martes, 29 de noviembre de 2011

El horror viste de azulgrana (I). Gabri García de la Farsa.

El pico de popularidad de Villa nos convence de la necesidad de estrenar una serie sobre los futbolistas que más han denigrado el nombre del Barça en el mundo. Recordarles es terapéutico: nada tiene de particular insultar a Buyo, Hierro o Ramos, pero cuando el enemigo luce de azulgrana, ahí se segrega la inigualable ira del que detecta a un traidor. No esperen ver aquí a Ciric, Déhu o Cleo: es corta mi memoria y rara vez se odia al no convocado. Comencemos con Gabriel García de la Farsa, Gabri.
El hecho de que aguantara en el primer equipo desde 1999 hasta 2006 da la medida del hundimiento que vivimos a principios de siglo. Subió de la cantera con el aval de haber sido media punta en las categorías inferiores de España y llegó a ganar la plata en Sidney. Aprovechando el caos gaspartiano y las farsas de Van Gaal, Serra Ferrer y Rexach, se hizo con un hueco como lateral o medio estorbo -término con toda seguridad inventado para él-; aún tenía pelo pero sólo verle controlar el balón ya daba vergüenza ajena.
El castigo se convirtió en tortura cuando algún iluminado pensó que estaba desaprovechado de trotón y lo subió a media punta por la derecha en el sistema 4-2-3-1. A él, uno de los jugadores menos dotados técnicamente de la historia del club. Cuando le marcó un gol al Valencia que sirvió para empatar 2-2 -un gol tan feo que Youtube lo rechazó- muchos entendimos que mientras hubiera que alegrarse por sus goles, nada bueno celebraríamos. A pesar de lo clamoroso del caso, cada junio sobrevivía a la purga. Decían que cobraba poco y metía buen ambiente. Si se trababa de eso, podrían haber fichado a una monja con guitarra.
Tras años de pesadilla, el equipo mejoró por fin y cada vez aparecía menos por el césped, pero la suerte no abandonó al socio Pelopo de Xavi. Rijkaard, budista y gran ser humano, inventó aquella pesadilla de las rotaciones que servía para castigar al espectador con la presencia del inefable Gabri, de quien Wikipedia dice que es un futbolista "no exento de calidad técnica", que debe ser como cuando un político del PP pide respeto a la presunción de inocencia de uno.
Pero también dio alegrías. La otra noche supe de un grupo de demócratas que celebraron alborozados y entre abrazos la grave lesión de rodilla que sufrió en diciembre de 2004 (en favor de ellos cabe decir que desconocían la gravedad de la lesión). En efecto, tener a Gabri en el equipo le exponía a uno a todo tipo de humillaciones, como presentarse a jugar contra La Banda para ponerle al inepto de Sallent en la misma zona del campo donde reinaba un tal Zidane.
Gabri se marchó por fin en 2006, campeón de Europa, con 128 partidos, ocho goles, tres internacionalidades y más de un millón de insultos recibidos de la que era su afición. Aún juega; Dios no quiera que cuando va por el mundo se presente como alguien que se crió en La Masia. Pero difícilmente engañará a la gente alguien cuyos apodos son El Guerrero, Padrino del mediocampo, El Profeta, o, en el colmo de la desfachatez, El Maradona de Sallent.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Sin hambre pero con fe

