viernes, 28 de mayo de 2010

El 'ecce homo'

Tan necesario como ganar títulos, tan bonito como ganar a La Banda, tan satisfactorio como llevar nuestra incivilización a Canaletes. La tradicional farsa de Florentino echando entrenadores ante los micrófonos se ha convertido en una festividad entrañable que este año volvió a llegar puntual con toda su exuberancia ritual: filípica predemocrática, cantinela de purpurado, y requiebros imposibles de un hombre atrapado en su laberinto de patrañas.
Hace sólo un año, el Campeón Mundial del PC Fútbol explicaba que "hay que ganar dando espectáculo para conquistar al aficionado". ¡Quiá! Ha recapacitado, señores, se ha visto unos vídeos de Chendo y Camacho dándole al balón y ha comprendido el auténtico espíritu de ese clú que a cada año bate nuevos récords de garbancerismo y megalomanía. Ahora, tito Floren dice que "el espíritu del Madrid es primero ganar, espíritu de sacrificio y valores". Viéndole, más de uno pasó miedo. A su frase le faltó "cojones y mostachos". Y un "¡Se sienten, coño!".
Hace un año, el ex concejal de Urbanismo del ayuntamiento de Madrid explicaba que el proyecto deportivo estaría basado en la estabilidad; ahora, que la estabilidad es ganar. Tendremos tiempo a lo largo del verano para hablar de Mou, ese nuevo regalo que llega para hacernos un poco más culés si eso era posible (y por cierto, según la Gazzetta dello Sport, mucho más respetable que el As o el Marca, lo hace al precio de 16 millones de euros). Vienen grandes días gracias a este ex director general de la Asociación Española de la Carretera que se empeña en despreciar las reglas del fútbol y el deporte y ha conseguido enervar a Zidane y Valdano de una tacada.
Mientras sopesamos si acaso no deberíamos proclamarle Cavernícola de honor, les dejo una reflexión de un empresario catalán conocedor de la hoguera de vanidades que es el palco del Real Madrid: "Florentino no volvió para lavar su nombre después del fracaso de su primer proyecto. Volvió porque ACS había caído en el ranking frente a sus rivales y sabe que ningún lugar como el Bernabéu para hacer negocios; desde que ha vuelto, han remontado el vuelo".
El Ecce Homo, el hombre que en su vida persiguió un balón.

domingo, 23 de mayo de 2010

El Hombre Moreno

"Me obligué a no sacar conclusiones. Sabía que el motivo de mi rechazo era, en parte, estético. Los asesinos en serie me aburrían e irritaban. Constituían una rareza estadística en la vida real".
Mis rincones oscuros
Permítanme que les hable de James Ellroy, uno de los grandes de novela negra de nuestros días, autor de LA Confidencial o La Dalia Negra. Su obsesión con el mundo del crimen nació cuando tenía 10 años y fue encontrado en plena calle de Los Ángeles el cuerpo muerto y semidesnudo de Jean Ellroy, su madre.
Aquel homicidio fue uno de esos casos que se convierte en un rompecabezas demencial para la policía. Tras meses de frustrante investigación, el caso se cerró sin ningún sospechoso firme más que un hombre de origen "italiano, griego o mexicano", según los testigos, de quien nada se sabía. Llegó a hacerse un retrato robot del asesino, pero de nada sirvió: 40 años después, Ellroy hijo reabrió la investigación junto a un sheriff de Homicidios y convirtió en libro su búsqueda. Mis rincones oscuros es una obra recorrida por el afán de saber de un huérfano roto por una ausencia de décadas y presidida por la figura poderosa de un asesino ausente a quien Ellroy denominó El Hombre Moreno.
El fútbol es un espacio social que da cobijo a todo tipo de especímenes: vividores, currantes, artistas, dipsómanos, obsesos y, por supuesto, asesinos. De esta última especie es Villa. Nació para matar, que en fútbol no es otra cosa que vencer porteros. Con su mirada de niño vengativo y sus ancestros mineros, ¿qué otra cosa podía esperarse? Lo suyo es el gol y la muerte. Con los años ha perfeccionado su técnica asesina. Golea en partidos clave desde lejos. Golea instantes después de fallar un penalti. Golea como un artista en el nido del mal (3' 08").
Ellroy saca algunas conclusiones en su libro que retratan la condición humana, en general, y de los hombres, en particular: "Los hombres necesitaban menos motivos para matar que las mujeres (...) Los hombres mataban a las mujeres por capitulación. La muy puta no les dejaba hacer lo que les venía en gana. La muy puta cocía excesivamente el bistec".
Villa, natural born killer, lo sabe bien. Denle la bienvenida: es nuestro Hombre Moreno.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Barbarie

