En esta caverna creemos que Rijkaard, después de París, no fue más que un jinete apocado que no supo cambiar de caballo cuando reventó al que le había llevado a la gloria. Pensó que con lo que había le llegaba para ganar otra Liga, por lo menos, u otra Champions. Laporta, con sus datos de popularidad siempre actualizándose en su despacho, también lo pensó. Y los cálculos púberes de Laporta y nuestro Muy Budista Entrenador se equivocaron, pero por muy poquito.
Algunos aún no han olvidado que la Liga 2006-2007 se perdió por goal average contra un equipo menor pero moldeado por la fiera mandíbula de Capello. Aquel Barça fue el máximo goleador de la Liga y el menos goleado, y logró el hito de no ganar el título pese a empatar con la misma banda que hoy entrena Schuster: faltó un solo y raquítico punto. Punto que perdieron contra el Betis, en el minuto 89, o contra el Espanyol, en la noche más negra desde Atenas, con el tiempo cumplido.
En la semana en que Gijón vio a un Barça voraz, tocador y con instinto asesino, ha querido el calendario que nadie lance las campanas al vuelo y sencillamente nos limitemos a medir a este equipo comparándolo con el de Rijkaard: en sus últimos dos años, el Barça sólo ganó una vez al Betis en cuatro partidos, en los dos últimos años, el Espanyol ejerció de bestia demoníaca, de cancerbero tricéfalo e imbatible.
A Rijkaard no le gustaba comparar a sus equipos -a menudo habría salido ganando- pero eso es lo mejor que puede hacer el barcelonismo esta semana: medir qué son capaces de hacer los chavales de Guardiola, cerrar los ojos y jugar a la quiromancia y tratar de augurar de qué seremos capaces en abril y mayo, cuando de verdad un partido puede engrosar un palmarés o convertirse en una derrota que será recordada para siempre como la que nos costó un título.
3 comentarios:
Doncs jo crec que el futbol en el fons de tot és just i donarà a aquest equip el gust d'anar a Montjuïc per davant dels pericos a la classificació i ser líder de la lliga a partir de dissabte vinent.
Que gusto me ha dado ver como, despues de desaparecer durante 25 minutos, el equipo ha salido del agujero y ha recompuesto la figura. El año pasado no hubieramos sacado el partido adelante ni en broma.
La primera media hora de la segunda parte, lo esperado en un equipo tierno como es aun el actual. La reaccion del ultimo cuarto de hora, muy buena señal.
Por cierto, lo de Etoo me tiene confundido, lo confieso (me refiero a su segundo tiempo, incluyendo el asalto a Guardiola).
Tiene huevos que tenga que venir Guddy a salvarnos, este año tenemos la potra que nos ha faltado otras veces y la suerte es algo fundamental en el fúrgol.
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