A estas alturas de nuestro prolongado y tórrido idilio con el Barça de Guardiola hay algo que tenemos la obligación de asumir. Jugador por jugador, este equipo es el mejor de la historia del club, así lo muestra sus nombres y sus títulos. Sin embargo, la competición es un campo de batalla donde entran en juego factores más complejos que el hecho de que Messi sea mejor que Miku o Xavi que Sarabia. En fútbol, todo comienza por el hambre, y nadie debería engañarse sobre el efecto que han tenido 14 títulos en cuatro temporadas.
Les hablaré del hambre. El hambre es Arbeloa, un martes cualquiera, en Valdebebas. Se cruza con Pardeza y lo ve tenso, crispado. 'Hay que ganar, hay que ganar o nos matarán a todos', le dice. El hambre es Ronaldo, un viernes cualquiera, cuando se encuentra a su tembloroso presidente. '¡Qué pasa fenómeno! Vamos a ganar, ¿verdad? Hay que ganar. Por favor. Por favor. Por favor'. El hambre es un susurro de Khedira a Özil un día cualquiera. 'O ganamos algo importante o queman el Bernabéu con nosotros dentro'.
Ese mismo martes, aparece Mascherano por la Ciutat Esportiva Joan Gamper y se cruza con un relajado Zubizarreta, que le hace una carantoña. '¿Cómo estás, qué tal la familia?'. Ese mismo día, Messi se cruza en el aparcamiento con Núñez 2.0. Éste se deshace en sonrisas y le habla con cariño. 'Monstruo, ¿cómo estás? ¡A ver si mañana metes uno de vaselina, que hace mucho que no metes ninguno así!'. Y aquel día, Maxwell y Thiago charlan en un rincón del vestuario. '¿Tú crees que hará frío en Getafe? Qué coñazo, qué mierda de campo!'
Las diferencias son notables y dan ventaja a La Banda. Pero la Liga no está perdida, ni ahora ni con una derrota en el Bernabéu. Los Quincazos tendrán su bajón en invierno, su preparación física es muy distinta a la del Barça, ya se prepararon ya para ganar la Supercopa y marcar distancias en la primera mitad de temporada. A pesar del atracón de títulos, uno piensa que este Barça es muy superior al del año pasado. Que Guardiola sabrá, a base de suplencias, recuperar a los aburguesados como Piqué. Que comprenderá que Villa es hoy por hoy una calamidad que nos puede costar el título y le sentará.
Al Barça le costará contra los equipos sin nombre, pero en cuanto se vea acorralado, sacará lo que lleva adentro. Y llegado ese día, no hará prisioneros.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Ocho contra 14

Muchos barcelonistas se fueron anoche a la cama con la sensación agridulce que dejan las victorias rutinarias contra rivales sobrevalorados como este Milan de nyigui-nyogui. ¡A preparar el Bandicidio y el Mundialito!, pensaron muchos culés de buen corazón, sin reparar en la histórica victoria que acababan de presenciar. Efectivamente, pocas veces en la historia del fútbol ocho hombres ganaron a 14: los 11 rossoneri más Puyol, Mascherano y Abidal. Ya comentamos esta pesadilla defensiva antes, mejor queden con estos apuntes humorísticos:
1) Seedorf, a sus ochenta y tantos, corre más que Puyol.
2) El nuevo Puyol es más feo que el Puyol de siempre. Imposible ya mirarle sin potentes gafas de soldador.
3) El manager de Abidal ha aceptado la oferta de renovación después de comprobar que a cada partido que juega le llama Zubi con una oferta inferior a la última.
4) Gran recital en el juego aéreo ayer el de todos contra Ibra. Ni una triste bola ganaron.
5) Fue marcar Messi y darle un brote de arcadas a Ibra. ¡Qué pena!, ¿qué ha pasado?
6) Van Bommel, esa ruina, ese gol en propia meta, esas pedradas directas a Valdés.
7) Villa es oficialmente la Fundación Jefrén. En Copa y sólo si el partido esta resuelto.
8) Qué entrañable Nesta, fue uno de los mejores centrales del Mundial de Suecia en que debutó Pelé.
9) Extraordinario el Kevin-Prince-Boateng-DeTodosLosSantos: demostró que se puede ser más quinqui que Quaresma sin ser de Camas.
10) El Apoel chipriota clasificado; el Chelsea, el United y el City pueden quedarse fuera. Johnny...