Antes de hablar del fichaje de ese psicópata pelopincho que está a punto de posar con la camiseta azulgrana, cabe homenajear a una plantilla irrepetible que ha firmado unos números de espanto. Si quieren comparar con la pasada temporada, aquí pueden hacerlo, pero como recuerdan, cambiamos los criterios a la hora de contabilizar asistencias.
Como sorpresas verán el enorme nivel ofensivo que han ofrecido los laterales (Alves, Abidal y Maxwell), el hundimiento de Henry o Iniesta y, por supuesto, la irrupción estelar de Pedro. Con todos ustedes, la barbarie en cifras:
Trofeo Romário
Messi 47
Pedro 23
Ibrahimovic 21
Bojan 12
Xavi 7
Keita 6
Piqué 5
Henry 4
Alves 3
Jeffrén 2
Busquets 1
Puyol 1
Iniesta 1
Márquez 1
Thiago 1
Touré 1
PP 2

Trofeo Laudrup

Alves 14 (1p)

Xavi 13 (1p)

Ibrahimovic 12 (1p)

Messi 12 (1p)

Pedro 8 (2PP)

Iniesta 7

Abidal 6

Touré 6

Maxwell 4

Bojan 3

Márquez 3

Keita 3

Busquets 2

Jeffrén 2

Henry 2

Piqué 2

Puyol 2

Jonathan 1

Milito 1

lunes, 17 de mayo de 2010

Gente de orden

El Barça ya es el campeón perfecto: aplastó en el relato, fue intratable en los partidos clave y lo celebró con pasión. Canaletes no se había cansado: tras seis títulos en 12 meses, ayer hubo locura para rato en el séptimo. Gente trepando a los andamios, a las paradas de autobús, a los kioscos, a los semáforos y a la fuente más feliz del planeta. El furor escalador servía para celebrar el K-2 de repetir triunfo -siempre más difícil- y el año en blanco de La Banda más cara que vieron los tiempos.
En la noche barcelonesa hubo pancartas compuestas por calzoncillos sucios de Florentino & Cía, hubo máscaras con fotos de Inda, Roncero o Pedrerol y hubo ríos de cerveza y cava. La fiesta había tardado demasiado porque este deporte nuestro es así de absurdo y esta Liga así de floja: de haber sido maratón, este equipo de Guardiola habría sacado media hora a sus rivales.
Pero además de la locura y la alegría, en las caras de la 'culerada' se intuía ayer una serena satisfacción. El triunfo sobre el eterno rival dejó una sensación de paz, de justicia poética. Como si el triunfo futbolístico y la humillación del rival fuera una cuestión de orden cósmico, de ahí que la fiesta reflejara más paz interior que ganas de recordarle al mundo que no hay equipo comparable a éste.
Una vez más, hubo anoche melancolía por la temporada que acaba y por los larguísimos dos meses que quedan antes de que este equipo único vuelva a alegrarnos la vida a nosotros, los barcelonistas, que no somos otra cosa que gente de orden con vocación de justicieros y, por supuesto, un paladar finísimo.

