martes, 27 de mayo de 2008

El gran fraude

Y sí, acabamos con la delantera con el inmenso placer de sacar la guadaña y hacer justicia. Nunca tantos nombres tan espectaculares habían degenerado en semejante acumulación de mierda. A ellos les debemos, entre otras cosas, haber dilapidado la mejor plantilla de siempre y la oportunidad histórica de ganar una Champions que estaba regalada.
Messi. Imparable. 8
Ya nadie piensa que Messi no mete goles. Ya nadie le ve tímido. Este año ha demostrado ser el jugador más desequilibrante del mundo (en la eliminatoria que les enfrentó demostró estar claramente por encima del segundo) y será el Ronaldinho del ciclo Guardiola, si es que eso se alarga hasta más allá de la Navidad. Los mejores detalles del año han sido suyos, y sólo queda rezar porque la desintegración del clan de la caipirinha acabe también -por pura casualidad, oiga- con sus lesiones musculares.
Giovani. Incomprendido. 5,5
El joven mexicano cometió el error de creerse las comparaciones con Messi o Ronaldinho y de no escuchar mis consejos de emular a Giuly (buscar la cal, tirar el desmarque, cantar gol). Tras un inicio nefasto, una bronca de los pesos pesados acabó con sus vicios individualistas y con su falta de compromiso defensivo. Se ha fajado siempre con defensas que le sacan una cabeza y varios lustros, se ha partido la cara y ha demostrado su calidad. Si quisiera ser el nuevo Napoleón, sería decisivo. Pero esa cabecita y su entorno parecen querer que se marche a un segundón inglés.
Eto'o. Aburguesado. 2
Sí, aburguesado. Él, que había representado como nadie la voracidad, la ambición y el sacrificio, es ya una sombra de lo que fue, un Ronaldinho al principio del precipicio. Llegó a la eliminatoria contra el Manchester en un estado de forma vergonzoso, arregló sus números goleando a equipos tristes y no ha ayudado a limpiar la casa de refocile que es el vestuario. Dejará 30 buenos millones en caja y tal vez fuera esté a tiempo de recuperar su nivel.
Bojan. Bregado. 6,5
Lo mejor que le ha pasado a Bojan este año no son sus goles ni su idilio con la grada, ni los elogios unánimes de sus entrenadores. Lo mejor que ha vivido es el desdén del vestuario, los nervios del debut con la selección, las muchas derrotas y pañoladas. Bojan es el futuro, el nuevo Raúl del fútbol español. Está condenado a ser grande pero para cumplir su profecía, necesita sufrir un par de años. Lo mejor que le puede pasar la próxima temporada es que crezca el bulo de que estamos ante el Portillo del Barça. No es verdad. Dentro de muy poco se le comparará con Fernando Torres y Messi.
Ezquerro. Sonriente. S/C
Su paso por el Sabadell le ha ido bien. Con continuidad, ha demostrado su calidad. (Perdón). Basta saber que es el amigo de Oleguer. Feliz viaje a su sempiterna sonrisa y a sus malabarismos en los entrenamientos.
Henry. Impostor.1,5
El único jugador capaz de fusionar al mejor Ronaldinho y al mejor Eto'o vino a Barcelona a robar descaradamente, a frecuentar los locales más frívolos de la ciudad y a asombrar a las modelos del lugar con sus prestaciones amatorias. Sobre el terreno de juego, horrendo y aferrado a la excusa de la banda. Todos los grandes han sabido jugar por banda, si él no rindió fue porque nunca estuvo en su nivel físico. Acabó el año como máximo goleador y mejor asistente, pero ni así engaña al barcelonismo: un año nefasto. En el vestuario, sin amigos y mintiendo. De la grandeza de su añejo rencor sólo queda un triste disfraz con el que tendrá que lidiar Guardiola a no ser que se produzca un milagro de verano.
Ronaldinho. Dimitido. 0
Toda su vida salió, pero nunca hasta ahora había dado la espalda al fútbol y al balón. Rijkaard le dio mil oportunidades que no quiso aprovechar, porque es muy difícil correr cuando uno sabe que ha sido Dios. Ha perjudicado al equipo con su presencia, con su ausencia y con su recuerdo. Igual que le pasa a Henry, hay que constatar si será capaz de recuperar su nivel: los expertos dicen que cuando un jugador se deja ir, ya nunca vuelve a ser el mismo.
PD. Gracias por la chilena, mago.
Este blog se va de vacaciones a lugares remotos hasta el día 8. Difícilmente habrá actualizaciones, hasta entonces os recomiendo la lectura de Dios es redondo, del poeta Villoro.