martes, 22 de noviembre de 2011

Alien VS Predator

El fútbol es la gran feria de las vanidades. Nada resulta tan fácil como detectar a un ególatra sobre el césped, porque habitualmente todo el que llega a la elite es tan bueno como soberbio. Y particularmente cómico es ver a los egoístas disfrazarse de filántropo.
Dentro de muchos años la gente se admirará al saber que Messi e Ibrahimovic coincidieron un año. La pareja, en efecto no pasará a la historia: La Bestia Parda y el Rey de Youtube combinaron poco y colaboraron menos. Con el tiempo se supo que a Cabralocavic se lo comían los celos y la desesperación de haber llegado a un ballet en que no era la prima donna, ni la segunda, ni la cuarta. Nada le frustraba tanto como aquel demonio de 1,69 que a cada actuación dejaba claro quién era el jefe.
Buceando en las interioridades de aquel matrimonio forzoso y mal avenido, uno encuentra cumplidas pruebas de que el sueco se pasó el año reivindicándose, con una actitud victimista made in Camerún, pretendiendo ser la víctima de una conspiración guardioliana y mediática cuya primera consecuencia es que no se le reconocían sus méritos. Observen, ya en la jornada dos, cómo celebró esta asistencia de gol a Messi. Acababa de comenzar el año y el abnegado benefactor se conducía así. Más evidente resultó su distanciamiento tras una asistencia en la jornada 19. Vean al sueco, vean cómo se gira de espaldas para no ver la celebración de su enemigo y piensen en aquellos niños malcriados que piden un Guantánamo a gritos.
Pues bien, mañana por la noche estarán frente a frente. Ibra y su odio milenario frente a Messi, que ni olvida ni perdona. Agárrense al sofá, recen a la salud de los defensas y hagan sus apuestas.

domingo, 20 de noviembre de 2011

La isla de los pies de granito

Cuentan de Savu y Raijua que los barcos apenas se detienen ahí. Son dos islas perdidas en el paraíso del Oceano Índico. Llueve tres meses al año, y el resto, tienen un sol tropical. Las neveras son una rareza, como los bulles o blancos que de vez en cuando aparecen. Tienen mosquitos de la malaria y unos cultivos precarios por la dureza del clima. La gente está acostumbrada a subir descalza a las palmeras, honesto entretenimiento que les deforma los pies hasta extremos asombrosos. También comen los mejores mangos del planeta y, por supuesto, juegan a fútbol.
Jugando en la playa resultan tan duros como los brasileños, aunque claramente inferiores en cuanto a espíritu competitivo y capacidad para la mentira, la estafa y la filigrana. Son rápidos, fuertes, técnicos y proclives al caos táctico, tal vez primos lejanos de aquella Bulgaria mítica. Pero nada llama la atención tanto como esos pies irrompibles. Juegan descalzos entre piedras y cascotes. A menudo se van al campo de fútbol grande y prescinden también del calzado. Miren la foto, les aseguro que esa tierra, además de agrietada, está dura y llena de piedras.
Un servidor tuvo ocasión de jugar diez minutos en esa playa y le sirvió sólo para coleccionar cuatro contusiones serias, una de las cuales sigue ahí, un mes después. Un par de días después, ya en el campo de fútbol, vio cómo sus bambas se caían a trozos en un partido de una horita larga. Allí, contra una selección local, un delantero enjuto nos recordó cuál es la gracia última del fútbol, lo que mueve a los que les gusta este juego, lo que impide a Messi descansar: marcó dos goles, y rió después de cada uno de ellos. Una risa breve, sin malicia, de felicidad. Una risa de futbolero indonesio.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Un vicio moderno

