viernes, 31 de diciembre de 2010

2010: Descanse en paz

Ha sido un año con moraleja: en pleno reinado de los Indas, Pedreroles y Ronceros, el Barça ha machacado a un Madrid presidido por Florentino y liderado por los Quinquis de Quinquis.
Ha sido memorable porque el fútbol ha vuelto a demostrar su capacidad de sorprender y premiar a los que tienen fe. Lo hizo en enero y repitió en mayo, fueron hechos insólitos y milagrosos.
Ha sido un año justo porque el pobre Andrés, el chaval triste, ha conseguido meterse entre los dos grandes monstruos del fútbol para pelear el Balón de Oro. Él, que estuvo meses sin jugar, que acabó la temporada con dos goles y este orgasmo.
Ha sido un año azulgrana porque en plena apoteosis de la crisis, sólo el Barça alegraba los telediarios y los periódicos.
Ha sido un año revolucionario porque ya no es pecado decir que Messi es mejor que Maradona.
Ha sido un año de saludable regeneración por el adiós de dos bultos sospechosos. Muy sospechosos.
Ha sido un año evangelizador porque el Barça ha ido más allá de sus vitrinas.
Ha sido un año tragicómico por estos dos penaltis en un mismo partido, que resumen la potra rojiblanca y lo pésimos que fueron sus rivales.
En suma, ha sido un año inovidable por la perfecta humillación a La Banda.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Ande, ande, ande, la marimorena

¿Qué otra cosa es la Navidad? Excesos, empachos, borracheras, jarana y cachondeo. Esta Caverna quisiera premiar su fidelidad con un regalo que nos trae un socio y abonado madridista de pro, de nombre maradoniano, lengua bífida y vocación de abrefosas. Tuvo lugar el pasado domingo, con la fea victoria (1-0) de la Banda de los Quincazos contra el Sevilla. Así li vio y así nos lo cuenta:

"Cristiano recibe, da unos toquecitos y pierde el balón. Pitada. Al rato pierde otro, sale el Sevilla jugando desde la defensa pero se la dan a Arbeloa. Éste no sabe qué hacer con esa cosa redonda que ve en sus pies y se la da a Cristiano, en fuera de juego por 10 metros porque no baja. Gran pitada. Loco perdido, presiona y consigue forzar un saque de banda. La grada le sigue pitando y se gira al respetable, empieza a pedir aplausos, a mandar callar y a hacer aspavientos. En la segunda parte, al primer balón que toca, recibe otra pitada con división de opiniones. La cosa se complicó en los banquillo y luego pasó desapercibido. Grande. La verdad es que el ruido de Mou tapa algunas cosas del Bernabéu increíbles. Ni una línea en la prensa".

No acaba aquí el humor que nos proporciona este Papa Noel blanco. En el mismo partido, oyó lo siguiente tras un fallo en el pase de Özil: “Claro, a éste, como es feo, le aplauden y le animan; a Guti como era guapo no le dejaban en paz”.

Amigos cavernarios, Feliz Navidad y no olviden que va a ser un gran año.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Una de zombies

Al Espanyol de la última década, y nunca más diré otra cosa en favor de Tamudo, hay que agradecerle que haya resucitado el derby. No hay otro equipo en la Liga, ni siquiera el Valencia ni por supuesto La Banda, que lo fíe todo a ganar al Barça de un modo tan desacomplejado.
Para entender la inquina con que los pericos preparan este partido hay que salir a las calles de Barcelona y verlas teñidas de azulgrana, sintonizar los telediarios entregados a Guardiola, percibir el ninguneo absoluto que recibe el segundo equipo de la segunda ciudad de la segunda Liga del mundo. Su razón de ser es ganar al Barça y muy de vez en cuando pergeña equipos como el de este año, competitivo, feroz y orgulloso.
La publicidad que han hecho este año para preparar el partido no tiene desperdicio. Horrores ortográficos al margen, da gusto saberse tan importante. Y en la semana en que Pere P. ha conmocionado Catalunya asesinando a su patrón, al hijo de éste, al jefe de su oficina bancaria y a un empleado, bien haría Valdés de aprender la lección: los dorks se han echado a la calle y van armados.
Tal vez crean que lo arriba indicado es el prólogo de la toma del Palacio de Invierno, pero nada más lejos. En la era Guardiola, pocos como el Espanyol se han resistido tanto al Barça. Los blanquiazules han arrancado una victoria, dos empates y tres derrotas mínimas, con un cómputo total de 7-5. Conociendo a Guardiola y a sus psicópatas, eso es sinónimo de afrenta. Conociéndoles, deben tener hambre de goleada.
No se lo pierdan: once tíos de azulgrana con escopetas de caza reunidos en Cornellà. Ni una de zombies bien gore podría tener un guión más sagriento.

martes, 14 de diciembre de 2010

Elogio de los bajitos

Se han apagado ya los ecos de la obra de arte de Messi en el 4-0 y alguno se ha acordado de ciertas pruebas médicas que se hicieron en el Camp Nou durante la infausta temporada 2007-2008. En aquel Barça estudiaron desde todos los ángulos posibles los sprints de los futbolistas de la primera plantilla, y resultó que Messi sólo lideraba un apartado: era el jugador con una mayor frecuencia de zancada por segundo.
La Bestia Parda pisa el suelo 4,5 veces por segundo, algo tan monstruoso que prácticamente duplicaba la de otros jugadores -lógicamente, la frecuencia es inversamente proporcional a la altura y no hay otro tan menudo como Messi-. Para que se hagan a la idea de la barbaridad de que estamos hablando: Michael Johnson, conocido por su correr de pato, hacía 4,2. Idéntica frecuencia logró el increíble Usain Bolt, el humano más rápido de la historia, cuando logró su récord mundial de 9.58 segundos en el hectómetro.
¿Y por qué es tan importante pisar tanto el césped? Pues porque eso permite un apoyo casi continuo, algo imprescindible para alterar su aceleración y dirección de carrera, es decir, para driblar. A ello se une un centro de gravedad bajísimo que hace muy difícil que pierda el equilibrio, y el resultado del cóctel ya lo conocen.
Les dejo con estas meditaciones, mientras, pueden disfrutar de los goles de estos otros dos velocistas de bolsillo: Agüero y Kiko Femenía. También tienen la suerte de ser bajitos, pero no tanta como para haber nacido llamándose Leo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Los nunca vistos (V): Javi C.

Bien podría ser el bípedo más descoordinado que ha dado el fútbol europeo, pero nunca le importó: se sabía imprescindible. Le gustó el balón desde niño, se crió muy cerca del campo de La Magòria y creció demasiado perpendicularmente. Desde pequeño Javi lució un perfil de posguerra, huesudo, narigón y patilargo, era un auténtico desnarit. A eso de los 15 se enroló en un equipo de fútbol sala donde hacía de delantero. Jugaba bien de espaldas, leía los desmarques y chutaba con violencia, pero no era titular. Era algo lento y torpe, en ocasiones emulaba a Salinas sin pretenderlo.
Pero como ha quedado dicho, nunca le importó porque era imprescindible. El gran Kollito daba lo mejor de sí mismo en los entrenamientos, en el vestuario, de vuelta a casa. Muchos iban a entrenar sólo por el gusto de verle, de rezagarse media vuelta en el calentamiento hablando con él, de reír con sus maldades. Nadie como él daba sentido a la palabra dao, a la unión del equipo.
Tanto se reía del mundo, que se convirtió en una referencia moral, en el tío a quien había que preguntar cuando había un problema, en el capitán en la sombra. Y era muy culé. ¿Qué diría de la publicidad en la sacrosanta camiseta azulgrana? Una pista: se topó un día con el patricio Salvador Alemany en una noble vía barcelonesa y rompió el crepúsculo al grito de "Lladre, dimissió!".
Con el tiempo aquel tío desnutrido empezó a sacar músculo y astucia y se fue convirtiendo en un delantero muy eficaz; hasta formó una Sociedad Limitada con uno de sus compañeros. Y cuentan que fue el responsable del pase del mejor gol que metió aquel otro infeliz en toda su vida, el mejor porque ocurrió que justo aquel día miraba su padre desde la banda.
Y ganó peso en el equipo, que llegó a ascender de categoría varios años consecutivos, aunque nunca tuvo los minutos que merecía su calidad humana. Llegados a este punto, tal vez se pregunten por qué no llegó al primer equipo del Barça, donde anidaron Gabris, Ezquerros, Maxis y Olegarios, gente de la que se decía que hacían piña. Pues porque el fútbol fue injusto con Javi.
Ha cumplido ya 30 años, lo cual no puede ser sino una barbaridad y una horrible noticia. Pero no teman, a él no le importa: sonríe cuando juega al fútbol, se sabe imprescindible.

