidad en la escala internacional le llegó en el Camp Nou. En su equipo tenía tres Balones de Oro (Stoichkov, Ronaldo, el Innombrable), otras tantas Botas de Oro (Stoichkov, Ronaldo, Pizzi) y un bloque tremendo, con Luis Enrique, Nadal, Blanc, De la Peña o Giovanni. Aquel año un horror de la eficacia llamado Real Madrí, con un tal Capello en el banco, le robó la Liga y la gloria de llevarse cuatro títulos (sí logró Supercopa, Copa del Rey y Recopa). Sin embargo, el año se recordará por la cara incrédula de Robson tras un gol de Ronaldo (que por lo visto ha celebrado el óbito con una liposucción http://sport.es/default.asp?idpublicacio_PK=44&idioma=CAS&idnoticia_PK=633721&idseccio_PK=806) y por la pitada que le regaló el Camp Nou en un 8-1 al Logroñés, porque el equipo no jugaba a nada.
Aquel día Bobby debió de odiarnos. Ahora, que tendrá todo el tiempo del mundo para vernos jugar, seguramente nos lo agradecerá.