La pedofilia balompédica se ha asentado en los últimos tiempos como una costumbre bien vista entre los aficionados al fútbol. Inventos como el Trofeo de Brunete abrieron una tendencia a ver fútbol de niños que las categorías inferiores de la selecciones consolidaron. La curiosidad de ver jugar a los pequeños se asienta sobre dos rasgos típicos del futbolero: su natural sabihondo -"hay un lateral en el Cadete B mejor que Abidal"- y su condición de eterno Buscador de Redención: "Éste limpiará el pecado del mundo". Los que vivieron de cerca las eclosiones de Iniesta o La Bestia Parda seguramente recuerdan el prolongado éxtasis de ver las profecías cumplidas.
Las televisiones de los clubes han multiplicado este fenómeno. Conscientes de las perversiones arriba relatadas, no hay pudor alguno en entrevistar a niños de 10 años o presentar como quinceañeros a mozos que bien podrían ser padres. Martí Perarnau, futbólogo de referencia, ha escrito un libro sobre futuros cracks que trata de predecir quién superará la durísima criba de la cantera. Y entre lo uno y lo otro, de un tiempo a esta parte hemos dejado de considerar como enfermos a los que sabían que la estrella del Madrid del futuro -si es que llega a debutar- es un demócrata llamado Jesé; que Grimaldo, a sus 15 años, asombra a sus compañeros, etc.
Seguramente este asunto prueba, alabado sea Dios, la demencia que envuelve al fútbol. Tal vez sea bueno recordar que los futbolistas tienen que quemar etapas, que en la elite no existe el filtro de la edad y compiten niños contra legionarios al borde de la jubilación, cosa que destapa muchos bluffs, o que al final, hasta que un futbolista de elite no aprende a gestionar las prebendas de la vida nocturna, la fama, la presión y el dinero es imposible calibrarlo.
Coda: Si ustedes se sienten tentados por la adivinación y quieren predecir qué niño imberbe del Alevín B llegará al primer equipo, vayan primero a la playa a tratar de predecir qué olas subirán más playa arriba. Constaten su fracaso, y avergüéncense de su pedofilia.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Por qué somos como somos (y II)

No hay porno en las imágenes que les adjunto. Pero sí les pueden producir taquicardia, ataques de llanto, reacciones incontrolables, espasmos, gritos y conatos de hakas. Por tanto, déjenme decirlo: NSFW.
5. Cuando Mozart y Hetfield tocaban juntos.
El inspirador y amigo de Messi fue una estrella sonriente llamada Ronaldinho. Al recordar que un día jugaron juntos, uno rememora los escofríos de aquellas defensas que se miraban sin poder disimular el pánico. De todas las maravillas que inventaron (Casillas o el Mallorca también sufrieron sus combinaciones), tal vez ésta es la mejor.
4. Pégame, pégame.
Pegar a Messi es un riesgo mortal. No devuelve golpes, devuelve goles. Lo supo Ramos en el Bernabéu, lo aprendió a la enésima Pernía. Pero nadie como la expeditiva defensa del Sevilla una noche de noviembre de 2008 ha experimentado en qué consiste la venganza de Messi. Tras aguantar un marcaje durísimo, metió dos goles, el mejor de los cuales fue esta animalada que petrifica a Palop.
3. Congelar el tiempo.
Este genio de 169 centímetros tiene diversos superpoderes. El primero, acelerar a 9,81 m/s. El segundo, detener el tiempo. Lo hizo en una final de Champions en que dejó a Van der Saar con esta cara. Pero su capacidad nunca fue más notable que en una eliminatoria a vida o muerte contra el Arsenal, en que logró uno de los goles más bonitos que jamás veremos. ¿Dónde está la pelotita?, le susurró a Almunia. Un segundo después, congeló el planeta.
2. Hola Iker, ¿qué tal todo?
Casillas tiene insomnio. Casillas conoce el sudor frío. Casillas conoce el miedo. Casillas ha sufrido en 13 ocasiones las celebraciones del "monstruo hormonado", como le llama el Bernabéu. Del "enano", como le llaman Mou y CR Ceja. De todas las obras de arte con que La Bestia Parda ha fustigado al marido de la Carbonero, ninguna como ésta: un golpeo billarístico tras irse de cinco tíos. Una proeza que llegó en plena semifinal de Champions (no contra el Compostela, por cierto) y que mereció este atentado humorístico.
1. El ganador.
Messi no es un artista. No es un hedonista. No es un estilista. Messi es un asesino que nació para ganar. Si tiene que marcar con el corazón, en un remate insólito y feo para ganar una Intercontinental, lo hace. Pero su condición de ganador nunca quedó tan clara como en la última final de Champions. Esa actuación fue lo más parecido a la perfección que Messi le ha dado al fútbol. Su gol de aquel día no fue más que una explosión de furia y de ambición. Pero por Dios, qué forma de celebrarlo. Les dejo con sus escalofríos y su felicidad.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Por qué somos como somos (I)

