sábado, 29 de agosto de 2009

Celebrar la vida

Con todos ustedes, James Hetfield. 46 años, 28 de ellos dedicados a la noble actividad de ser una estrella del rock. Ex chico malo, ex alcohólico, superviviente de accidentes mortales y ex hombre peligroso y excesivo, es hoy alguien que ha abusado de la autoayuda, los mediadores y las terapias de grupo. Todo para mantener la llama de la obra de su vida, Metallica. Una tarea casi imposible teniendo en cuenta que la cumbre de este grupo californiano llegó a finales de los 80.
El Barça me hizo acordarme de él anoche. Asomando la Liga, con una Supercopa ya en el bolsillo y obligados a derribar la pesada muralla del Shaktar. Aún reciente el recuerdo de la felicidad absoluta del pasado mayo, del 2-6, la Copa, Roma, ayer les tocó sudar contra un equipo que logró la proeza de anular a Xavi. Y además de sin cerebro, el Barça jugó con dos de sus tres atacantes sin chispa ni ritmo. Una noche para remangarse, más para el Eibar que para los reyes de la haute cuisine.
Pero el mismo Barça que el año pasado supo perseverar y sufrir aún tiene hambre. Ése será su mejor aval en el año que empieza ante un Madrid que ha traído a cracks únicos pero que es menos equipo que el Barça Athletic de Luis Enrique. En el minuto 115, Messi vio el hueco y Pedro marcó. Y cómo lo celebraron: lo mejor del partido. Con entusiasmo, como si el fútbol se les acabara mañana. Fue entonces cuando recordé la perilla de Hetfield: el pasado julio tocó en Barcelona ante 50.000 incondicionales. Apareció con lumbago, aires de gurú indio y lamentablemente sobrio. Pero agarró el micro y abrió la noche con una pregunta demoledora: “How does it feel to be alive?!”, gritó. El magullado James ha dado con la tecla de la vida, igual que Guardiola. La clave es la actitud. Vuelve el fútbol. Celebrémoslo.

jueves, 20 de agosto de 2009

Proyecto hombre

Se llama Mauricio Baldivieso y su tragedia comenzó, como tantas otras, en una idea de bombero de su propio padre, que vino al mundo con el augusto nombre de Julio César. El personaje se hizo entrenador y el pasado mes de junio hizo debutar en el primer equipo del Aurora al pobre Mauricio, que contaba 12 años de edad.
La estupidez acabó mal: el chaval salió a campo en el minuto 80 con el dorsal diez a la espalda. A la segunda que tocó, dio la espalda a su defensor, hizo un toquecito de más y claro, se llevó el patadón. (http://www.youtube.com/watch?v=c2GF8O1-IEY, 50 ''). El chaval demostró que su padre le dice cada noche que es la reencarnación de Maradona y se encaró con todos, participó en la tángana... En fin, que demostró que tiene todo para convertirse en un Gerard López precoz, en otro De la Peña que tira su carrera por la borda, en un Jonathan Soriano que tras seis años de ser promesa ha acabado fichando por el Barça Atlètic.
Por si no fuera poco, a las pocas semanas su padre abandonó el club porque alguien con sentido común le pidió paciencia con su hijo. Respuesta: "Tiene que saber el país y el mundo entero que en Bolivia se le cortan los pies a los jóvenes con talento". Señores, este chaval acabará muy mal. Desde este foro nos comprometemos a seguir su descenso a los infiernos y al anonimato y le recomendamos que contacte con los amigos de Proyecto Hombre. Falta le hará.

martes, 11 de agosto de 2009

'Casi toda la mentira'