jueves, 9 de diciembre de 2010

El pasado y el porvenir

La prensa española, como el resto del país, daba miedo. En portada, dos alusiones al Papa. En el interior, abundantes alusiones a la cúpula militar del dictador Francisco Franco. Un fiscal pedía pena de muerte para una madre y su hija por parricidio. Ésa era la España de 1955 y así la refleja un ejemplar del Correo Catalán del 5 de noviembre.
La crónica deportiva de ese rotativo barcelonés era cautivadora aquel lejano martes. Uno de los artículos que recoge es una entrevista titulada, atención, “El fútbol puede volver al buen camino revalorizando la nobleza”. Como lo oyen. Les transcribo a continuación lo más evocador de una charla entre el periodista, Ramon N. Salanova, y el jugador, Goicolea -es normal que no les suene: era el suplente de Ramallets, el Pinto de la época-. Tomen nota: así era el periodismo deportivo cuando el fútbol era amateur y las entrevistas no se pedían con semanas de antelación y los jugadores pisaban la calle y los periodistas no eran apestados. Cuando era normal preguntarle al jugador por su edad.
"Tras los saludos de rigor, convinimos en hablar de su situación en el C. de F. Barcelona y del fútbol en general (…).
-¿Cómo juzgas tu situación en el Club?
-Bien; muy bien. Soy amigo de todos los jugadores; no tengo nada con el entrenador; con Samitier estamos a partir un piñón; recibo un trato deferente por parte del presidente y los señores directivos; en fin, aquí estoy muy a gusto. (…)
-¿En qué medida son necesarias la clase y la suerte [para quitarle el sitio a Ramallets]?
-Sin que esto sea vanidad por mi parte, cuando el Barcelona me fichó fue porque reconocía en mi unos méritos. (…)
-Es de suponer que el Club sigue viendo en ti el buen jugador de antes, porque de lo contrario huboera prescindido de tus servicios, ¿no te parece así?
-Eso mismo supongo yo; y para que no haya dudas, en los entrenamientos me multiplico y espero con confianza el porvenir (…)
-¿Cuántos años tienes en la actualidad, Goicolea?
-¡Soy un chaval!
-¿Cuántos?
-28, y espero jugar en pleno rendimiento hasta los 34 (...).
-¿Cómo enjuicias el fútbol que en la actualidad se realiza en los campos españoles?
-En líneas generales, de poca calidad.
-¿Qué hace que sea así?
-Las tácticas de juego destructivo.
-¿Cómo volver al buen camino?
-Revalorizando el sentido de nobleza que indiscutiblemente tiene el fútbol. (…)
-¿No has pensado en cambiar de aires y ser titular en otro equipo?
-Siempre he tenido la secreta ilusión que un día sería el titular del Barcelona, y pensando así… Además, ahora, con el negocio que montamos con Luisito Suárez, en pleno rendimiento y que esperamos mejorar, ¿quién se marcha de esta ciudad?"
A pesar de su confianza en el porvenir, le dieron patada a finales de temporada y se marchó con toda su bonhomía al Condal, club que vivió con él bajo palos su única temporada en Primera.

lunes, 6 de diciembre de 2010

El podio

Es algo nunca visto y deberíamos celebrarlo en Canaletes: los tres finalistas del Balón de Oro se criaron en La Masia -aunque aquí siempre hemos insistido en que Messi no pertenece a otra cosa que a las calles de Rosario- y asombran de azulgrana. En su día ya explicamos cuáles eran nuestras preferencias pero vamos a repetirlo: Messi lo merece un poco más que Xavi y éste un poco más que Iniesta.
-Parece que Andresito apunta a ganador. Nadie olvida su gol a Holanda, ni su conmovedora celebración, pero en toda la 2009-2010 metió un total de tres goles (sólo uno con el Barça) y por problemas de diversa índole completó la que sin duda ha sido su peor temporada en cinco años. Pero Iniesta tiene magia en las botas y es tan buen chaval que a todos nos alegraría verle con el balón dorado.
-Xavi se quedaría otra vez con la miel en los labios y sería segundo. Nadie como él para explicar la supremacía del Barça, aunque también hay que ser justos y recordar que cuando el triplete acabó la temporada con 31 asistencias y diez goles y que este año rebajó algo su excelso listón (13 y siete). Sin embargo, es el cerebro del que algunos consideran ya el mejor equipo de la historia y eso debería valerle un galardón que tienen gente como Sammer o Nedved.
-De Messi, qué decir. Que no ganara este Balón de Oro llenaría esta Caverna de desolación: ¿cómo se le puede explicar a un tío que ha metido la barbaridad de 47 goles (ojo, más los que lleva desde agosto) y que ha hecho un Mundial notable que no es suficiente? El escandaloso premio a Cannavaro como ganador del Mundial de 2006 le deja casi sin opciones, pero tal vez la FIFA recapacite. En cualquier caso, y como consuelo, ahí están sus goles. El penúltimo parece uno más, pero obsérvenlo bien, diviértanse con el espectáculo cinegético del depredador que corre con balón más, pero mucho más, que el pobre defensa.
Por lo pronto ya hay algo que celebrar: ese atentado al buen gusto que es Sneijder ha quedado fuera de la batalla y la llamada Fábrica de Valdebebas sigue siendo otro mal chiste del Tito Flo. Aquí, su último crack.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Un paseo por la felicidad (y IV): Toco y me voy

Nos apercibía el otro día un lector, tenía razón, porque jamás habla esta Caverna de táctica. En realidad es un tema aborrecible, culpable de algunos males del fútbol y de muchos de ese periodismo deportivo de bigote y tricornio que no ve en este espectáculo sino polémicas, gravedad y motivos para la afrenta.
Pero miren por dónde, viendo el otro día el gigantesco baile a La Banda, recordé algo que nos brindó El País en diciembre de 2006: una conversación entre Xavi e Iniesta (figúrense, en unas décadas el documento tendrá tanto valor como si se hubieran juntado a Zidane y Baggio). Y hablaban de táctica, y explicaban exactamente cómo pretendían masacrar al Madrid unos años después: triangulando, empleando la vieja fórmula de La Masia del "Toco y me voy. Y vuelvo a recibir, tocar y largarme". No puede olvidarse que a este juego simple y mágico se añade el factor Messi, pero en fin, si a Mourinho le interesa, aquí va:
X. Es lo que nos inculca el sistema desde pequeñitos. Somos hijos del sistema, del triángulo, del juego que pasa por tener en cada jugada un tercer jugador. (...)
I. La cantera ha cambiado un poco. El otro día hablaba con un entrenador y me lo dijo: 'El rollo es cada vez más físico'.
X. Sí, muy físico, pero, si no la tocas ni la juegas, ni la remueves...
I. Por eso estamos ahí, porque tenemos esa capacidad. Si no, no habríamos sobrevivido.
X . Ya, pero la gente no se lo cree cuando se lo digo, Y, nene, tú estás más fuerte de lo que parece.
I. Hombre, Vieira no soy.
X. Pero sabes proteger el juego. Y con Vieira, Andrew, mejor darnos todos la vueltecita y hala, pelotita para otro. ¡Qué máquina, Andresito! (...) Tú, Andresito, tienes una suerte. Y es que tienes un punto de velocidad, espectacular. Te vas. ¡Bam! Parece que te frenas, pero, ¡zas!, te vas y ya te has ido.
I. Claro, pero tú esperas que llegue, te das la vueltecita y te vas por el otro lado. Le haces la tres.
X. ¡Ja, ja, ja! ¡La tres! Sí, la tres o la piruleta, pero hay que largarse antes de que lleguen. Eso lo trabajamos, ¿eh, nene?
I. Es que sin trabajo no estamos aquí.
X. Yo lo he notado. Tras la lesión... Parecía tonto. Pero tonto. ¡Ton-to! No tenía ritmo y me pasaban ¡fiu! No veía el pase y me la quitaban ¡tan rapido! En cambio, cuando estás bien, ¡nene!
I. Sí, lo notas, te sale todo. Dices: 'Me voy'. Y te vas. Ahora paro y la doy. Paras, el otro pasa y la das. Es un gusto.
X. Sí, no la tienes y ya la estás pidiendo porque ya la has dado de lo claro que tienes qué hacer con la pelota. Como tú ahora.
I. Bueno, tú estás fino también. Eso nos lo han enseñado de pequeños. Hemos crecido en esta cultura: Tocar, ofrecerse, buscar pasar, recibir, tocar y ofrecerse otra vez.
Ya ven: buscar el tres para dos, triangular, pasar la pelotita y correr. Así de fácil, así de sublime.