sábado, 24 de mayo de 2008

Los mejores, también culpables

Si hay una sola línea que en pleno desastre permita concebir esperanzas en el futuro, ésa es la medular. Los que siguen son jugadores de primer nivel, serían indiscutibles en cualquier equipo del mundo -y por supuesto en la Banda de Bernardo, que no olvidemos, es la referencia y, puaj, el equipo a batir- y por edad y compromiso siguen hambrientos.
Sin embargo, hay que reconocer que El Profeta acertó una y otra vez este año cuando señaló que el ritmo de balón no era rápido y que había excesivas pérdidas, y que el célebre juego de posesión no funcionó. El fútbol es muy justo con los centrocampistas: cuando su equipo gana, es gracias a ellos, pero cuando pierden es por su culpa, por su culpa, por su grandísima culpa.
Que jugadorazos del nivel de Xavi o Iniesta hayan jugado todo el año sin poder evitar el derrumbe es preocupante. El año próximo, que parece no querer llegar nunca, tienen mucho que demostrar y hay que ver si este equipo puede subsistir al adiós de Deco. Éstas son sus notas:
Touré. Pletórico. 8
Probablemente el mejor fichaje que hará jamás el txikicruyffismo. Impresionante su manera de cubrir campo, su capacidad para jugar al primer toque, la sencillez de todo lo que hace y su compromiso con un equipo decadente.
Xavi. Consagrado. 8
Su fútbol es para paladares elevados y en sus célebres cargolades esconde la receta secreta del juego azulgrana, pero comenzó el año con durísimas críticas a la poca profundidad de su juego. Tras una edificante dosis de banquillo, volvió para dar su mejor nivel desde que llegó al Camp Nou, con goles, fe, espíritu y compromiso. Bate su récord goleador con nueve goles, tres menos que los que marcó el mejor Deco cuando era aspirante al Balón de Oro. Le queda la asignatura pendiente de aprender a defender y a silenciar a gritos a un vestuario. Pero se le perdona todo: hasta en eso se retrata como culé.
Iniesta. Alicaído. 6
A alguien de su nivel, al que será heredero de Luis Suárez como Balón de Oro español, se le tiene que pedir mucho más. Empezó el curso de forma arrolladora, demostrando que el mejor driblador del equipo, muerto Ronaldinho y dejando de lado a Messi, es él. Lideraba clasificaciones como la de faltas recibidas, la de regates hechos, etcétera, pero cayó presa del Virus Barça'08: el mal de amores. Ha completado una segunda vuelta floja, con muchos cambios de posición -pivote, extremo, volante- y pocos esláloms y asistencias. Con el adiós de Deco podrá exigir la batuta y demostrar si en estos tres años ha aprendido el sentido del tempo del portugués.
Deco. Ausente. 4
En este foro no se discutirá jamás que Deco es el mejor centrocampista del mundo. Sí se hablará de su rendimiento y de que ha estado sobre el césped menos minutos que ese horror llamado Thuram y que el disortado Giovani. Su vida privada es tal desastre, tal compendio de calamidades y desgracias, que es fácil de entender que se hundiera a pesar de comenzar bien el año. Contra el Manchester demostró que nadie en el mundo crea y destruye tanto como él, y que nadie como él sabe qué ritmo le conviene a un partido. Pero su exhibición llega tarde: debe abandonar Castelldefels y ver si su vida se ordena en otro país.
Gudjohnsen. Esforzado. 4
Llegó al club por un oscuro asunto de Rijkaard para, recordemos, suplir a Larsson y demostrar que era mejor que Forlán. Al medir las dimensiones de su cintura y ver su implosivo sprint corto, se vio que la única solución era ponerle de centrocampista. Se ha aprovechado de la preocupante falta de efectivos en esta zona del campo para tener muchos minutos, en los que ha demostrado tener calidad y orgullo profesional. Entrenaba fortísimo y se ganó a pulso sus minutos. Pero sí, es lento, y un jugador de fútbol lento es como un guitarrista sin dedos. El club de la caipirinha le recordará como el rubio guasón que bebía el vino directamente de la botella. Feliz retorno a la fría Inglaterra.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Y al fin, las notas

