viernes, 29 de julio de 2011

Confusão!

El futbol de clubes en Brasil esta lastrado por tres males terribles. En primer lugar, tiene un sistema de competicion indescifrable. Para seguir, es la capital mundial del caos tactico: aproximadamente en el minuto siete de cada uno de los dos tiempos, el centro del campo ya no existe. En ese momento se producen unas estampidas tremendas y solo hay jugadores en las areas, como si las calamidades tacticas de La Banda hubieran hecho fortuna aqui. Eso deriva que, acciones individuales al margen, el futbol que producen los equipos del brasileirão es de una calidad infima, un horror capaz de arrasar las retinas mas avezadas.
No menos comico resulta un tercer fenomeno: Brasil se ha convertido en un retiro dorado para sus viejas estrellas que fueron a Europa. Si antes se retiraban en lugares remotos, ahora lo hacen en la tierra de la feijoada. El efecto que produce un partido de Primera en Brasil a un europeo medio es el mismo que tendria revisando sus viejos albumes de futbol: por aqui aparece Fred, por ahi Marcos Assunçao (sí, aquel del "portero esta asustao"), un Deco que tiene la osadia de saltar al cesped sin pasamontanhas, Elano fallando panenkas, Liedson, Luiz Fabiano, Renato, Oliveira, Mancini, Rivaldo... No estaban muertos, estaban de parranda.
Asi las cosas, el mejor momento de los partidos que he visto hasta la fecha es el momento tangana. Esta misma opinion parecen tener los comentaristas televisivos, que con gran entusiasmo, al comenzar los empujones y las melees, cogen aire y, sin ocultar la genuina e infantil emocion que sienten, gritan: "Há uma confusão!". La confusão, efectivamente, es la tangana, los mamporros, los insultos y los escupitajos, un ingrediente clave del verdadero futbol espectaculo. En eso, Brasil es ejemplar.
PD. Adjunto imagen de un bar de Leblon, en Rio, donde sus propietarios tienen un optimo gusto: unas cincuenta fotos y caricaturas de jugadores y equipos de todas las epocas. Messi presidiendo. En total, cuatro imagenes del Barça. De La Banda, dos: CR Ceja en sus tiempos del United y Kaká en sus tiempos de futbolista.

sábado, 23 de julio de 2011

La venganza

El devastador poder de la potra ha quedado de relieve de forma clamorosa en la presente edicion de la Copa America. Como se explica que un equipo como Paraguay haya llegado a la final sin ganar un solo partido? Las cronicas brasileãs de como la canarinha perdio en cuartos son lamentables: hasta siete ocasiones clarisimas fallaron los brasileiros ante Justo Villar. La tanda de penaltis, digna del Barça del 86: cuatro lanzamientos, cuatro calamidades, cero goles. En semifinales, contra Venezuela, mas de lo mismo: tres veces el poste les salvo del gol, y una decision arbitral les permitio llegar a la tanda antes de ser finalistas. Tanto milagro junto debe de tener una explicacion.
Dejen que les cuente de la Guerra de la Triple Alianza que tuvo lugar en Sudamerica entre 1864 y 1870. Un dictador perturbado llamado Doctor França -a quien retrata maravillosamente Gregorio Moran en Asombro y busqueda de Rafael Barrett- metio a su pais en una contienda que no podia ganar. En su delirio, logro que Paraguay se enfrentara simultaneamente a Uruguay, Argentina y Brasil. Esta locura se zanjo con unos datos de mortandad atroces: los estudiosos discrepan, pero parece ser que entre el 55% y el 83% de la poblacion paraguaya murio en ese conflicto absurdo. Tras la guerra, quedaron en el pais solo unas 150.000 personas, de las que solo 28.000 eran hombres en edad de procrear.
Es sabido que en este foro somos muy fans de Uruguay, su orgullo y sus entradas a la tibia. Pero no deja de parecernos irresistible esta venganza implacable que estan perpetrando en plena Copa America los paraguayos: estan a 90 minutos -o a 130- de alzar el titulo en territorio argentino despues de haber eliminado a Brasil y Uruguay. Juegan los tataranietos de los supervivientes de la Triple Alianza. Que hermoso es el futbol en estos lares.