martes, 30 de noviembre de 2010

Un paseo por la felicidad (III): Así lo vio el mundo

Sí señores: hoy resumen de prensa para comprobar que la mesetaria ceguera no es tan persistente ni tan universal como cabría pensar.
L'Équipe nos regaló la portada memorable arriba referida (y otra al día siguiente), Sports Illustrated habla de lección táctica a Mourinho, La Gazzetta dello Sport y el Corriere dello Sport hablan de un Madrid mudo y humillado. En El País, Ramon Besa acompañó su habitual demostración de elegancia con una estupenda dosis de saña, mientras que José Sámano explica a quién pertenece el fútbol y a quién la propaganda. En El Mundo, Quique Setién recuerda que el gran mérito de Guardiola es haber conseguido que sus cracks "corran como perros" y Orfeo Suárez constata que el Barça está "a años luz del Madrid".
La cosa alcanzóincluso al diario Marca, patrocinador único de la candidatura de Mourinho al premio Nobel. Fue en ese diario donde José Antonio Abellán dijo que el resultado fue "injusto porque juegan a deportes distintos" y Roberto Palomar afirma que "el nivel de humillación fue tal que, por momentos, dio la impresión de que Xavi iba a detener el juego para orinar". Roberto Gómez, a su vez, habló del "ridículo del siglo".
Pero si piensan ustedes que el recital bastó para acallar a los Juanitos del papel, yerran de medio a medio. Alfedo Relaño, director de As, observó que el partido acabó cuando "Iturralde escamoteó un penalti que hubiera sido la segunda amarilla de Valdés". En la misma línea, el gran José Vicente Hernáez exponía en Marca que reclama que Iturralde "no vuelva a arbitrar un partido más de por vida" y se refiere a la "macarrada" de Guardiola. Lo mejor de sus críticas al árbitro es que el analista arbitral de este diario, Urizar Azpitarte, niega que el penalti existiera.

Pero no sueñen con que este hombre feliz que teclea se tome la molestia para aburrirles tan soberanemente: con todos ustede, Inda el magnífico, director de Marca, autor de una página el día del partido en que señalaba, profeta, a Casillas como factor clave del choque. Éstas son sus perlas:

"(...)Madrid y Barça, Barça y Madrid, tanto monta, monta tanto, ocupan sin discusión el número 1 ex aequo del imaginario futbolístico universal"

"(...)En uno y otro banquillo se sienten el entrenador número 1 (Mourinho) y el número 2 (Pep Guardiola)".

"Si anda [Casillas] como últimamente me da que hoy a las once menos cuarto de la noche Mou se pondrá a dar saltos como un loco".

"Di María es una bala que además mete unas asistencias de padre y muy señor mío. Ozil va para estrella y de las buenas en este invento, recordando por instantes al gulliveriano Zizou. Y Khedira es un gregario de lujo que es como Dios porque está en todas partes".

Y mis tres favoritas, ojo:

"(...)El Barça depende mucho más de Messi que el Madrid de Ronaldo".

"Xavi e Iniesta no son ninguna broma".

"Atrás vencen y convencen los de la Casa Blanca. Y por goleada".

Efectivamente, el artículo ya está enmarcado. Madridesque.

Un paseo por la felicidad (II): Fundación Khedira

"La casa blanca de persianas verdes en una calle tranquila, la cocina donde cantaba mi madre, el patio donde mi padre partía la leña. ¿Era una realidad de otra época la felicidad perfecta en la casa blanca o es que yo la había soñado o quizá imaginado durante las largas noches de esos cinco años pasados en el hospital?"
Claus y Lucas, Agotha Kristof.
2100 0857 0100 705 304. Éste es el número de la cuenta de la Fundación Khedira, una entidad sin ánimo de lucro que pretende prestar apoyo psicológico a centrocampistas de La Banda que han sufrido un trauma extremo y que según los especialistas no se recuperarán jamás de sus lesiones en la autoestima.
Todos los trotones desmañados de los sucesivos engendros florentinianos tienen acceso a este servicio. De Gago a los Diarra, pasando por Xabi Alonso y el malogrado Khedira, hasta Sneijder, Guti, Javi García, Marcelo, Robben o Van der Vaart. En el caso de centrales leñeros, la Fundación Khedira da un servicio especial al que han tenido acceso lo que queda de los Pepe, Carvalho, Ramos, Albiol, Cannavaro o Metzelder.
El 25% del presupuesto de esta entidad va sin embargo dedicado a Iker Casillas, justamente considerado mejor portero del mundo, recordado como creador del movimiento “yo flipo” y que en los últimos tiempos ha evolucionado en su demencial monólogo hasta lograr el más elaborado "Cómo me dejáis".
A pesar de su vocación de ayuda a mediobultistas víctimas del síndrome de Stendhal y de su especial sensibilidad hacia los centrales asesinos, los estatutos de esta institución abren los brazos a cualquiera de los tuercebotas de la Banda que han afrontado el shock de enfrentarse al Barcelona en las tres últimas temporadas (con un digno balance total de 2-16 en los cinco partidos).
La Fundación Khedira quiere manifestar, tras la avalancha de solicitudes recibidas, que en ningún caso sus especialistas ofecen tratamiento paliativo para aquellos aficionados que pensaban que el Mundial lo había ganado una selección, no un club, y especialmente para quienes reivindicaban el fundamental rol desempeñado en ese éxito por Ramos, Xabi Alonso y Casillas.
Queda excluido también el hombre que aseguró que el Sporting de Gijón (1-0) no se empleó a fondo en el Camp Nou y que negó que el 5-0 fuera una humillación. Nuestros psicólogos nada pueden hacer por él. Tampoco es bien recibido el arquitecto de este insulto a la inteligencia de los futboleros que es el Tito Floren. Nuestros galenos comprobaron que no pueden contener la carcajada ante su hermosa estampa del lunes en el palco (arriba, buscando una soga) y que es mejor que no visite nuestras instalaciones de Aristides Mallol, s/n.
Todos los donativos que reciba esta entidad serán destinados a fines terapéuticos y al trabajo en el campo de la prevención, que ahora pasa por un proyecto de índole jurídicosocial “Yo también firmo que el Barça sólo nos meta tres cuando vuelva al Bernabéu”.
Apadrina un Khedira: si no lo haces tú, le expones al riesgo de caer en manos de Don Alfredo.