No hay escuela, instituto o facultad que no conozca entre su personal docente a gente maravillosa como el profesor Ignacio Da Riva. Este profesor de Aerodinámica ganó fama en la facultad de Ingenieros Aeronáuticos durante los años 60 y 70 por suspendee al 94% de sus alumnos y negarse a aprobar jamás a una sola alumna. La retorcida amargura que significaba su vida conocía un único momento de felicidad: el de suspender a sus alumnos.
Y como si de Da Riva se tratara, el barcelonismo en pleno da comienzo estos días al bello ejercicio de despellejar, uno a uno, a la plantilla del fracaso. En las próximas entradas esta caverna procederá a analizar por líneas a los facedores del desastre, y hoy mismo podréis despacharos con los defensas.
Valdés. Vulgarizado. 5,5
Tras un inicio de temporada espectacular, el hundimiento anímico de sus compañeros le arrastró a una desconocida hasta ahora dinámica de tansemenfotisme en los goles encajados. A pesar de ello, sigue siendo un referente por su sacrificio en los entrenamientos y merece seguir.
Jorquera. Ausente. S/C
Se lesionó la rodilla jugando con Catalunya -la falta de costumbre- pero la tragicómica estampa de Pinto en los entrenamientos ha recordado a algunos su calidad. Se le puede reprochar que no haya impulsado, como miembro del núcleo duro del puyolismo, un golpe de timón en el vestuario para exigir una reacción a las estrellas. Su continuidad no parece en entredicho, a pesar de que el pasado verano estuvo a punto de fichar por el Espanyol harto del banco.
Pinto. Decorativo. 4
Su aspecto de actor porno de películas italianas filmadas en los 60 no engaña. Los entrenamientos le retrataron a él y a quien le fichó, pero ambos tuvieron la suerte de que Valdés no se lesionó ni fue expulsado. Encajó ocho goles en tres partidos y la Segunda es su destino.
Oleguer. Solidario. 2
Solidario con todo tipo de causas nobles, como los delanteros rivales y los deplorables servicios médicos de la entidad. Encadenó tres lesiones seguidas en la manom, cosa lógica teniendo en cuenta la rotunda torpeza de sus pies. Sólo la cuota catalana parece capaz de salvar de la quema a otro de los que pudo hacer un motín anticaipirinha junto con su íntimo Ezquerro.
Zambrotta. Famélico. 4
La señorita de la imagen le dejó en Barcelona y dijo esperarle en el lago de Como. Todos entendemos al pobre Gianluca, que ha tenido un triste rendimiento. La derrota en Manchester confirmó su gafe: firmó una eliminatoria perfecta, secando a todo un Cristiano Ronaldo, pero suyo fue el error que precedió el golazo de Scholes. Vuelve a Italia sin haber hecho olvidar al insensato Belletti.
Puyol. Mudo. 4,5
Su valía como adalid del esfuerzo y héroe de la agonía ha vuelto a quedar demostrada. Con concentración y derroche evitó que sus desastres tácticos relucieran demasiado y durante parte del año formó un gran tándem con Milito. Pero ocurre que el capitán de semejante casa de lenocinio tiene mucha responsabilidad en la conducta de los compañeros. En su favor puede decirse que impulsó la suplencia de Ronaldinho. Un verano más, hay dudas sobre su continuidad: ha anunciado que quiere dejar el fútbol joven y su sueño es jugar en el Milan.
Márquez. Secuestrado. 2
Su pobre corazón y su mala cabeza han vuelto a deparar otro año de decepciones en Can Barça. Desquiciado por sus idas y venidas a Madrid en pos de amor y por su pertenencia al club de la caipirinha, está a años luz del que jugó la final de París. Cierto cavernícola asegura que Pep le ve recuperable y que cuenta con él para tutelar el desembarco de Piqué, otro dechado de seridad del que se hablará en su momento.
Edmilson. Fraudulento. 1
El bueno de José salvó su presencia en el vestuario gracias a la oportuna lesión que se le detectó el pasado verano. Cada una de sus apariciones ha provocado terribles ataques de añoranza en la grada y ha confirmado que la edad es muy dura con los jugadores. Fue lo bastante cínico como para hablar de ovejas negras.
Milito. Abandonado. 8
Tal vez el mejor del año. Su colocación fue una lección diaria para un Puyol que se niega a aprender. Afortunadamente, la velocidad no es su fuerte y no hay que temer por su vuelta al fútbol tras la lesión de rodilla. Unas de las escasas buenas influencias de Messi en el vestuario, está llamado a ser un referente espiritual de este equipo en poco tiempo.
Thuram. Catastrófico. 0
Canaletes debió llenarse con la confirmación de que no renovará. Cada una de sus excesivas apariciones ha venido acompañada de tragedias asombrosas. Desde Frank de Boer el Camp Nou no veía tanta dejadez en un central, que cuando perdió la velocidad debió de quedar confinado para siempre en las claustrofóbicas defensas del calcio. Su último partido en el estadio azulgrana fue mágico: un gol en propia puerta, doble asistencia en el segundo y descolocado en el tercero. Desde aquí se le desea una feliz vida como político o un sonado fichaje por el Real Madrid.
Abidal. Espúreo. 5
Hizo soñar a Valdés durante los primeros meses de competición pero poco a poco se vio que no es un jugador acostumbrado a atacar defensas cerradas. En plena decadencia, se contagió de los vicios defensivos y concedió remates absurdos que costaron goles. Su precio y calidad le exigen mucho más en su segundo año.
Sylvinho. Eterno. 5
Jamás engañó a nadie. Defiende tan mal como cuando llegó y ataca con acierto. Seguirá por la seriedad y profesionalidad que transmite, y por sus permanentes ganas de habalr sobre cualquier asunto con cualquier persona que pueda pasar 25 minutos a su vera. El año próximo cumple 35 primaveras.