Un buen amigo, en plena escalada de mentiras conyugales, se preguntaba siempre lo siguiente: "¿Ocultar la verdad es mentir?". De él me acuerdo muy a menudo, y más estos días, cuando he vuelto a protagonizar una proeza literaria digna de Jackass: leer las memorias de Josep Maria Minguella.
El engendro lleva por título Casi toda la verdad, y no podía resultar más decepcionante. Minguella escribe un largo auhohomenaje, en que repasa sus inicios -entrenador de categorías inferiores del Barça y su paso a segundo entrenador gracias a que sabía inglés, igualito que Mourinho- y tarda un mundo hasta llegar a su vida como representante de jugadores.
Pero cuando por fin llega el meollo del asunto, qué decepción. Con decir que exculpa a Gaspart, está todo dicho. Sobre el Infame sólo dice que era "muy barcelonista" y "muy duro negociando". Sobre el delicado asunto de las comisiones, ni una palabra. Él, uno de los hombres mejor informados del planeta fútbol...
Se agradece, en cambio, que no oculte que en una ocasión fue condenado por sus negocios. También son aprovechables los detalles que da del intento de hacer una candidatura de unidad al final de la era Núñez. La única anécdota aprovechable del libro recuerda una época anterior: Núñez y Gaspart se reunían semanalmente con Cruyff. Y cuando le pedían explicaciones de algún aspecto exclusivamente futbolístico, Johan Vader les decía lo siguiente: "Con vosotros no hablo de fútbol porque no tenéis ni puta idea".
En fin, Minguella, para hacer algo tan edulcorado y prudente no valía la pena molestarse. Porque se corre el riesgo de que alguien piense que tú tampoco tienes ni puta idea. O, peor aún, de que te llamen mentiroso.

lunes, 10 de agosto de 2009

Perdurar

Los niños suelen conocer a eso de los diez años que, irremediablemente, algún día morirán. Una reacción habitual es pensar: "Cuanto más tarde, mejor". A ese pensamiento pragmático, algunos padres añaden una idea pintoresca: la de perdurar.
-¿Qué es perdurar, papá?
-Ser recordado tras la muerte.
Hay muchos caminos para ello: la penosa vía de la santidad, la sorda batalla por amasar una fortuna, las miserias por obtener el poder político. Hay incluso quien se hace artista para que sus obras le sobrevivan o quien, de una forma más o menos honesta, apuesta por reproducirse una y otra vez para que su ADN hable por él cuando el tiempo le entierre. Pero ningún camino es más estrambótico y complejo que el de llegar a la cumbre del fútbol capitaneando al club de toda la vida.
El epitafio de Jarque será sucinto, pero bien podría decir: "Bravo defensa del Espanyol que murió tras obtener el brazalete de las garras que lo tenían secuestrado. Fugaz capitán que recordó al mundo que su equipo no era una secta criptomadridista, sino una familia entrañable y maldita".
Estos días se ha dicho que Jarque habría muerto igualmente aunque hubiera sido camionero, informático o celador. Puede que así sea. Pero en eso caso, difícilmente habría conseguido perdurar.
Coda. Se me ocurre que tal vez tendrá un hijo futbolista que acabe llegando al primer equipo del Espanyol. Sería una de esas cosas bellas y terribles que sólo pasan en el fútbol.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La mejor lección de J.J. Santos