miércoles, 20 de julio de 2011

Ipanema flota

En 1890, un estudiante llamado Charles Miller llego a São Paulo con dos balones de futbol y un reglamento de este deporte a un pais que jamas habia gritado gol. 120 anhos despues, Brasil es el gran dominador de esta pasion global.
Para entender como lo hicieron, nada mejor que darse una vuelta por Ipanema. Justo el dia que este cavernicola tenia la intencion de ver en directo un Botafogo-Corinthians, fue pisar esta playa y cambiar de planes: todo un pueblo jugando, todo el mundo con las embaixadinhas (toques), los partidos de futvolley, el futbol playa. Jugaban veteranos de 70 anhos y adolescentes entangadas de 15. Todos pendientes de la gravitacion hipnotica del balon. Reconcentrados o sonrientes, pero pendientes de la esfera flotante.
Estos apuntes futbolisticos de Brasil continuaran en los proximos dias. De momento, una conclusion: el espiritu ludico y las ganas de diversion mandan en la meca del futbol.

jueves, 14 de julio de 2011

Compromiso

Se quejaba Bunbury que "para siempre" le parece "mucho tiempo". Nunca me intimidaron sus palabras. Servidor, de natural sencillo, opina que algunas cosas no deberían cambiar ni ahora ni dentro de 100 años. Que hay asuntos en los que vale la pena ser tozudo por más que pasen los años, las modas, las décadas y las penas. En esta semana de fiestas apocalíticas y fuegos artificiales y vacaciones y amigos que uno se llevaría a cualquier partido y "awww!", a este cavernícola se le antoja escribir un endecálogo.
1. ¿Qué es eso de que uno debe dejar el fútbol cuando sienta que hace el ridículo? ¡Venga hombre, si el sagaz Barjuan jugó 13 años en Primera! Jugar a fútbol hasta que no sea capaz de tenerme en pie. Y según cómo, continuar un poco más.
2. Harto de gente que monta cenas en restaurantes cuando juega el Barça. No, mire, usted y yo somos distintos, cómase a su abuela, mejor, que me piro al bar, que hay tele, a tomarme unas birras con mi Diego. Respetar los días de guardar.
3. Ir a Canaletes para verse rodeado de gente insólita comporta sentirse a) Un anciano, b) Un sabio ilustre como Punset, c) Una persona viva y feliz. Por tanto, peregrinar a Canaletes con cada título o humillación gloriosa a La Banda.
4. Hay ciertos escalofríos que uno no olvidará en la vida, pero conviene ser consciente de que los milagros existen y sienten predilección por el azulgrana. Visionar cada dos o tres semanas la chilena de Rivaldo al Valencia y el pepino de Iniesta a Cech (con Alfredo Martínez a todo trapo).
5. Los artistas son débiles, inconstantes, frágiles. Pero nos recuerdan todo lo grande que hay en el ser humano; muchas veces a costa de su obra se pierden como personas. Amar a Ronaldinho y a los de su estirpe por encima de todas las cosas.
6. El pragmatismo, ese gran coñazo. El miedo, ese enemigo de lo seres humanos. Driblar como último defensa cuando así se me antoje.
7. La Banda, hay que admitirlo, merece el mayor de los respetos que se debe al gran rival: el del insulto eterno. Injuriar y vejar a La Banda, a todas las Bandas a lo largo de los lustros, como si nunca hubieran de dejar de ser esta Banda repugnante de los portugueses y del Tito Flo.
8. Nunca llegué a la suela del zapato de Romário, jamás me pareceré en lo más mínimo a Messi. Pero la gracia de este juego está en autoengañarse. Intentar esos caños, esos eslalon y esas vaselinas que nunca salen.
9. Qué éxito incomparable, qué bonito cuando un compañero cree que se la vas a dar y sigue la jugada, tira el desmarque, esprinta movido por la fe. Pasarla siempre que sea humanamente posible. Pasarla también cuando no lo sea.
10. El fútbol pertenece a la calle, no a los que se lucran con él. Denunciar a los usurpadores, allí donde se escondan, desde la tribuna que sea necesario.
11. Nada más bonito y más simple que una pelota rodando en la calle, botando en la plaza, golpeando una pared. Mirarlas con deseo y con la boca abierta y el corazón sobrecogido; en ellas está la felicidad.
Y que esto sea así por mucho tiempo, que traducido al idioma de la gente sencilla, quiere decir para siempre. Que esta pasión se apague con mi vida. Y que lo que el blog ha unido, que no lo separe el hombre.