domingo, 18 de mayo de 2008

Por fin en el póster

La interminable despedida de este equipo se cerraba anoche con estas tristes celebraciones de los goles. http://www.youtube.com/watch?v=jcfKegsBihk&feature=bz301
La mejor noticia es que el Barça de Rijkaard descansa al fin. Tras dos años de prolongar su agonía con respiración asistida, el mejor equipo desde la virguería de Cruyff puede descansar en el lugar que le corresponde.
¿Pero qué deja tras de sí este equipo? Se recordará como la máquina de triturar que defendía alrededor del área rival. Se recordará cómo el hambre desesperada de la afición tras seis años de sequía caló en los jugadores, empujados por Puyol, Deco y Etoo. Y la precisión absoluta de los tocadores del equipo, Xavi e Iniesta. Y aunque ocurrió sólo fugazmente, será imposible olvidar las miradas que se intrercambiaban algunas defensas cuando ante sí veían a una delantera formada por Messi, Eto'o y Ronaldinho.
Y sobre todo, quedará él, el hombre que ganó sonriendo, el que recordaba a su padre tras cada gol, el que levantó el Bernabéu, el que repartía asistencias con la espalda. Su principal mérito fue embargar de alegría un club destrozado y recordar al barcelonismo la promesa de ser el pueblo elegido por el fútbol.
El Barça inmortal, el que ya descansa en su merecido póster, celebraba así los goles y así merece ser recordado.
http://www.youtube.com/watch?v=DfFJWu5fzEA