¡Quién dijo miedo! En un asombroso acto de fe, he llegado hasta el final de Abrazos y zancadillas, las memorias profesionales de J.J. Santos. Son 254 páginas leídas íntegramente en el excusado de mi hogar.
Sólo con ver la foto, ya sabrán los muy escasos barcelonistas que siguen este blog que no es un periodista que levante demasiadas simpatías. Pero resulta que el libro está bien surtido de anécdotas y eso alivia la absoluta ausencia de placer estético que uno encuentra en la obra. Lo que cuenta J.J. vale la pena -a pesar incluso de los extractos soporíferos en que narra su infancia e inicios- porque es un manual extraordinario para comprender por qué en Madrid el periodismo deportivo es como es. Cualquiera que tenga interés en la información futbolera puede sacar mucho provecho de estas páginas. Me explico.
JJ, en un acto de honestidad que le honra, recuerda cómo en sus inicios radiofónicos en una pequeña emisora de Madrid recurrió a las polémicas abiertas con José María García para ganar notoriedad y audiencia. Tanto subió el tono de la contienda, que el Butanito llegó a reírse públicamente de la cojera de JJ. Éste no tuvo mejor ocurrencia que replicarle en directo. Le llamó "sabandija carroñera", "enano mental", "tarado de poca monta", "mezquino" y, atención, "culibajo". En el libro se disculpa y dice estas palabras, que tal vez habría que colgar a la entrada de las redacciones de la mayoría de medios deportivos que confunden deporte con polémica barata: "He de reconocer que los de mi ramo tendemos a hacer públicas nuestras broncas, que nos gusta exhibir nuestras miserias, que queremos hacer partícipe al error de nuestras guerras. Craso error. (...) No está bien emplear el tiempo de información y opinión para este tipo de cuestiones".
Esta agresividad, este estado permanente de inflamación de carótida, es particularmente acusado en la radio deportiva que se hace en la capital. Supongo que a eso ayuda la dictadura de las audiencias y también el hecho de que las referencias en el campo (García, Azuara, De la Morena o Abellán) han rentabilizado bien este estilo. Que ese estilo haya llegado al papel, es una pésima noticia que acaba convirtiendo a los juntaletras en polemistas deportivos.
Por el libro desfilan las guerras y los idilios de JJ con Clemente, Gil, El Chava, Eto'o o Aragonés, con ese estilo típicamente mesetario que afortunadamente aún no ha llegado a la prensa catalana. Hay, por supuesto, mucho revanchismo (Urdaci, por cierto, sale muy mal parado) pero también autocrítica, como cuando evalúa su seguimiento del Mundial de Corea y Japón tras una amabilísima entrevista a Raúl, que ya estaba en el ojo de la polémica: "Lo malo de ser la televisión oficial del mundial es que acabas perdiendo la perspectiva crítica, porque tus intereses, más que nunca, van unidos a los de la Selección".
Sobre la eliminación ante Corea, por cierto, leí con auténtico placer lo siguiente: "Por segunda vez en mi vida, lloré viendo un partido de fútbol, y lloré desconsoladamente en las horas posteriores (...). Era pensar en los millones de compatriotas que se habían acostado en aquel soleado fin de semana en nuestro país y que iban a dormir muy mal esa noche".
También son aprovechables sus reflexiones sobre cómo los grandes deportistas se esconden de la prensa, y escribe algo sobre los capitanes del Real Madrid que se cumple al milímetro en el Camp Nou: "Parece obligado que tengan que estar como enfrentados con los medios y con cara de mala uva todo el día. Es como si el brazalete obligara a ello".
Para finalizar, adjunto la mejor anécdota del libro. Ocurrió tras ganar Dani Pedrosa un Mundial y mantuvieron esta conversación, en la que el deportista tiró de seny y le demostró a JJ que hay cosas que, sencillamente, no son información, sólo interesan a mentes morbosas y aburridas a quienes no les interesa el deporte.
JJ: Te noto distante Dani, ¿yo no estoy en esa lista de cuatro [periodistas con los que no se lleva bien], no? ¿ O sí?
DP: No, pero no son unas preguntas muy inteligentes.
JJ: ¿Que no son muy inteligentes? A lo mejor lo que no son muy inteligentes son tus respuestas.
DP: Perdona si te ha molestado la respuesta, pero me estás tan sólo preguntando cosas que no tienen nada que ver... Aquí la cuestión es que he conseguido un campeonato del mundo y que estamos todos muy contentos, y me estás preguntando si tengo un pique con Alonso, y que si tengo no sé qué con los periodistas... Por lo tanto creo que la entrevista no es muy buena, perdona que te lo diga.
Gràcies Dani, y gracias JJ por ayudarme a comprender el carajillismo periodístico y por qué hay gente que en su micrófono o libreta ve una alabarda o un Kalashnikov.