lunes, 11 de julio de 2011

Hermanos pequeños

Habida cuenta de que el culebrón Sex oposita seriamente a ser el más aburrido jamás contado, permitan que aborde de nuevo la cansina cuestión de la incomprensión de que es objeto Messi en su patria. ¿Han experimentado alguna vez el latir de las venas de la sien mientras el trabajo de un año de su hermana pequeña es criticado por un profesor de 60 años con coleta? ¿Han sentido ese desprecio infinito por el Código Penal? El fútbol está lleno de casos que prueban cómo los lazos sanguíneos son sagrados, ahora que se cumplen cinco años de esta maravilla conviene recordarlo.
Eso pensaba hoy mientras comprobaba que en la Argentina no sólo no se venera a Messi, sino que hasta los laterales le increpan. Casi dan ganas de que palmen hoy 0-3 y de que la Bestia Parda abandone definitivamente la albiceleste. No hace demasiado, leí en Ara un dato tremendo: Messi ha ganado el doble de títulos que lograron entre Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona a su misma edad. Lo que ha hecho en los tres últimos años es una locura, pero nada basta. A nadie se le ocurre mirar a esa medular infame donde han jugado últimamente Jonás o Gago.
Tal es mi indignación con Argentina que ni siquiera me gusta la defensa de Messi que ha hecho Maradona: ¿Qué mierda es ésa de que siente los colores como nadie, de que cuando perdieron en el Mundial era el que más lloraba? Cosas así se pueden decir de Pizo Gómez, de los Diarra, de Gabri, si me apuran. Pero nunca jamás de Messi.
Coda. Hay cosas que son de cajón: nunca peguen a mi hermano pequeño en mi presencia. No porque yo sea un tío peligroso, no. Por el ridículo infinito que les espera.

martes, 5 de julio de 2011

La mirada de Orfeo

Decía Magic Johnson que el secreto de sus asistencias estaba en la mirada, ahí escondía su veneno. Aseguran los psicólogos especializados en atención de traumas -accidentes y catástrofes naturales, por ejemplo- que los casos son menos graves cuando la víctima no ha visto los hechos. Y ya conocen la historia de Orfeo, que no logró sacar a Eurídice del país de los muertos porque no pudo evitar mirarla.
En fútbol, mirar demasiado también es fuente de catástrofes. Ninguna tan clamorosa y habitual como la de seguir con la vista un pase en vez de perseguir a este jugador. En el que tal vez es el mejor gol del Barça esta temporada, Messi se benefició en tres ocasiones del efecto hipnótico que tiene el balón: Musacchio, dorsal 4 del Villarreal, mira el envío en dos ocasiones en vez de perseguir u obstaculizar a la Bestia Parda. Luego, Capdevila (11) hace lo propio. Y Messi firma una obra de arte.
Los efectos devastadores de la mirada de Orfeo se aprecian todos los fines de semana en todos los campos del mundo, desde las pachangas de niños hasta los profesionales, pasando por los cenagales de regional. ¿Quiere eso decir que los defensas son idiotas? Sólo un poco. Principalmente demuestra que para cualquier individuo sano entre los tres meses y los 105 años de edad, un balón en movimiento es un fenómeno irresistible.
PD. Perdonen la digresión... ¿Cuándo demonios vamos al Bernabéu?