martes, 17 de julio de 2012

La última (y dolorosa) lección de Rijkaard



Este agujero erró estrepitosamente el día que Guardiola fichó como entrenador y hoy da vergüenza haber sido tan escéptico y tan crítico. Pero señoras, volveré a hacer lo propio con Tito Vilanova. Porque hay un error cavernario aun más escandaloso y sonrojante que aquel: la fe que mostramos en la 2007-2008 hacia el agonizante equipo de Rijkaard que fue brutalmente humillado por La Banda.

Les hago memoria: aquel Barça cayó en semifinales de Copa contra el Valencia, en las de Champions contra el United y acabó la Liga a 18 puntos de los Gutis y por debajo del Villarreal. ¿Cómo pudo ser posible? La respuesta, sin duda, está en la falta de valentía de Laporta, Txiki y Rijkaard el verano anterior. Un equipo que venía de sufrir la humillación del 4-0 en Getafe y el derrumbe de los caipirinhas evitó increíblemente la guillotina en las vacas sagradas. Y lo crean o no, sólo se fueron gentes honradas como Giuly, Gio o Belletti, junto a secundarios como Motta, Belletti o Maxi López.

Así nos lució el pelo: ni Messi, ni Iniesta, ni Xavi -se acercaban ya los tres a su mejor nivel-, ni los recién fichados Henry, Touré, Abidal o Milito pudieron aquel año evitar los sucesivos varapalos. Y como icono de aquel inmovilismo, el hierático rostro de Rijkaard aparecía siempre como telón de fondo de la decisión de apostar un año más por los ganadores de la segunda Champions. Cada dos domingos le repetía la misma cuestión en las ruedas de prensa de después del partido: "¿Aún hay que creer en este equipo?". Invariablemente respondía que sí, y que sí, y que sí. Pasado el tiempo, acabé por entender que Frank no quiso renovar a fondo el vestuario por lealtad, porque les debía demasiado a aquellos campeones. Pero su lealtad con el vestuario trajo un año de vergüenzas casi ininterrumpidas.

Hoy, viendo a nuestro nuevo entrenador, que me gusta porque es tartamudo, y porque es de la casa, y porque sabe de fútbol, y porque es discreto, he recordado al postrero Rijkaard. Y me he temido que los infames a quienes les daba pereza jugar en los campos menos glamurosos sobrevivirán inmerecidamente al verano. Eso sería letal.

Déjenme gritar una vez más: Tito, boma yé.

10 comentarios:

Albert Martín Vidal dijo...

Si los moc-mocs multitraidores siguen, mi receta sería castigarlos durante las diez primeras jornadas a jugar sólo los partidos de mierda. Será mejor forma de saber si tienen interés en jugar o si sencillamente quieren llegar perfectos a Brasil 2014.

Marc dijo...

Jo també sóc molt escèptic amb aqeuesta propera temporada. Massa potser, però m'ho veig a venir...

Diego dijo...

Pues en el post del error garrafal contra Guardiola yo ya puse que confiaba en él, voy a tener que hacerme un blog.

Pues yo, por volver a llevar la contraria, vuelvo a confiar en el nuevo entrenador. El gran problema del Barça va a ser, creo yo, el de la temporada pasada: que el nivel de la liga no da para que el Madrid pierda muchos puntos. No obstante el Madrid llega a este año con menos hambre de liga y más de Champions, y por ahí les podemos dar.

Albert Martín Vidal dijo...

Estoy de acuerdo en que La Banda bajará el nivel, sólo quieren la 'Champions'. Pero el problema será poner a correr a los moc-mocs y a competir a un equipo que ve el rollo que se llevan cada día.

Sobre tu blog: mira el comentario que hiciste a la entrada 'Cero absoluto' aquí linkada, y quítatelo de la cabeza.

gonzny dijo...

Podéis quemarme, pero no lo digo yo.

Messi, en rueda de prensa: "Perdimos la semifinal con el Chelsea por el penalty que fallé".

A ver si abrimos los ojos ya de una vez.

Albert Martín Vidal dijo...

¿Sabéis si se puede espamear a alguien de todo un blog?

Albert Martín Vidal dijo...

GRANDIOSO.

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/07/18/actualidad/1342631859_232827.html

Diego dijo...

BRUTAL

Dios qué hartón de reir, puto Robinson.

gonzny dijo...

"Messi hace gol y grita. Cristiano hace un gol y se para como si te vendiera publicidad de un champú".

Maradona, por algo fue el más grande.

Albert Martín Vidal dijo...

Una nueva frase que hay que leer con kleenex bien a mano. Sospecho que jamás ha habido tanta unanimidad en el planeta fútbol sobre el asco que da La Banda. Gracias Mou, gracias Quincazos.