viernes, 16 de mayo de 2008

Frank, culpable

Las muestras de afecto y respeto del Camp Nou hacia Frank Rijkaard son justas y comprensibles. Rijkaard ha marcado una época y ha ganado la segunda Champions, y además lo ha conseguido enmendando al jugador que escupía a los rivales que un día fue. (http://es.youtube.com/watch?v=rBnE43zxQes)
Pero tal vez el barcelonismo, en su lucidez habitual, haya olvidado de que si hay un culpable de haber
a) permitido que los cracks perdieran los hábitos de trabajo y sacrificio.
b) convencido a Txiki y Laporta de que con los mismos que fracasaron la campaña pasada podría ganar en ésta.
c) ocultado hasta la saciedad las indecencias del vestuario, tal vez creyendo que en el momento decisivo del año todos tirarían del carro,
ése fue Rijkaard. Le ha robado el corazón a la parroquia por su fidelidad a su modelo y a su manera de ser, pero nadie debe olvidar que se vio incapaz de tomar las decisiones. Laporta y Txiki lo hicieron por cobardía e incompetencia, respectivamente; nuestro amado Frank lo hizo por pura bonhomía, inocencia y candidez.
Rijkaard se merecía una ovación en el adiós y apasionados ríos de tinta en el libro de historia del club, cierto. Exactamente igual que los linchados Eto'o y Deco.

sábado, 10 de mayo de 2008

Cero absoluto

Año 1848. Se publica el Manifiesto Comunista, Francia proclama la república, arranca la primera línea férrea en España para cubrir el trayecto Barcelona-Mataró y un sabio llamado William Thomson descubre el cero absoluto.
Ése fue el nombre que dio a la temperatura de -273º C, la mínima imaginable, la que dejaba a las partículas sin movimiento para suprimir cualquier energía intena. Esta semana, 160 años después de aquel hito científico, el Barça ha encontrado su propio cero absoluto.
Contrariamente al ideario catastrofista, que se sostiene sobre afirmaciones clásicas como "Estamos peor que ayer y mejor que mañana" o la portuguesa "Podía ser peor" o la legendaria "De cagarla siempre estamos a tiempo", este Barça está condenado irremisiblemente a mejorar.
No analizaremos hoy el papel de Guardiola -tiempo habrá para jugosas entradas- ni la tristeza infinita por el adiós de ese héroe del estoicismo llamado Rijkaard, ni el desastre de saber que mañana domingo puede ser la última vez que el Camp Nou vea trotar a Deco o Eto'o.
Lo ocurrido en estos días de pesadilla es positivo para el futuro, porque la política de tierra quemada se podrá aplicar sin sentimentalismos. Los fichajes, sean los que sean, vendrán hambrientos. El vestuario recuperará la inercia positiva. Y será imposible acabar la Liga a 17 puntos de la Banda de Bernardo, una distancia que bien podríamos conocer como el cero absoluto.

miércoles, 7 de mayo de 2008

El pasillo perfecto

“Cuando la persona la atraviesa, en la niebla se forma un pasillo. El pasillo tiene la forma de la silueta de la persona que pasa. (…) A veces se ve un pasillo que es muy desigual y que de pronto se corta en seco. Eso significa, Tania baja la voz, que ha pasado por allí un borracho, ha tropezado y se ha caído. Cuando el frío aprieta, muchos borrachos mueren por congelación. Entonces, un pasillo así parece un callejón sin salida” Ryszard Kapuscinski. El imperio.
No sólo hay que verlo. Hay que emularlo, desde el bar, desde el sofá de casa. Todos de pie ante este Madrid fraudulento, vergüenza del fútbol, que se ha llevado dos ligas seguidas mientras el Camp Nou se perdía ante el espejo. Será la imagen del año, el resumen de cómo la galactización mató al brillantemente bautizado como Deam Team 2 –porque duró sólo dos años-.
Pero los escasos 10 segundos que durará el pasillo tendrán algo de justicia poética. Durante ese tiempo, el barcelonismo podrá mirar a los ojos al primero de los jugadores de la Banda de Bernardo que saltará al césped. Con el siete a la espalda y aspecto y mirada de Capitán Trueno, Raúl sigue siendo el ejemplo de futbolista total. Sin velocidad ni chispa ha sabido inventarse un Real Madrid a su imagen y semejanza, que lo apuesta todo a la casta y la fe. Raúl sabe de historia, y sabe que con esa fórmula le bastó al equipo que levantó Di Stéfano para ser invencible hasta principios de los 90.
El homenaje debería incluir a otros futbolistas admirables: a Cannavaro, ausente, por reivindicar año tras año que su profesión es ganar, a Casillas, otro monumento al fútbol forjado en la Casa Blanca, a Ramos y a Higuaín, que cuando quieren personifican la pura fe, y a Van Nistelrooy, ese mercenario asesino que ha ganado allí donde ha ido.
El tributo sería perfecto con una victoria avergonzada del Barça, que aprenderá esta noche que los pasillos ponen en su lugar al que los hace y al que los cruza.

