domingo, 19 de octubre de 2008

La fuerza invisible contra el fútbol

Acaba la jornada siete y esta caverna sigue dándole vueltas a los ocho minutos de fútbol a quemarropa que se vio en El Calderón el sábado y a ciertos misterios insondables que el barcelonismo lleva décadas tratando de comprender. Era el minuto 89. Simao tenía una falta directa y el plano de la televisión repasó la barrera del Madrí. Javi García, Pepe, Drenthe, Van der Vaart, Gago, Higuaín, Sergio Ramos. Un elenco de miserias balompédicas que retrata lo que ha venido siendo el Madrid de Capello, el entrenador que les sigue guiando diga lo que diga Bernardo: mucho orgullo, mucha fe, mucho chutador y mucho defensa poderoso. Y nada más, ni una gota de calidad.
La falta entró, pero el Madrid, ese Leviatán imperecedero, ese azote del barcelonismo por los siglos de los siglos, se llevó el partido en el '96. ¿Qué demonios tendrá el Bernabéu que convierte en ganadores a segundones como Higuaín? Butragueño, merengue amigo de los valores del claustro y el cuartel, lo explicaba hoy en televisión: "Cuando el partido se pone difícil, al Madrid le guía una fuerza invisible". Se llama fe y probablemente es el arma más temible que hay en este juego.
A eso se enfrenta el Barça este año. Por primera vez en lo que va de año, dejó su portería a cero. Ganó con ese horror llamado Víctor Sánchez profanando la medular azulgrana y rememorando esa angustia hecha futbolista llamada Gabri. Ganó sin Xavi, ni Puyol, ni Messi. Ganó con una sola pincelada de fútbol -fútbol de verdad, de calidad- que pusieron Henry y Eto'o. Duele decirlo cuando hasta las pelotas huecas marca Campeón saben que el Barça tiene diez veces la calidad del Madrid, pero para ganar al equipo de Javi García hará falta muchísimo más fútbol en adelante.

5 comentarios:

gonzny dijo...

Por que coño Bojan no juega nada?

Marc dijo...

el més important de tot plegat és: el Barça té fe?

Unknown dijo...

Sí, claro que la tiene, se nota en cómo celebran los goles y en los partidos que hemos ganado in-extremis (o como leches se escriba).

Albert Martín Vidal dijo...

Dice Paco Cabezas en 'El Mundo' que Guardiola le tiene una tirria personal a Bojan porque se negó el año pasado públicamente a bajar al B. Es la primera explicación creíble que oigo. En qualquier caso, todo lo malo que le pase a Bojan le favorece, porque me da que tiene que curtir ese carácter de quinceañero sonriente y bondadoso que tiene antes de enfrentarse con garantías a John Terry.

Unknown dijo...

Vale pero que no se pase, una cosa es curtirlo y otra frustrarlo.

Personalmente, y espero que no se me niegue la entrada a esta caverna por ello, esperaba más de Bojan las veces que ha salido. El año pasado parecía más enchufado. Creo que necesita marcar un gol decisivo para volver a coger confianza.