-Forse lei crede che io sia troppo anziano, ma invece…
Italo Calvino, Se una notte d'inverno un viaggiatore
La Copa de Europa debería ser siempre así: dos partidos a vida o muerte y contra un equipo que prácticamente dobla en Champions las temporadas que el Espanyol ha estado en Segunda. Y además, son italianos. Y lideran la Serie A. Y tienen estrellones como el rey de Youtube. Y un propietario incivilizado digno de la España de los 90.
Pero si algo resulta apasionante del Milan es su capacidad para seguir en la elite año tras año a pesar del geriátrico que tiene montado. Tras varias temporadas rejuveneciendo la plantilla, el Milan sigue siendo el genuino Ejército de los Muertos que imaginó Tolkien, con leyendas como Seedorf (esta semana cumple 36 años), Gattuso (34, no inscrito), Nesta (otros 36 años, ahí va ese hombre) o el inigualable Dios de la Fealdad Balompédica, Pippo Inzaghi (38). En esa casa de insensatez, además de Cabralocavic tenemos a maestros del humor como Cassano (no inscrito), Maxi López o Robinho, y a otros veteranos mercenarios como Van Bommel (34, sancionado para el partido de ida), Abbiati (34) o Zambrotta (35).
Pero son italianos. Y en el Camp Nou ya hicieron lo que hicieron. Y el Barça está en el mejor momento del año y no sería raro un 2-6. Pero seguirán siendo italianos. Todo orgullo, con un escudo heptacampeón. No son ancianos, son venerables. Y como el viejo del cuento de Calvino, aún se ven capaces de darle un revolcón a la bella Ludmilla.
6 comentarios:
La fealdad de Super Pippo. ¿Por qué no hay tesis doctorales sobre el asunto?
Porque habría que escribir un libro sobre Giuly, entonces.
P.S. ¿Cómo puedes dudar de tus hechos ante alguien que se dedica profesionalmente a hacer preguntas sobre la muerte a niñitos indefensos? ¡Y además lo saca por televisión!
Veo que no hay alusiones a la frase que encabeza la entrada. Venía con dedicatoria. Invece...
Perdón. Ni la había visto. Las cataratas...
En fin. Ambrosini rules.
Perdón por quebrar el espíritu de la huelga.
Tengo unas ganas de que llegue el martes que no respiro. Nunca se sabe pero, después de ver el partido de ida y aun sabiendo que son italianos, no me imagino otra cosa que una exhibición sin misericordia.
Y sin resbalones..
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