Repasar los 204 goles de la Bestia Parda es una crónica sentimental de nuestros instantes de felicidad en los últimos siete años. También una guía imprescindible para recordar de qué lugar sale nuestra furia vengadora, nuestro espíritu guerrero. Este icono, llegado al mundo para convencer al barcelonismo de que es el pueblo elegido, se ha convertido en el goleador de nuesta vida, en el leviatán que minimiza a Cruyff, Maradona, Romário, Ronaldo, Rivaldo o Ronaldinho.
En este foro hemos querido presentarles una selección de diez de sus goles. Ha sido un proceso dolorosísimo, equivalente a dar muerte a 194 hijos. Lanzamos un aviso: no esperen ver aquí el sobadísimo gol al Getafe, que sólo sirvió para que nos doliera más aquella eliminación copera en el Coliseum. Quien quiere Mc Donald's no viene a la Caviar House, ¿cierto?
Disfruten esta primera entrega y recuerden: por todo esto somos como somos.
10. ¡Quita, lerdo!
Un gol que resume cómo se ha llevado Messi con todos los nueves que le han puesto delante. Desde su noveno gol, cuando aún lucía el dorsal 19, Messi tuvo claro que cualquier delantero centro, se llamara Zumbado'o o Cabralocavic, no era más que un estorbo, alguien a quien acabaría poniendo en su sitio a base de récords y balones de Oro. Aquí, el día que tuvo que driblar a Eto'o para marcar.
9. El síndrome de Stendhal.
Messi ha culminado tantas obras de arte, tantos regates y goles imposibles, que es seguramente el futbolista del mundo que más desmayos ha causado como consecuencia del síndrome de Stendhal. Pero nunca lo vimos tan claro como en este gol en Riazor, cuando Colotto sucumbe a su encanto y en vez de defender opta por desvanecerse ante La Bestia Parda.
8. La 'Messinha'.
Todos los grandes han tenido una jugada marca de la casa de cara a puerta. Messi, que alguna vez les ha clonado goles famosos (Maradona ante Inglaterra, Puskas también ante Inglaterra, Cruyff ante el Atleti), tiene una acción marca de la casa en su messinha, un amago en el que chuta el aire para descolocar al portero antes de superarle. Qué mejor ejemplo que el día del Bandicidio de 2009.
7. ¡Inclínate ante mí!
Las caras de las víctimas de Messi suelen ser todo un poema. Porteros desencajados o en posturas ridículas, defensas burlados, caderas rotas, tirones musculares, depresiones. Ante el Atleti, equipo al que más goles ha marcado, logró esta humillación que culmina con el choque entre Tiago, Ujfalusi y Assunçao.
6. El horror.
Una de las actuaciones más salvajes de Messi tuvo lugar ante el Valencia en el Camp Nou. Era marzo de 2010 y en su primer gol logró un dribbling sobre un chaval llamado Dealbert que bien pudo acabar con la víctima en el frenopático. 20 minutos después volvió a irse del mismo defensa para poner el 2-0 que acercaba la Liga. Y segundos después, le volvió a encarar para superar a César con un chut suave, suave, suave. Suave y humillante. La acción acabó con el portero y Dealbert fundidos en un abrazo. Se consolaban, habían visto el horror.

