En alguna ocasión, aquel señor con bigote ponía a sus nietos ante la tele: quería que supieran qué era la Maestranza. La cosa no cuajó. Pero a veces los toros dejan imágenes que valen la pena. Por algún motivo, el gol de Puyol me hizo pensar en esos animales nobles. Me hizo pensar en la venganza que a veces se toman. Ay, ese toro enamorado de la luna. Ay, Pajarito.
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5 comentarios:
Por cierto: ha vuelto Iniesta. No la versión semidesnatada de la temporada pasada, sino la verdadera, la que realmente opta al Balón de Oro.
Bueno, como no te da la gana de mojarte, se mojan otros por tí:
http://www.marca.com/blogs/el-apunte/2010/10/17/divide-y-perderas.html
Justo iba a adjuntar lo de Segurola porque imagino que estarás bastante de acuerdo Martín.
Entiendo que se te estén comiendo las labores domésticas propias de tu sexo, pero se te está acumulando el trabajo cavernario como en ningún otro momento histórico.
Lo de tu antorcha el refundador en su columna semanal de El Periódico no tiene nombre.
Suerte con la colocación de muebles.
Ui, me dedico a menesteres mucho más zafios que la colocación de muebles. Efectivamente se acumula. Efectivamente acierta Segurola. Efectivamente ha llegado el momento de abogar por un Barça sin directiva. ¡A las barricadas!
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