domingo, 29 de marzo de 2009

Las Matemáticas no saben de fútbol

Barcelona está llena de estudiantes que se encaminaron a los cenagales de las carreras de letras movidos por su horror a las Matemáticas. Abundan en sus calles las gentes que sólo con oír el término "raíz cuadrada" cambian de acera y se santiguan. Y las orlas de licenciados están llenas de infelices que aprobaron gracias a la infinita paciencia de sus profesores particulares, de los compañeros de clase que se dejaban robar el examen de logaritmos pese a la proximidad de la temida maestra.
Esta caverna es poco amiga de los números. Cuanto escapa a la regla de tres (muy útil para calcular el porcentaje de puntos que gana el Barça 82,1%), al cálculo de su goal average (84-24=60) o a sencillas divisiones para averiguar cuántos goles cantamos por partido (84/28=3) se considera en este foro una frivolidad perversa.
Porque los números, en efecto, son poco de fiar. Esta semana La Vanguardia publicaba unas cifras que situaban a Eto'o como el mejor goleador del Barça de los últimos 15 años, por delante de leyendas como Ronaldinho, Romário, Rivaldo o Stoichkov. Que el camerunés sume 103 goles en Liga, más que ninguno de ellos, puede explicarse por su enorme ambición, los dos ciclos ganadores que ha vivido y los cinco años que lleva en el Camp Nou. Pero lo que no tiene pase es que Kluivert, aquel artista fallón, sea segundo con 90. Y qué decir de Romário, que aparece como el menos prolífico: aguantó sólo 15 meses y se quedó en 34, como aquel monstruo llamado Ronaldo, líder en goles por partido (0,91). Las matemáticas se empeñan en desacreditar a personajes cuyo recuerdo aún suscita emoción: Stoichkov tiene un promedio goleador de 0,47 por partido, exactamente el del gran Ronaldinho. Y Rivaldo, ese héroe griego, marcó menos que Kluivert y fue menos efectivo que Ronaldo.
El fútbol, afortunadamente, no se hizo de números, sino de alaridos que salieron no de una estadística, sino de un solo momento de magia. Vean estos momentos y escupan, con la conciencia tranquila, a las Matemáticas.
http://www.youtube.com/watch?v=BGud9vKGapA http://www.youtube.com/watch?v=4rXizKWFnDQ http://www.youtube.com/watch?v=Xb_vCqRkBv8 http://www.youtube.com/watch?v=TuHBHnnTMls (3' 05'') http://www.youtube.com/watch?v=6F1J8cRXXxI

miércoles, 25 de marzo de 2009

El Madrí: una explicación

¿Qué demonios hacen los Boludo's, con Marcelo y toda esa miseria, a sólo seis puntos del Barça en un histórico año de récords, de fútbol de babero, de actuaciones de museo? ¿Qué hacen allí, tercamente instalados en el retrovisor? Esta Caverna está oficialmente harta de explicar el rendimiento de los blancos por ese escudo que gana partidos, por esa fórmula de Capello que aún perdura y que consistía en despreciar el centro del campo y poner especialistas en ambas áreas. Basta de eso, es hora de tirar de la manta.
La culpa, atención, es de la Liga, esa competición adulterada. [Silencio dramático, redoble de tambores, pasos de fiscales]. No, amigos lectores, no ha vuelto aquel prohombre llamado Jesús Gil, obsesionado cual Relaño con los árbitros. Nada más lejos: desde aquí acusamos al menguante nivel medio de los equipos que juegan en Primera. A ese batallón de ruinas balompédicas que se encuentra entre el puesto 10º y 20º de la clasificación, esos Recreativos, esos Osasunas.
Históricamente al Barça se le atragantan los equipos de medio pelo, y este año los hay a patadas. Además de tropezar contra cuatro aspirantes al descenso -Espanyol, Numancia, Betis y Racing-, el Barça no puede contar con esa gente para que superen a La Banda. Porque aunque sólo sea por presupuesto, el Madrí es eficiente contra esos humildes clubes de aficiones que pierden el sueño por el autógrafo de Guti. Mientras el Barça se ha dejado 12 puntos contra los malos, el Madrid sólo se ha dejado siete (Getafe, Almería y Espanyol).
La cosa cambia cuando se juega contra equipos serios: el Barça, ahí da lo mejor de sí mismo. Contra los nueve primeros, sólo la absurda derrota del Calderón y el resto, victorias. ¿Qué ha hecho La Banda contra la gente seria? Lo que honradamente ha podido: cuatro derrotas y un empate (Barça, Sevilla, Dépor, Valladolid y Atleti).
Moralejas: no hay ningún segundo clasificado en la Europa civilizada que sume los puntos por partido de los Boludo's (2,25). Hay que irse al submundo de la Liga escocesa para encontrar un perseguidor del líder con mejor average goleador: el Rangers tiene +37, por +35 los de Palanca. Otrosí: en una Liga más competitiva, las miserias del Madrí serían más evidentes.
Alguien podría pensar que eso no habla mal de la Liga española, sino bien del Madrí. Pues vean ustedes a esa máquina de hacer fútbol que es el Almería y saquen conclusiones. Vean a Pochettino subiendo a Montserrat y juzguen si realmente ésta no es una liga adulterada por la incompetencia.