lunes, 5 de mayo de 2008

Capello bueno vale por dos

Nada de hundimientos. Nada de fracasos. El único equipo del mundo que juega sin medio centro vuelve a ser campeón de Liga. Por primera vez en 19 años, el Real Madrid, el club más laureado de la historia del fútbol, repite título.
Lo hace con paradojas como la de su presunto cerebro, Guti. Cada una de sus 12 ausencias del equipo titular se han traducido en victorias. Gracias As, gracias Marca, por imponer su titularidad. Lo hace con jugadores como Miguel Torres -el Maxi López blanco, que sólo queda bien en las celebraciones-, o Marcelo, o Gago, o Diarra, que tendrían difícil jugar en el Espanyol.
Y lo hace, sobre todo, reivindicando la figura de Fabio Capello, el sumo hacedor de milagros, que descubrió el pasado año que a fútbol se puede jugar y ganar reduciendo el campo a dos áreas: la propia y la ajena. La banda de Bernardo ha jugado a la nada ya conocida, ha derrochado casta y ha vuelto a reivindicar que nada en el mundo del fútbol es tan voraz y letal como el maldito escudo del Real Madrid cosido a una pechera, sin importar qué colección de medianías luzca la blanca camiseta.
Así las cosas, queda alegrarse de que la dupla Calderón-Mijatovic gane crédito y vuelvan a culminar un verano de desenfreno pagando locuras por vulgaridades (Pepe, Robben) y a fichar auténticos floreros (Metzelder, Saviola, Dudek). Además, es de prever que el vestuario perderá, después de dos años triunfales, el hambre que le ha caracterizado siempre.
Pero si algo debe alegrar al pueblo barcelonista es que Fabio ya no está en ese estadio, en ese club nacido para arruinar y sembrar dudas en el equipo más estético del mundo.

jueves, 1 de mayo de 2008

La mejor terapia

Lo peor ha pasado. Cierto es que por delante tenemos cinco meses de páramo siniestro, en que sólo se hablará de la Liga de Raúl y de su auencia en la Eurocopa. Pero lo peor ya queda atrás, y además el fútbol nos ha regalado uno de esos momentos conmovedores e inolvidables con la celebración del gol de Lampard, que se merece ir a Moscú, y el placer intenso de ver al Liverpool fuera de la final.
Lo que queda en las cenizas del Camp Nou es funesto: un martirio lento y una constante despedida de la gente que resucitó al club antes de caer devorada por su grandeza. Por eso es el momento de apelar a la mejor de las terapias, ese producto surrealista y enfermo que es el diario Sport.
Cuando sus páginas abandonan la realidad es cuando más hace soñar al barcelonismo. La pira de nombres que ha vendido este periódico como futuros jugadores del Barça es infinita. Hoy mismo, en el día II de la tragedia, su portada ya traía fotos de Dani Alves, Cesc y Benzema. Es sólo el principio. Y el agradecimiento del barcelonismo enlutado es infinito: el martirio que se avecina sólo será aguantable con decenas de nombres y alineaciones tipo del Barça 2008-2009.
Si la realidad es insoportable, soñemos. Valdés; Alves (Lahm), Puyol (Márquez), Milito (Garay), Abidal (Sylvinho); Touré (Poulsen), Cesc (Xavi), Iniesta (Silva); Messi (Bojan), Benzema (Etoo) y Diego -del Werder Bremen- (Capel). Y puestos a soñar, que sus fotos en el Sport les muestren celebrando goles, que les sobre color, que marquen músculo. Y que no se aburguesen.
Y, sobre todo, soñemos con que no tengan mujeres, ni novias, ni amantes, ni hijos, ni hermanos.