martes, 18 de marzo de 2008

El porqué de un linchamiento

Amanecer con el diario oficial del Barça destrozando en portada a Ronaldinho se ha convertido en algo habitual en los últimos 18 meses. Sport, líder indiscutible a la hora de comercializar promociones con el escudo del Barça y líder también en filtraciones interesadas, es la voz de Laporta.
La portada de ayer, en que se “desenmascaraba” a Ronaldinho, que quiere “engañar” al barcelonismo, tiene un origen siniestro. Todo se remonta al encuentro casi pornográfico que tuvo lugar el pasado año entre Joan Laporta y Silvio Berlusconi. “Si vendo a Ronaldinho, me echan del país”, le dijo el aprendiz al capo di capi. Para alguien que quiere hacer política, el índice de popularidad cuenta más que el latir del corazón. Y echar a un mago sonriente es muy diferente a echar a un putero gandul.
Un mes atrás, Paco Chaparro resumía sabiamente todo lo que le ha pasado a Ronaldinho desde el verano de 2006: “Cuando vuelva a sonreír jugará como siempre”. Y cuando ya asomaban esos dientes que doña Miguelina le dio, el club aprovecha otra insensatez suya para dejarle con las vergüenzas al aire -Con Eto'o hace lo contrario- y lanzarle la jauría.
Esta entrada de hoy es también una declaración de intenciones. Aquí no hablaremos del futuro de Ronaldinho. Ha decidido irse al Chelsea y volver a ser el mejor. Si me equivoco, invitaré a cualquier cavernícola que me lo pida a un brebaje etílico de origen incierto. Si marca en la final de Moscú, me ataré en el aeropuerto del Prat para evitar su adiós, y me rasgaré las vestiduras, me embadurnaré la cara de ceniza y probablemente me arrancaré mi mermada cabellera a puñados.
Y si se va sin ganar, lloraré su adiós en silencio. Es el mismo que nos encontró en la UEFA y nos llevó a lo más alto. A los estajanovistas del balón, a los que le odian, una petición: se va en dos meses, no hace falta que rebajen más su precio. Y un apunte: el Éibar también va de azulgrana y también juega con once, todos ellos esforzados profesionales.

3 comentarios:

Marc dijo...

Albert, tot això que has dit està molt bé, però on cony és aquell que feia passades impossibles, cavalcades de somni i xuts impressionants? per no parlar de deixar tres rivals asseguts a terra en mig metre quadrat...
A la final de Paris, l'únic moment vertaderament important des de que juga al Barça, es va amagar fins al punt que només va fer una passada de mèrit (la jugada va acabar amb l'expulsió de Lehmann) i un xut de falta a la barrera. Això no és un crack ni molt menys un lider.
L'era Ronaldinho s'ha acabat, com es va acabar l'era Laudrup i l'era Kubala en el seu dia.
S'ha de vendre ja i si fa el gol que ens dóna la tercera Champions, serà el millor record que ens deixarà... els primers anys ja no es recorden amagats per els dos darrers

gonzny dijo...

Seguro que en el Chelsea o donde quiera ir tendra sus momentos de concentracion en los que mostrara destellos de aquello que tuvimos la suerte de ver. Pero seran eso, destellos. Yo creo que el problema ha llegado a un grado de profundidad psicologica y emocional que no es recuperable a largo plazo.

Pero lo mas grave es que este problema ha sido alimentado (como en su dia lo fue en el maligno por nuestro mejor aliado Don Florentino) desde la ignorancia, la incapacidad y el inabarcable ego (tan inabarcable como la papada que ultimamente luce) de este aprendiz barato de Julio Cesar que ahora lo quiere degollar publicamente.

Quien fuera Bruto...

Unknown dijo...

Es que en el Barça somos especialistas en encumbrar a alguien y luego mandarlo a los infiernos. La culpa, malauradament, es en parte nuestra, de todos.