martes, 25 de noviembre de 2008

El poder de la mandíbula

Miren la foto y pregúntense qué tienen en común tipos agrestes y mercúreos como Gattuso, Luis Enrique o Víctor Muñoz. La respuesta salta a la vista. Sus prominentes mandíbulas encierran el secreto de su éxito, de esa manera visceral de entender el fútbol y triunfar. Por el Camp Nou pasó esta semana Víctor, que para una generación de culés fue el primer gran capitán del equipo, para dar su enésima lección.
Víctor no tiene el glamour ni las amistades de otros pero también fue un líder, también ganó mucho y rozó la gloria en Sevilla antes de emigrar al calcio a conocer otras formas de vivir el fútbol. Diría de él que como entrenador es el peor enemigo posible para el Barça. De hecho, en las entrevistas que concede siempre suelta un latiguillo: "Al Barça le ha ganado hasta con el Lleida". Sí, y con el Villarreal y el Zaragoza. Sabe cómo romper el juego azulgrana y a ello le ayudó el domingo la ausencia de Iniesta y Messi. 
En cierta ocasión este cavernícola tuvo la suerte de jugar con él una pachanga de fútbol sala. Jugando en el mismo equipo, le reiteré una orden. "Cuando te desmarques no vuelvas, quédate y te la doy", le dije una y otra vez. La mirada que me regaló por respuesta me queda para el recuerdo. Fue la misma con que barrió el césped del Camp Nou el domingo, la mirada de quien comprende el juego -desde luego, mejor sobre césped que en parqué- y sabe cómo minimizar a una catarata de estrellas.
El domingo, el Barça no perdió dos puntos, sino que salvó uno. Y además, recuperó a un jugador. Bojan, la antigua promesa, el sueño roto de 18 años, el proyecto de mito que pasó a Portillo y posteriormente a Lucendo, ha aprendido a renegar. Sucedió todo muy rápido. Primero falló a puerta vacía una jugada anulada. Fue sustituido y no pudo reprimir las lágrimas en el banquillo. A los cinco minutos, la lección ya estaba aprendida. Calentando su asiento y con Busquets por testigo llamó "hijo de puta" a un rival por protestar una falta. Él, el hombre que sonríe hasta cuando falla una ocasión, el que va por el campo portando el cartel de "Sóc un bon jan", está aprendiendo a odiar.
Pudo ser un efecto óptico, pero en el plano que ofreció la televisión pareció que su mandíbula aumentaba un par de centímetros de pura rabia. Buena cosa: el rencor es el mejor fermento del ganador.

4 comentarios:

Marc dijo...

La foto podria colar per la d'un Puyol jove o m'ho sembla a mi?
Bojan necessita temps, no és Messi ni té la seva capacitat, però acabarà sent el DC titular del Barça. Si no s'espatlla pel camí, cosa que aquest club fa habitualment.

gonzny dijo...

Aqui van un par de links que homenajean a otra mandibula histórica blaugrana.

http://www.ciberpenya.org/imatges/fotos/zuviria.jpg
http://www.youtube.com/watch?v=jI2xZpx9TEQ&

Digo historica, porque alguno no habria ni nacido el año de Basilea (aunque hayan jugado al futbol con De La Cruz)...

Anónimo dijo...

Una vez entrevisté al Torito. Me habló del Anderlecht -no de su golazo-, de su amistad con Maradona, de los malvados que eran los árbitros.

Creo que es uno de esos ex jugadores que fuera del juego y el vestuario saben poquito. Eso sí, qué quijada!

Unknown dijo...

Me he encantado este artículo crack!, siempre es de agradecer un adjetivo como mercúreo :)

Recuerdo la imagen de Bojan y además de lo que comentas le soltó un no menos mítico "Vete pa tu casa!".