Un paseo por la felicidad (I): Yo estuve ahí

Ahora que ya tenemos una edad, y no somos quienes nos susurraron que seríamos un día, que usamos crecepelo y preferimos no saber nuestro colesterol, que hemos recibido golpes y hemos entendido la palabra fragilidad, ahora que sabemos cuantísimo cuesta ganar 1.000 euros y qué fácil es perderlo todo en un suspiro, ahora que comprendemos que algún día no interesaremos a mujer alguna y dejaremos de trempar y que nuestros días acabarán sin que eso importe a más que un pequeño reducto de incondicionales. Ahora que sabemos lo que es pagar una hipoteca y nos cuesta horrores tomar una cerveza con un amigo, ahora es el momento de recordar que un día fuimos jóvenes y vimos volar a Romário en nuestro estadio y flotar a Cruyff en el Averno. La vida fluía alegre y sin dobleces.
Esta Barça, el Barça de todos los tiempos, nos lleva de vuelta al útero, a la sonrisa insondable de los niños. ¿Volveremos a verlo alguna vez? Qué más da. La felicidad es esto. Se alcanza un puñado de horas a la largo de toda una vida. Un suspiro. Una eternidad.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Por qué ganar

"Callado durante todo el trayecto en coche, ya en las escaleras le pregunté a mi padre si estaba tan convencido como todos los demás. Intenté que mi pregunta pareciera puramente casual, el típico amago de charla deportiva que traban dos hombres un día cualquiera, pero en realidad no tuvo nada de eso: lo que de hecho deseaba era que un adulto, mi padre para más señas, me tranquilizase y me convenciera de que lo que estaba a punto de presenciar no me iba a dejar maltrecho de por vida. 'Mira -debería haberle dicho-, cuando juegan en casa un partido de liga normal y corriente, me da tanto miedo que pierdan que no puedo ni pensar, ni hablar siquiera; a veces no puedo ni respirar. Si te parece que el Swindon tiene la más mínima posibilidad de ganar, aunque sea una entre un millón, mejor será que me lleves a casa ahora mismo, porque no creo que pueda soportarlo'". Fiebre en las gradas, Nick Hornby.
Conviene recordar las palabras del sabio, pronunciadas cuando era niño y su Arsenal se enfrentaba a una final, para fijar la actitud correcta ante el partido del lunes. Ante el vacío de estómago y esa extraña suspensión intestinal, ante el cosquilleo inguinal y la hiperproducción de la bufeta, uno tiene que olvidar que el Barça-Madrid es la oportunidad de que el Bien se imponga al Mal y de que es justo y necesario humillar de nuevo el monumento a la soberbia que han edificado entre Mourinho y el Tito Floren. Esos argumentos estaban muy bien y nos acompañaron durante dos temporadas gloriosas en que el Barça bailó desnudo sobre la genuflexa Banda.
Pero la necesidad de ganar no procede ahora de la razón ni de la justicia, sino de las vísceras. Las palabras de Horby dan la clave de muchas cosas. Desnudan ese terror acerval, esa indestructible tozudez, la negativa feroz al fracaso y al final descubren una única cosa:es simplemente cuestión de ser o no ser.
En una ocasión interrogué a un sabio vanidoso sobre por qué hacía lo que hacía. Respondió así: "Te vas al campo, buscas un manzano y le preguntas por qué hace manzanas". Lo del Barça con el Madrid es similar. Nosotros, los de azulgrana, en esencia existimos por un motivo: para que pierdan ellos. Es nuestro cometido, nuestra razón de ser, cuestión de supervivencia.

martes, 23 de noviembre de 2010

El poder de la mandíbula (y II)

Es buena verdad que en el fútbol se conoce a la gente. El asombro del balón flotante y los desafíos a la ley de la gravedad desnudan a los jugadores más de lo que quisieran. Y ayer, durante cinco minutos, un grupo de periodistas tuvo ocasión de conocer al futuro presidente de la Generalitat.
Deben saber que no lo hacía mal: el supercandidato que ha presentado el azote convergente sabe idiomas, no pierde jamás el control de sí mismo, tiene una estupenda onda de pelo, domina el mundo del dinero y, cómo no, juega a fútbol. Según me comentó con ese inaudible hilillo de voz suyo entre toque y toque, jugó en un equipo llamado Júnior durante tres años, lo hizo como centrocampista y extremo y, según las hagiografías -abundan en estos tiempos de regreso al pasado-, fue conocido como Flecha negra.
Francamente, al Mas futbolista (que suma hoy 54 años) se le intuye un pasado y cierta clase. No cuesta imaginarle como un extremo cepat, potente, tipo Faubert, tal vez con poco regate pero muchas piernas. Lo de Mas como volante ya cuesta más: anoche se le vieron deseoso de lucir sus habilidades, pero es sabido que nada peor para un centrocampista que olvidar al prójimo, y al presidenciable se le vio poco talento para repartir juego.
¿Qué preocupación extrae uno de esos cinco minutos con Mas? Que su mandíbula, y todo lo que de ella se deriva, se hagan plenamente visibles una vez llegue al poder. Y que haya un vídeo en que a este periodista, todo rigor y sentido crítico, se le vea tan acaramelado con el futuro president que acabe incluso recibiendo sus aplausos.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Abuso

"Entre los lepchas, un pueblo que habita algunos de los valles más remotos del Himalaya, hombres de 80 años copulan con niñas de ocho y nadie se escandaliza por ello". Lolita, Vladimir Nabokov
Pues miren, sí que fue una paliza, una masacre, aunque no hubo en ella atisbo de crueldad. La culpa no es de los jugadores; es más bien de la LFP, que permite que el Barça juegue contra equipos vulgares, o de los presidentes de estos clubes que deciden saltar al campo a jugar por recaudar cuatro duros –¿más se gastan en indemnizaciones, no?- o por ver si suena la hercúlea flauta.
La Liga, ha quedado claro en las últimas tres temporadas, en oligopolio de un equipazo y del escombro de turno del Tito Floren: unos años con más vértigo, otros desde su espíritu pendenciero, pero La Banda es también una máquina de despedazar equipos menores, aunque lleve años sin hincarle el diente a un equipo propiamente dicho.
En cualquier caso, el partido de Almería debe observarse con el espíritu crítico de un zoólogo perverso como el que dicen que fue Félix Rodríguez de la Fuente. ¿O es que nunca se habían planteado qué pasaría si encerraran en una jaula a cinco terneros y diez leones hambrientos? Pues qué iba a pasar: que la naturaleza, como el fútbol, es territorio lepcha y concibe los abusos como un hecho normal.
PD. Comparen esto y esto: habría que patentarlo.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

"Tampoco lo es menos"

No está claro del todo que Tolstoi fuera futbolero. Sobre todo teniendo en cuenta que cuando en 1863 en Inglaterra se fijaban las normas de este deporte él se dedicaba a escribir Los cosacos, y que para cuando murió, en 1910, ni siquiera se había disputado Mundial alguno. (En las tres ediciones de los Juegos Olímpicos que se produjeron estando el gran León con vida no participaría Rusia). Para mayor pena, se perdió a Yashin y a Blokhin en acción y a esa ruina postsoviética que fue el Espanyol de los rusos.
Convenimos pues que no queda claro que fuera futbolero, pero acudimos a él porque en una de sus grandes obras, Guerra y paz, recreó a Napoleón, que bien podría ser el Mourinho de su tiempo. ¿Y qué dice Tolstoi? Pues que era lo que para muchos ustedes es Bojan: un bluff, una exageración, un caso de idolatría injustificada:
"La ambición de Napoléon, la firmeza de Alejandro, los errores de la diplomacia (...) Es imposible saber qué vínculos tienen estas circunstancias con el hecho mismo del asesinato y la violencia. (...) Los actos de Napoleón o de Alejandro, sus palabras, de las cuales parecía que dependiera la realización de los acontecimientos, eran tan poco arbitrarios como la acción de cualquier soldado que fuera a la guerra por el capricho del destino o por el jornal".
Tolstoi aún irá más lejos:
"La dignidad humana me dice que cada uno de nosotros, si no es más grande que Napóleón, tampoco lo es menos".
Así las cosas, ¿cómo hay que recibir a ese tal Mourinho? Tolstoi ni se hubiera preocupado por el personaje, habría escrito sobre el azar, los grandes procesos históricos y quién sabe si tal vez sobre un raro capricho del destino llamado como él mismo: Leo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Barbarroja