martes, 11 de mayo de 2010

Un asunto de familia (y II): El exorcismo

"Esta semana habrá muchas lágrimas". Ésta era la confidencia de un menor de edad internacional español hace sólo unos años cuando hablaba de los descartes de final de temporada en el Juvenil A del Barça. A menudo pienso en esas lágrimas de los chavales cuya mayor virtud no es la calidad, sino su voluntad de ganar vestidos de azulgrana.
El último anuncio de Nike debería seguir en la retina del barcelonismo mucho tiempo. Hablábamos esta semana del legado de un equipo que se jugará la gloria sin Xavi, Iniesta, ni Keita, de un equipo que ha ganado todos los partidos donde se jugaba la vida en los últimos dos años. Concluíamos que ha desterrado el pesimismo del siglo pasado y ha exhibido el modelo de la cantera: los juveniles de la Banda han ganado este año la Copa, algo que no ocurría desde que lo hizo con Mata, que no llegó ni a debutar en el primer equipo.
En ese tiempo, el Barça lo ha ganado todo con mayorías absolutas de chavales de de la casa, con los que conocen la esencia y crecieron suspirando por una oportunidad. Ante el miedo al Maracanazo, los azares del fútbol y la alquimia de Clemente, este Barça merece fe ciega. ¿Saben a quién hay que poner de medio centro? A un tío que se llama Daniel Morer, centrocampista del Alevín A, tiene 12 años y está preparado. O a Amadou, que tiene 14 y ya está en el Infantil. Ni les cuento de Jon, que es cadete a sus 15, o de Gustavo, que es todo un juvenil.
O que pongan a mi tío, tenía mucha clase. O a mi hermano, que corre el triple que cualquiera de ellos. A Javi, que sonreía mientras jugaba. Que Pep ponga a quien quiera, esta ola ya no se frena. Señores, som campions. Este cavernícola no lo podrá ver, tiene una cita con sus ancestros como también la tienen Messi, Pedro, Bojan o Piqué. Si se apiadan de su alma y quieren mandarme sus mensajes informando del partido, aquí serán publicados cuando abandone el teatro.
Durante esas dos horas, estaré haciendo un trabajo muy serio: sentado, a oscuras, pensaré en Francesc Vidal y en el viejo catastrofismo de la familia. Será un exorcismo contra la desgracia culé. Dos horas después, habrá fiesta en las calles.

Un asunto de familia (I)

Ocurre que los Vidal son gente temblorosa, patidora y paranoica hasta límites asombrosos. Una salida nocturna de cualquiera de sus miembros jóvenes se ha intuido, durante décadas, poco menos que el prólogo de la noche de Alcàsser para los progenitores. Un trayecto en coche de más de cinco minutos se convierte en la mente de algunos de sus más insignes miembros en la crónica de una colisión que ríase usted de Grace Kelly, Ayrton Senna o Lady Di.
Este fatalismo puede venir explicado por la tragedia que tuvo que sufrir el disortado Francesc Vidal en 1935. Era febrero y con cinco días de diferencia perdió a dos hijas por la gripe. Ahí perdió parte de su cordura y puede que entonces comenzara ese permanente miedo a la separación, al adiós y a las muertes en esta familia. El Barça, bien lo saben, también tuvo sus Francesc Vidal. Estaban en la grada en Berna, en Sevilla, en las negras décadas del tardofranquismo. En Atenas y el tamudazo, también.
Uno piensa en todo ello cuando prepara el último post de esta Liga, justo antes de poder ver a Floren presentar a nuevos futbolistas "que nacieron para perder en el Real Madrid", a ese hombre que adulteró el campeonato a fuerza de cheques en blanco y que sólo ha ganado esto. Haciendo balance, uno puede preguntarse qué quedará de este Barça inolvidable, qué poso dejarán la desmemoria y el Alzheimer y los lustros. La respuesta es clara: una afición optimista, y un modelo basado en la cantera, en los chavales que se criaron de azulgrana soñando, soñando de verdad, con celebrar un gol en el Camp Nou. Ésa es la principal diferencia con el Enemigo, esa Banda de mercenarios apátridas y sin valores.
Esta entrada continuará. Hasta entonces, piensen qué harían ustedes si precisamente este domingo a las 19.00 horas tuvieran (Dios no lo quiera) un compromiso con su muy santa madre para acudir a un teatro en Lleida a ver una obra. No sean tímidos, comenten cómo resolverían semejante crisis; no olviden que la Liga se acaba y que la espera será larga.

sábado, 8 de mayo de 2010

Balanza de precisión

Hoy termina todo. El equipo o el talonario. Los choques directos ya dejaron claro quién es el mejor. Pero uno jugó once partidos más que el otro, y en una liga plagada de equipos menores eso se hace notar.
Contra la agonía, el espectro de Capello, de la pegada y de las remontadas blancas, tal vez sea el momento de recordar estos nombres, estos ídolos e imaginarlos sobre el campo. Invencibles, inmortales.
Y esta noche, el coup de grace.

domingo, 2 de mayo de 2010

Serás un equipo

Si puedes encontrarte con el triunfo y el desastre
y tratar a esos dos impostores exactamente igual (...)
Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias
y arriesgarlo a un golpe de azar,
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir nunca una palabra acerca de tu pérdida;
(...) Serás un hombre
El célebre poema de Kipling no versaba sobre júngol. En cualquier caso, las palabras que el poeta dedicó a dos amigos suyos evocan a este equipo grande, maduro, que está a sólo tres brazadas de ganar la Liga más merecida y meritoria que pueda imaginarse, de batir todos los récords. Y sobre todo, de conmovernos por su resistencia, su grandeza y su humildad.