En 1890, un estudiante llamado Charles Miller llego a São Paulo con dos balones de futbol y un reglamento de este deporte a un pais que jamas habia gritado gol. 120 anhos despues, Brasil es el gran dominador de esta pasion global.
Para entender como lo hicieron, nada mejor que darse una vuelta por Ipanema. Justo el dia que este cavernicola tenia la intencion de ver en directo un Botafogo-Corinthians, fue pisar esta playa y cambiar de planes: todo un pueblo jugando, todo el mundo con las embaixadinhas (toques), los partidos de futvolley, el futbol playa. Jugaban veteranos de 70 anhos y adolescentes entangadas de 15. Todos pendientes de la gravitacion hipnotica del balon. Reconcentrados o sonrientes, pero pendientes de la esfera flotante.
Estos apuntes futbolisticos de Brasil continuaran en los proximos dias. De momento, una conclusion: el espiritu ludico y las ganas de diversion mandan en la meca del futbol.
7 comentarios:
Nota para estetas: en Ipanema los toques no se entienden como una demostracion constante de habilidad virguera y fantoche. La tocan de primeras, con un temple y una calidad que asusta.
A mí no me engañas. Mucho espíritu lúdico y mucha tanga pero yo sé que a tí quien te va, más que Ronaldinho, es Arévalo Ríos.
Buen viaje!
Un gran demócrata, en efecto. Hermosas serán las hostias en la final!
Albert, de buen rollo, ¿hay tangas y te quedas embobado con los toques y tal y cual? ¿Y las fotos? ¿Y LAS FOTOS?
Pin.
¡LAS FOTOS!
Bojan, pura clase. No le ha faltado más que llamar filósofo a Guardiola.
Por suerte para todos, empieza nueva etapa. Y prometedora: la Roma ha fichado a Heinze. Es decir, hay posibilidades de que se marche de alguien en los entrenamientos.
Muy poca clase Bojan en la rueda de prensa y las entrevistas no? se lo tiene muy creído, todavía no entiende no haber jugado más, cuando los que le han quitado el puesto han demostrado ser mucho mejores.
El problema es su padre, que está convencido de que es Pelé. Con Heinze a bordo, veo a Luis Enrique en la puta calle en octubre.
Los tangas: todo el mundo los lleva. Sin excepciones ni reparos estéticos.
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