El último capítulo del rijoso conflicto Mourinho-Preciado ha servido para recordar al mundo del fútbol que el aspirante a destronar al Barça no es sino un hatajo de gángsters, un peligroso compendio de mercenarios sobreexcitados y sin escrúpulos que aspiran a ser recordados como una versión ibericogarbancera de los míticos The Animals. Y contra determinada gente no vale con sacar el astrolabio y el cuadrante; es preferible cargar los cañones y adornar con un garfio cada muñón.
Viene esto a cuenta de la exhibición demencial que dio el Barça este sábado. Lo que hicieron Xavi o Iniesta girando y girando empieza a ser como para ungirles oficialmente como herederos de Zidane. Pero seguramente, el Barça no habría ganado ante un gran rival si no fuera por Barbarroja. Se cumplen ahora 500 años de que este pirata empezó a sembrar el pánico y forjar su leyenda en la ribera del Mediterráneo y acosando sin piedad al Imperio español.
Sí, Messi tiene las barbas rojas y es capaz de atrocidades como las que dieron fama a los corsarios: se decía de ellos que eran capaces de abrir en canal a un prisionero aún vivo, arrancarle el corazón, morderlo y arrojarlo a la cara de otro detenido en sus técnicas de interrogatorio. Se aficionaron a cortar labios y orejas y llegaban al extremo de colgar a los hombres de un gancho por los genitales hasta que su propio peso perforaba tejidos y hombría.
Muy cruel, sí, a la altura de los ataques de genio de nuestra Bestia Parda, imprescindibles para ganar la guerra planteada los quincazos del tito Floren.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El encuentro

Si no me he perdido en mi genealogía, creo recordar que la Casa Fuster acogió a principios de siglo XX el taller de un bisabuelo. Hoy alberga uno de los hoteles más extraordinarios de Barcelona, con un salón modernista de los de 6,50 euros una Coca-Cola.
Fue ahí, mientras escuchaba al antiguo príncipe y futuro presidente de este país, donde ayer me encontré de forma fortuita a Guardiola. El mismo gesto despierto que luce en los partidos, la misma mirada penetrante, idéntica presencia feroz. Antes de tomar asiento, eligió una silla desde donde controlaba todo el local y desde donde podía controlar a las cámaras y periodistas que pululaban a escasos quince metros.
Sin ángulo de visión y algo intimidado, no me fijé en qué tomaba. Sí en su larga conversación telefónica, que me fue imposible oír, aunque me desbocó la imaginación:
-A Mourinho le metemos cinco aquí y cinco allí y listos.
-Veo a Piqué algo flojo. Necesito el teléfono de Shakira ya.
-¿Qué hace Leo? ¿Le habéis llevado esas Natillas que le gustan? Ojo que tenía callos en la mano de la Play, compradle otro mando.
-¿Pastore? ¿Afe- qué? No me jodas, me cago en la puta. Va hombre va, si Tiago y Jonathan están que la rompen.
En efecto, fue un encuentro tranquilizador.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Las nuevas religiones

En otra ocasión les presentaré a Martine Segalen y sus indagaciones sobre los ritos contemporáneos y el papel de las religiones de hoy. Pero hoy padezco un feroz ataque de albinofobia motivada por la irrupción de Ratzinger en la Sagrada Família y el consiguiente estado de sitio de esta ciudad.

Hubo un tiempo feliz en que a los turistas qu visitaban la ciudad les decían: "Esto es Barcelona. Tenemos la Sagrada Família y a Rivaldo". Luego, en época de miseria moral, la cosa mutaba y presumíamos de la obra de Gaudí y de Riquelme. El caso es que ayer llegó el jefe de un Estado involucionista al templo para convertirlo en basílica (¿?) y hubo una serie de asuntos que me recordaron lo íntimamente ligados que están fútbol y religión:

-La estrambótica acción protagonizada por Ratzinger con el edificio se denomina, en terminología vaticana, "dedicar". Un irreverente periodista de esta ciudad ha especulado a este respecto con la posibilidad de que el Baba dedicara un gol a lo Bebeto... Sería un auténtico festival humorístico.

-Según los mismos cambios léxicos, los cardenales ya no se nombran; ahora se hacen. Y eso, sí señor, también es plenamente balompédico.

-Resulta que Luis es, en latín, Aloiusius. Un motivo más para compadecer al pobre Aloisio, ese defensa fallido, que bien podría haberse llamado Luizao.

A pesar de estas chanzas, la Iglesia no merece ser comparada con el fútbol. Sobre todo porque este deporte abre los brazos a todos, no sólo a los ultras fundamentalistas -que también-.

'Bonus track': Un amigo trató durante medio año de dilucidar cuál de las grandes cervezas portuguesas -Sagres y Superbock- es la mejor. Estoy muy de acuerdo con el veredicto.

sábado, 6 de noviembre de 2010

De buena madera

Escribió Johan Vader, y escribió bien, que pocas cosas en el fútbol son tan espectaculares como un buen lanzamiento al poste -o puestos a elegir, al larguero, con botecito posterior sobre la línea de cal, o mejor aún, esta barbaridad de Villa cuando el secuestro-. Ocurre que tras 14 partidos, entre el asesino, Messi, Pedro, Bojan y compañía suman ya 15 palos. Lejos de lamentar esta suerte, habría que reivindicarla.

"Tocar madera" ha sido tradicionalmente un canto a la buena suerte y "ser de buena madera" habla bien de uno. En lo futbolero, esos balones que lamen la gloria evocan a esos besos comisureros, a esos bailes estrechos y no culminados, a la gozosa e insatisfecha calentura. Además, los postes también tienen un algo de lúdico que nunca está demás en este juego de adultos.

Si este pobre argumentario no les convence, piensen en la final de los palos cuadrados y en Berna. Cuatro postes, incluyendo uno doble de Kubala. Si Laszi sobrevivió a eso, habrá que dejarse de lamentos estúpidos. Porque nada como un buen palitroque para animar un partido soporífero.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Gente dura

Dejen que les cuente que la grada del Parken Stadion se tomó el partido como el acontecimiento del año. Los daneses no son cosa menor: no llegan a los cinco millones y medio de personas y siguen sacando la cabeza en los mundiales y eurocopas. Es el suyo un país donde se entrena a temperaturas terribles, en que la fuerza física llega aparentemente con el parto, en que hay documentados casos de bebés que se alimentan a mordiscos de la nieve pisoteada.
He tenido la suerte de jugar a fútbol con un danés. Olviden a Laudrup y otras excentricidades. Un danés es alguien permanentemente dispuesto a tirarse por los suelos para barrer lo que haga falta, alguien que se disloca la rodilla y entre escasas muecas de dolor -¡clac!- se la recoloca en su sitio. Alguien que ha crecido viendo despuntar en el equipo de su pueblo al gran Gravesen, gente que el día del gran partido consigue una decena de entradas para sus amigotes pero que al final acaba perdiéndoselo por motivos de trabajo sin una triste queja.
Por todo eso, el empate del Barça sabe a victoria. ¿Es que no vieron cómo iban los daneses? Fue un gran resultado de un equipo forjado a imagen y semejanza de su entrenador: pretende ser elegante pero es tan orgulloso y pendenciero como el que más. Gente tan dura que, en algún instante, casi pareció danesa.

lunes, 1 de noviembre de 2010

'Waterboarding' sabatino

Ese pobre infeliz llamado Javi Varas, ese Romaric patidifuso e incluso su presidente imputado en la Malaya padecieron el sábado un tormento atroz. Una auténtica barbaridad siendo estos los tiempos del buenismo, en que hasta las actividades más crueles inventadas por el hombre están reguladas. Así lo prueban las sucesivas convenciones de Ginebra, que limitan la barbarie en la guerra, o manuales de tortura como el que editó la CIA sobre el waterboarding, en el que un oscuro funcionario explicita que más de 20 minutos en cada uso ya es vicio.
Más recientemente, en nuestra digna y ecologista Catalunya hemos asistido al debate sobre los correbous: tan asumido está que la cosa importuna al animalico que se procedió a poner límite a su sufrimiento: 60 minutos para el bou capllaçat, 15 para el bou al carrer y otros 15 para el embolat. El mensaje es claro: divirtámosnos y seamos crueles, pero con moderación, que Jahvé es amigo de castigar los excesos orgiásticos.
A la vista de todo lo anterior y después de la sanción de la UEFA a Pinto, bien harían Messi y compañía de prepararse para lo inevitable: los partidos del Barça, ese prolongado placer que el Marqués de Sade habría querido para sí, serán regulados. Lo más probable es que les prohíban las circulaciones de balón al primer toque, la presión en campo contrario o la coincidencia en el mismo once de Villa, Messi, Iniesta, Xavi, Busquets, Alves y Pedro.
O quién sabe si se conformarán con que los partidos del Barça terminen a los 20 minutos, el tiempo de un buen waterboarding.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Ceuta existe