martes, 8 de noviembre de 2011

Balones con forma de tibia (II). Lopo, del Getafe


Superemos como podamos la amargura de tener unos defensas indignos de Messi. Consolémosnos, porque realmente podría ser peor: podríamos tener a Lopo en el equipo, que el domingo se marcó este atropello dentro del área para forzar uno de los penaltis más escandalosos jamás vistos. Es cierto que el defensa del Getafe no reivindica su inocencia -se limita a musitar maldiciones contra el árbitro- pero en favor de Lopo y de su candidatura a penalti clamoroso de la temporada hay que recordar que
-Es central, y es de suponer que sabe cómo se castiga un derribo dentro del área.
-Era el minuto 28, un momento muy apropiado para dejar a su equipo con 10.
-Viendo la repetición, parece elegir premeditadamente golpear el peroné de Diego a pesar de tener el balón a tiro.
Realmente, un capolavoro.

domingo, 6 de noviembre de 2011

La conspiración

Es la jornada 12 y el Barça acumula cuatro empates. Victorias de prestigio, contra rivales decentes, ninguna. Y por más que uno agudice su sentido arácnido culé (a saber, el derrotismo, la exageración y la paranoia), no encuentra rastro de aburguesamiento en este equipo.
Los puntos cedidos tienen otra explicación. Anoeta: Fontàs, catastrófico. Valencia: Mascherano y Abidal, chés de honor. Sevilla, La Bestia Parda, que falló un penalti. Anoche, otra vez Mascherano y Abidal. Excepto el accidente de Messi, en todos los casos se trata de la ineptitud puntual de nuestra defensa, principal responsable de que el que tal vez es el mejor equipo de la historia, con el mejor jugador de siempre, motivado y hambriento, esté tres puntos por detrás de La Banda de los Altintops. La zaga, por cierto, ya se cubrió de gloria en agosto en la Supercopa que ganamos a La Banda y en el empate europeo contra el Milan.
Puede argumentarse que anoche faltó suerte, que Iniesta falló dos, Adriano, otra, y Villa, cómo no, pero la realidad es que al Barça, este año, se le sopla y es gol. Por esa razón el equipo de Guardiola no le ha ganado aún a nadie. Por esa razón parece un abusón de patio de colegio, La Banda de otras temporadas, que golea a los débiles y fracasa con los no tan débiles.
En la sombría mañana de lunes lluvioso que se avecina pueden repasar el partidazo del Barça de centro del campo hacia adelante y verán cómo la depresión se transforma en furia vengadora: habrán comprendido que son víctimas de una conspiración.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Mirando a Cuenca

En tiempos de bonanza, es posible abandonar durante 18 días la ciudad para regresar y saber que hay un nuevo 'crack' en ciernes que aspira a ser titular en el ataque del Barça. Isaac Cuenca, trotamundos del fútbol base, driblador nato, hijo del propietario de un taller de chapa y pintura. Anda la culerada revolucionada con el chaval y en Youtube (¿alguna vez alguien parece malo en internet?) hay numerosos vídeos donde aparece desbordando sin piedad.
No sabemos aún hasta dónde puede llegar este nuevo hallazgo, pero conviene insistir en una reflexión que ya hemos hecho en otras ocasiones: en un equipo con extremos, perfiles como los de Henry, Ibrahimovic y Villa, gente que no sabe estar en la banda, son muy dudosos. Y a medida que Guardiola va puliendo su sistema, otro tipo de jugador se está imponiendo: Pedro, Alexis, el citado Cuenca, quién sabe si también Deulofeu. Gente que abre el campo, se va en el uno contra uno sin hacer aquellos dribblings desesperantes y gallináceos de Henry, gente que crea espacios a Messi y juega para él.
Es imposible que Guardiola admita que se equivocó fichando a Ibra y Villa, pero por lo menos queda un consuelo. Si el Mite cree que un semidesconocido es mejor que el quinto jugador mejor pagado del equipo, ahí estarán ustedes: mirando a Cuenca.
PD. Y como sea cierto lo que publica Superdeporte, ya pueden ustedes apostar sobre los telediarios que le queda al emo.