Ceuta: en algún lugar del norte de África. Región frecuentada por los cabestros legionarios, habitual objeto de visita de líderes mundiales de la zafiedad y de sus ceñudos primogénitos. Recóndito vestigio del imperio español y ciudad de origen, vaya por dónde, de Miguel Bernardo Bianquetti, Migueli, el hombre que más veces ha lucido de azulgrana, que aprovechó ayer para llamar moña a Jeffrén.
No deja de sorprender que en regiones tan remotas se juegue al júngol y eso nos recuerda al impresionante Planeta Fútbol editado por Blume. Sus fotografías le recuerdan a uno la simplicidad del mundo del balón (dos palos y una pelota y a correr) y la inclinación natural del ser humano al ocio y la guerra.
El libro dice muchas verdades, aunque no alcanza a explicar la cara oculta de este deporte ni sus sonrisas cabronas. Cosas como el hallazgo de tres kilos de cocaína en El Prat (foto) justo cuando el Barça regresaba de un lugar llamado Ceuta donde parece ser que también se juega a fútbol.

jueves, 21 de octubre de 2010

Éric y el gol

Los instantes más genuinamente dramáticos del partido llegaron de la mano de Abidal: el gran Éric, el hombre que marca un tanto cada 125 partidos, el hombre que aún no ha celebrado tanto alguno de azulgrana, chutó a puerta. Y lo hizo -atención- en dos ocasiones.
Ambos disparos se convirtieron en desafíos cósmicos, instantes de trascedencia histórica. No era un balón lo que volaba hacia la portería, era el último espermatozoide del centenario Abraham volando rumbo a Sara, la Pinta, la Niña y la Santa María, el Apolo XI... El primero, durísimo, fue rechazado por un defensa cruel. El segundo, fallido, lo recogió Messi para cerrar el partido contra un dignísimo rival. Y Éric se quedó sin el gol que prometió para la final de Champions del pasado año, sin el gol que prometió celebrar con tres vueltas al campo. Esta tensa espera, esta prolongada y milenaria búsqueda, está siendo extraordinariamente divirtienda. Mucho mejor que no marcara ayer.
Luego está lo de Villa. Desde que quedó ungido como asesino oficial del equipo, ha adoptado los hábitos de Agnes Gonxhe Bojaxhiu. Consuélense: el leopardo es el más peligroso de los felinos a pesar de que también es el que más falla. El siete del Barça está sólo jugando al trasvestismo emocional, a la transmigración anímica para tratar de comprender al melancólico Kodro.
Y mientras todo ello ilumina las noches en el Camp Nou, Raúl quiere batir a Muller. Lo conseguirá sin duda, aunque tenga que vivir 104 años y jugar en equipos húngaros que juegan la ronda previa. Y para entonces, Messi habrá duplicado esa marca.
El gol, qué capricho, qué risa, qué dramático.

lunes, 18 de octubre de 2010

Miedo y asco en Can Barça

Debe ser nuestra naturaleza. A los cronistas les escandaliza que medio siglo después siga habiendo suaristas y kubalistas, pero así somos y hay que aceptarlo. Éste es un club escindido y cainita, con grandes aptitudes suicidas y reconocida habilidad para la permanente dioscordia, por los siglos de los siglos, amén.
Pero los grandes debates del barcelonismo no son hoy deportivos: sabemos a qué queremos jugar y el modelo no es, seguro, nada que haya salido de las botas de Rexach (alias una Liga en 16 años y medio siglo cobrando del club), Fusté (con un total de cero ligas y tres goles en 12 temporadas) o Migueli, flamantes asesores de Rosell. La discusión está en el modelo de club y en quién y cómo representa la institución.
El barcelonismo ya sabe de qué va Sandruscu. Tras un lustro de calentar braguetas aprovechando el antilaportismo de la gente decente y honrada, ha llegado al poder con dos propósitos: maniobrar en la sombra y masacrar a su predecesor. Para ello está empleando a sus medios afines -ya lo eran de Núñez- y la asamblea del club, a la que lanzó contra Johnny mientras él se hacía el ecuánime.
Es enorme el asco que producen las maneras de LaPotra, su círculo de confianza, su desvergüenza a la hora de gastar en perfumes, puros y jets privados el dinero del socio. Como lo es el miedo que da el estilo decimonónico de Rosell: con él vuelve el ancien régime, los viejos poderes políticos y económicos, el oscurantismo, los privilegios de la casta de los intocables.
Hay en Barcelona una única persona a quien le gustó Miedo y asco en Las Vegas. Era perico y consumía mucho THC. Si no comparten esas aficiones, tengan bien cerca una buena bolsa de plástico o una amplia palangana. Falta les hará, es nuestro sino.

domingo, 17 de octubre de 2010

Pajarito

En alguna ocasión, aquel señor con bigote ponía a sus nietos ante la tele: quería que supieran qué era la Maestranza. La cosa no cuajó. Pero a veces los toros dejan imágenes que valen la pena. Por algún motivo, el gol de Puyol me hizo pensar en esos animales nobles. Me hizo pensar en la venganza que a veces se toman. Ay, ese toro enamorado de la luna. Ay, Pajarito.

martes, 12 de octubre de 2010

Los nunca vistos (IV): Miquel Àngel S.

Su reinado comenzó en algún momento de 1987 tras varios meses de perder el tiempo jugando en el patio del colegio a cochecitos. Acababa de cumplir siete años y decidió ponerse de defensa. Sacaba cabeza y media al resto de jugadores y su superioridad física era insultante. Era rápido, técnico y entendía el juego. Pero sobre todo, chutaba durísimo.

Miquel Àngel es recordado por quienes jugaron con él por sus terroríficos pelotazos. En un tiempo en que llorar en el campo no estaba mal visto, a menudo provocaba episodios de lágrimas y engorrosas interrupciones por parte de los árbitros-profesores. Probablemente gracias a él aquella generación aguzó su creatividad a la hora de emplear palabras como caqui, cañardo o pepi. La cuestión es que llegó a legislarse contra el mozo y en aquellos caóticos partidillos se prohibió chutar con la puntera como medida desesperada para salvar algún que otro morro. (Esta norma era de difícil aplicación y fuente habitual de conflictos; con el tiempo resulta extraño que no hubiera manifestaciones de repulsa contra una regla diseñada ad hoc para perjudicar a nuestro equipo).

Así pues, aquella quinta de alumnos de los Salesianos supo desde su más tierna infancia que el tamaño importa, sobre todo cuando se trataba de jugar contra B, o incluso a la hora de desafiar la cosmogonía vigente y ganar a los más mayores: uno jugaba sabiendo que tenía a Hércules de su lado. Pero más importante fue que esos niños de bata roja aprendieron que el fútbol puede ser doloroso, algo a lo que se podía tener miedo. A eso ayudaron decisivamente los zapatastros que lucía nuestro protagonista: una suerte de zuecos asesinos que con el tiempo hemos visto hermanados con las extemporáneas chirucas.

A pesar de que siguió creciendo -a día de hoy sólo Piqué sería más alto que él de entre los centrales del Barça-, su juego cayó poco a poco. Su declive fue lento, lo bastante como para que cuando llegaron los obuses de Koeman, a nosotros nos sorprendiera lo justo. De hecho, los de aquella quinta nunca sintieron demasiada predilección por los chuts lejanos, les parecía algo rupestre y sencillo. Si Miquel Àngel no llegó a nada en el fútbol fue por su carácter bonachón. O porque no le gustaba lo bastante, o porque se desarrolló hacia placeres más dionisíacos y menos legales incluso que sus cañardos.

Años después, Miquel Àngel juega raramente a fútbol. Por algún extraño motivo, ya no chuta fuerte, ni da miedo: aquel monstruo mitológico se quedó en las aulas de Primaria. Pero de haber llegado a la elite, no tengan duda de que las quinceañeras de este país se lo habrían comido. Quién sabe si habría sido el primer profesional de nuestros tiempos en someterse a tratamientos de mercurio.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Hijos de Vinnie

"Si queréis conocer a un hombre, investidle de un gran poder". Ésa era la originaria frase de Pitaco, que los tiempos han hecho evolucionar: "Si queréis conocer a un hombre, vestidle de corto". Viene eso a cuento por la agresión de Evo Morales a un ex aliado político durante una pachanga. Es una estupenda noticia: mucha gente comprenderá mejor la naturaleza de este deporte, practicado, recordemos, por mamíferos territoriales, no por fundadores de oenegés en el Baltistán. Aprovecho para adjuntar la entrada más célebre de la breve historia de este foro, un homenaje a la carcajada y a la bolsa escrotal.
El rapto del presidente boliviano se explica en esencia por los mismos procesos hormonales que rigen la conducta de De Jong, probablemente el jugador más duro del mundo, el legítimo heredero del gran Vinnie Jones. Esto también es el fútbol, no lo olviden, un espectáculo para mayores de edad.
PD. Me parece bien lo que han hecho los futbolistas holandeses apartándole de la selección, todos los sectores merecen tener un sindicato que vele por sus intereses y sus tibias y esternones. Aún así, no engañan a nadie. Ya sabían antes de la final del Mundial a qué jugaba y estuvieron encantados de tenerle de titular: era la batalla más importante imaginable en el deporte que emula la guerra y retrata el alma de las gentes que lo practican.

lunes, 4 de octubre de 2010

El hogar

En esta noche funesta me acuerdo de Teresa, la tía exiliada de Ambros Adekwarthi, que vivía en EEUU y volvía un mes y medio cada año a su Suiza natal para ver a su familia. Cuentan que pasaba las tres primeras semanas llorando de alegría; las tres siguientes lloraba de pena. Todas sus cartas comenzaban con una misma introducción: "Queridos familiares que estáis en vuestra casa. ¿Cómo estáis? Yo estoy muy bien".
Y pienso en Maslow, en el segundo eslabón de su pirámide, en el ser humano y sus miserias y sus miedos y su perpetua añoranza del útero.
Una casa segura, una casa.
Sin ella, la nada.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Elogio de la claustrofobia

Un gallego de afilada lengua ha clamado hoy contra lo que él denomina "Ruin Kazan" y me ha hecho pensar en algunas cosas. La primera, que como bien dijo Guardiola, hay mil formas válidas de jugar a fútbol y no todas pasan por mezclar foie y caviar en el marmitaco del abuelo Darth. Los rusos, defendiendo con el machete entre los dientes, han dejado a este Barça sin victoria en tres choques seguidos y la cosa merece un respeto, sobre todo teniendo en cuenta que ni uno solo de sus jugadores tiene nivel Barça.
El empate tiene un aspecto positivo como síntoma: de los diez últimos partidos europeos que la filharmónica ha jugado como visitante, sólo ha ganado uno. Una estadística tremenda que dignifican algo el pobre Gamper y que bien podrían rebajar las ínfulas culés. Más aún después de comprobar que Pedro, la Potra sobre la que edificaré mi iglesia, no es infalible.
El empate llegó, además, en una noche en que se conoció el fallecimiento de Manchón, mítico integrante de la delantera del Barça de les Cinc Copes y que ha pasado a la historia de la mano del absurdo: la célebre delantera de aquel equipo la integraban Basora, César, Kubala, Moreno y Vila, pero Serrat eligió para su canción al ayer difunto porque encajaba mejor en su rima.
La vida, como el fútbol, es absurda y caprichosa y todo vale para ser recordado. ¿Quién puede reprochar al Kazan que se defendiera con desesperación? ¿Acaso tienen claustrofobia? Pues vayan acostumbrándose: acabaremos todos en una caja.

domingo, 26 de septiembre de 2010

¿Es posible?

Cuatro jornadas y el debate filosófico ya está en las calles. ¿Es posible odiar más a este Madriz? Las formas prepotentes y las compras millonarias del tito Floren ya le situaron como un equipo odiado a nivel de los grandes clubes europeos. Pero en España, ese país en la cresta, el odio tardó en calar.
La mafia de José Mendes, con Cejas Redepiladas a la cabeza, ha hecho mucho. Pero lo de Mourinho parece broma, es un enviado del Señor para sembrar el mundo de antimadridismo. Meterse con el Sporting de Gijón o el Levante da la justa medida de lo que es hoy La Banda. Nuestra dicha no acaba aquí: la sobreexcitación de Mourinho, siempre calculada, responde a algo muy concreto. Tal vez a que intuye que le esperan meses duros, porque su equipo juega poco y de manera distinta al año pasado, que le costará reencontrar las rachas triunfales de Pellegrini. Su antídoto, pelearse con el mundo y sembrar de excusas los medios oficiales del analfabetismo blanco -ya saben, el As del villarato y el increíble Marca de los delirios-.
Honestamente, esta gente ha caído muy abajo y resulta difícil imaginar cómo podrían ser más odiosos. Pero si Floren quiere, desde aquí unas ideas:
-Nombrar a Aznar como su delfín y sucesor.
-Rebautizar como estadio Guruceta al Bernabéu.
-Hacer a Figo delegado.
-Imprimir el jeto de Juanito en las camisetas.
-Hacer directivo responsable de relaciones externas a Ochaíta, ese demócrata.
-Colocar a Tomás Roncero como nuevo jefe de prensa.
-Ceder el vestuario para las reuniones del TC.
Si estos consejos le parecieran al Ser Superior demasiado audaces, que por lo menos se digne mantener a Mourinho unos meses más en el cargo. Estaremos eternamente agradecidos.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Edipo lleva el siete

Ustedes podrán decir que no tiene mayor misterio que un delantero marque goles. Efectivamente, los goleadores anotan, los centrales despejan, los laterales suben y bajan, los medios organizan, Puyol daña las córneas. Ninguna novedad.
Pero discúlpenme, cuando un gol anodino lo hace un ariete que se enfrenta al equipo donde creció, donde se hizo hombre, la cosa cambia, se convierte en algo más profundo. Huele a venganza y a brindis por los buenos tiempos. A revolcón de despedida con aquella ex que no nos entendió.
Si además resulta que el vengador es Villa, perdonen, pero ya merece la pena el bodrio entero sólo para ver el gol con detenimiento. Cuando arranca, cuando espera el balón, ya sabe cómo acabará todo. Cuando se queda solo ante el portero, levanta la cabeza, pero no lo hace buscando a quién asistir, sino asegurándose de que está solo frente a su pasado, frente a Quini y Luis Enrique y cualquiera que quiera su trono.
Nuestro asesino actuó anoche. Tras el crimen, Edipo torció una sonrisa. Ya saben, el que una vez tuvo que ser sincero con sus propias hijas: "Vuestro padre ha matado a su padre y ha sembrado en la que le parió".
Fue un 1-0. Quedó un bonito cadáver.

lunes, 20 de septiembre de 2010

El falso martirio

"En un solo relicario, el que hay debajo de la columna de pórfido en el foro de Constantino, se guardaban los santos clavos de la crucifixión, el hacha con que Noé construyó el arca y el dodekathronon, los doce cestos en que se recogieron los panes y los peces que sobraron después de alimentar a cinco mil personas, y que había redescubierto milagrosamente la emperatriz Helena cerca del Mar de Galilea. En otros lugares de la ciudad podían encontrarse la corona de espinas, la cabeza de Juan Bautista (con cabello y barba, según una fuente), los cuerpos de casi todos los inocentes asesinados por el rey Herodes y grandes trozos de la verdadera Cruz".

Desde el monte santo, William Dalrymple

Con estas palabras describe este muy recomendable libro la sublimación de la mercadotecnia religiosa que se vivía en Constantinopla allá por el siglo VI. El cristianismo era entonces imperante, incuestionable, un dogma. Ustedes me sabrán perdonar, pero saco esto a colación tras la cascada de críticas, insultos e indignadas soflamas por el juego limpio y contra Ujfalusi que se han sucedido en las últimas horas.

De un tiempo a esta parte se ha impuesto en la España mojigata y bienpensante la insólita idea de que el fútbol de alta competición debe ejercer de complemento a los colegios, la Biblia y la Formación del Espíritu Nacional. Se repite que el fútbol de Primera debe dar ejemplo y valores a los niños, como si los jugadores no usaran tacos, como si les hubieran lijado los codos y cortado las lenguas. Esta nueva Constantinopla repudia los escupitajos, censura los insultos y pide pena capital contra las entradas duras.

El fútbol nunca fue eso. Este deporte es un simulacro bélico en que los profesionales juegan para ganar, no para agradar al Dalai Lama ni para complacer a las Hermanitas de la Caridad.

Pero bajemos a los fangos y comentemos la escena del crimen. La entrada fue abajo, sobre el pie. Si llega a ser cinco centímetros más arriba, le rompe el peroné. Pero fue abajo, sinónimo inequívoco de que una entrada es noble o, cuanto menos, de que no es un intento de asesinato. Bien puede interpretarse que Ujfalusi, retratado cada vez que ha jugado en los dos últimos años contra el Barça, llegó tarde. Lo mismo le pasó en esta ocasión, en que cometió penalti sobre la Bestia Parda. El caso es que el tronco checo, que se ha disculpado, vio la roja, cosa justa y castigo suficiente.

Hagamos aún una última lectura sobre esta acción fortuita de este deporte de contacto que tan poco se parece al ajedrez o al tenis: en las dos últimas temporadas, Messi le ha hecho al Pateti un buen puñado de hijoputeces: forzó un penalti y le metió siete goles. ¿No basta con esa venganza?

Nuestra Bestia Parda estará 15 días de baja, sí. Un atentado al fútbol, sí. Pero no lloren, no se rasguen las vestiduras. Tampoco se rebajen rebuscando entre las reliquias de Constantinopla el tobillo de Messi. Dejen, mejor, que sea él quien clame al cielo. Lo hará con el balón en los pies en el partido de vuelta. Promete ser apocalíptico.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Misterios insondables

"No sé cómo te puede gustar el fútbol", me dicen a nueve horas de diferencia horaria después del enésimo churro blanco. No es la única cuestión trascendental de la noche.
¿Cómo en la Premier se logran horrores tan genuinos?
¿Por qué desde siempre nos cayó bien la Real?
¿Uniría el odio a CR7 a toda la humanidad?
¿El desprecio a Tamudo es tan incurable como el ébola?
¿De verdad alguien piensa que el Barça no quiere vengarse de la farsa atlética?
Creo recordar que he mentido cuando trataba de explicar mi parafilia. Quisiera aclarar que me gusta el fútbol porque en un rato juega Messi.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El Gamper ya no es lo que era

Aplaudí con fruición durante la hora y media de masacre e hice un poco de memoria. Una vez más, un recital extraordinario en el campo, una vez más, una absoluta falta de vértigo competitivo en la grada. Estas fases de grupos son un fraude en que el riesgo de eliminación es prácticamente cero siempre y cuando uno no esté en el Grupo de la Muerte de turno (donde este año, por primera vez en la historia, estará La Banda).
Ustedes ya sabrán que sólo en tres ocasiones el Barça palmó a estas alturas (97-98, 98-99, 00-01). Pero desde que Núñez y su heredero se fueron, el Barça ha jugado ya 19 partidos en casa en estas liguillas infames; ganó 14, empató tres y perdió dos, pero las derrotas nunca fueron decisivas; en total, 51 goles a favor y 14 en contra. Por eso propongo que desde ya nos refiramos al Gamper 2.0 cuando nos toque hablar de esta fase.
Varios detalles acreditan que en ningún momento dudó nadie de la paliza:
1) Al marcar Govou, el Camp Nou animó. Insólito.
2) En ese mismo instante, la cara del entrenador griego era la del pánico a las represalias.
3) Boumsong, un gran demócrata, tuvo a bien insultar a la Bestia Parda.
Pero sin duda, lo mejor de la pachanga fue esto: observen, en pleno himno händeliano, cuando a los sensibles se les pone la piel de gallina, la actitud de Messi.
En definitiva: estaba cantado, a estas alturas todo el mundo sabe ya que el Gamper es un paseo.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Lo que la 'caipirinha' nos dejó

Y precisamente hoy había transcrito estas palabras de McCarthy: "Tú piensas que cuando te despiertas por la mañana el ayer ya no cuenta. Pero es todo lo que cuenta realmente". Y sí, hoy Diada Nacional de Catalunya conviene recordar algunas cosas:
1. Derrotas.
2. Anécdotas (Olé doña Josefa la del Puerto de Santa María: por su culpa conozco a dos quinielistas ocasionales que siempre dan vencedor al Macho Hércules).
5. Resacones lejanos.
6. Resacones recientes.
Hasta aquí el sermón. Es simple de comprender pero habrá que ver si Xavi, Piqué y compañía se aplican a recordar que en fútbol el que no lo da todo no gana. Tan fácil como mirar al pasado.

domingo, 5 de septiembre de 2010

El guardián del manicomio

¿Es posible fiar todas nuestras dudas existenciales en lo que a fútbol respecta a un sólo libro? ¿Existe un equivalente balompédico a la Biblia, el Corán o el Torá? Más aún: ¿hay algo parecido al I Ching que podamos utilizar los futboleros para resolver nuestras preocupaciones cotidianas? La respuesta, señoras y señores, es un rotundo sí.

Este foro tiene la suerte de ser leído desde China, desde donde dos intrépidos reporteros aportan alimento espiritual habida cuenta de que con Poli Rincón no alcanza. Hace unas semanas me trajeron del Lejano Oriente Fiebre en las gradas, un desternillante recorrido por la pasión futbolera del muy gunner y demente señor Nick Hornby. En esas páginas he encontrado muchas carcajadas y mucha luz (y he comprendido, además, que hay libros que no deberían leerse a riesgo de poner un punto y final a la propia trayectoria como escritor, pero ésa es otra historia).

Lo principal de Hornby -desde aquí pueden acceder a su blog- es que desciende a los abismos de la locura balompédica y lo hace con inteligencia y humor. Prometo recurrir a él en el futuro para resolver mis crisis futbolísticas y les recomiendo que hagan lo propio. Un ejemplo: en esta semana de lamentable parón por culpa de las selecciones le he preguntado a Hornby si es normal que la visión de Del Bosque y de mis chavales enfundados en chándales que no son azulgrana me provoque irritación, mareos y jaqueca. Y el sabio ha hablado así.

"A los obsesos les está negada toda clase de perspectiva sobre su propia pasión". ¡Cierto!

"La verdad es así de simple: durante largos ratos de un día normal y corriente, soy un perfecto idiota". Así es: cuando la novia pregunta "en qué piensas", tú no puedes responder "añoro a Messi recibiendo de Xavi".

"Las ambigüedades llegarían con el paso del tiempo: cuando cumplí 16 o 17 años, ya sabía de fútbol más que el seleccionador nacional". No es mi seleccionador, pero por supuesto que sé más que el Guardia Civil.

"Después del partido contra el Swindon, había descubierto que la lealtad, al menos en términos futbolísticos, no era objeto de una elección moral, tal como pudieran serlo la valentía o la amabilidad, sino que era más bien como una verruga o una joroba, es decir, algo con lo que uno ha de convivir sin remedio". Muy cierto: nuestro Swindon fueron Berna, Sevilla, Gaspart o el tamudazo: uno quisiera quitarse, pero no puede, del amor por su club.

"El estado natural del hincha futbolero es de una amarga desilusión, al margen del resultado del marcador". Cierto, sobre todo cuando Villar nos priva de nuestro equipo.

"Soy hincha, no tengo el deber de acatar la disciplina moral". Gracias, y por eso seguiré odiando a la Selección a pesar de la mojigatería y el discurso único nacional.

Amigos, Hornby viene para quedarse, ya verán como acaban siendo grandes amigos. Para algo es el guardián del manicomio.