viernes, 20 de marzo de 2009

Bienaventurados los bávaros

Qué hermosos los tiempos en que la radio y José María García nos acercaban a regiones ignotas y nos enseñaban gentilicios como lombardo, piamontés, sajón o bávaro. Este último lo reservaba para el Bayern de Munich, el monstruo futbolístico de la Europa central, cuatro copas de Europa en sus vitrinas, eterno azote del madridismo. La simpatía de los mozos de Beckenbauer siempre ha sido cosa dudosa, pero el barcelonismo debe recordar que el Madrí acumula ocho derrotas y un empate en el Allianz Arena.
Es el Bayern un equipo poco consistente en defensa, amigo de la velocidad y el contragolpe, entregado a las genialidades de Ribéry. Sin embargo, no ha sido líder de la Bundesliga en toda la temporada. Es el único de los que quedan en Europa que puede presumir de haber marcado más goles que Eto'o, Henry y Messi ente Liga y Champions: el tridente del Barça suma 70 tantos, por 76 los chavales de Klinsmann. Sobre su entrenador, poco hay que decir: dicen de él que es un gran motivador, pero ha estado varias veces al filo del abismo esta campaña y difícilmente superará al nueve que fue (http://www.youtube.com/watch?v=avBpSzdYK4g, 7'50''). Además, tiene el problema de las bajas de sus dos mejores goleadores (Toni y Klose), que no estarán para probar la dudosa madurez de Piqué.
El problema del sorteo es no jugar la vuelta de cuartos ni de semifinales en casa. Es cierto que el Barça no ha tenido la suerte del United; también lo es que por lo menos Chelsea y Liverpool se enfrentan entre ellos. En el otro lado del cuadro, atención: si los de Ferguson no están serios -y últimamente ya no son lo que eran-, uno de los finalistas será un auténtico outsider.
En fin, gracias a las bolitas por permitirnos ver a Ribery (http://www.youtube.com/watch?v=Qg8QTUh-JuM); gracias, dirán los bávaros, por habérseles permitido ver al Barça. Bienaventurados ellos.

lunes, 16 de marzo de 2009

El hermano de la novia

Es la única diferencia notable entre este Barça y del pasado año. Acaba de sumar 200 partidos en la Liga. Con su potencia ha convertido la banda derecha del Barça en su jardín privado, donde sólo Messi tiene permiso para pisar a sus anchas. Es sin duda el mejor lateral diestro del mundo.
Ha llegado a esta Caverna, y tal cual lo explicamos, que el fichaje de Alves por el Sevilla no fue la primera genialidad de Monchi. Nada más lejos: ocurrió, según la leyenda, que un directivo del Sevilla tenía una novia brasileña apellidada Alves y con muchas ganas de que su hermano, un tal Dani, jugara en España. Por lo visto, la moza fue convincente, y en 2001 ficharon al chaval por la irrisoria cantidad de 500.000 euros.
Enseguida se supo del derroche físico de aquel 2 atípico, que jugaba a imitar a Cafú y que no tenía inconveniente en hacer vida cerca del área rival. Fue el líder sobre el campo del que se conocerá dentro de 50 años como el Gran Sevilla, con el que ganó hasta cinco títulos. Eran los tiempos en que se teñía de rojigualda la cabeza, los tiempos en que era la niña de los ojos de Del Nido, que rechazó 35 millones de euros del Chelsea. Los tiempos en que era poco menos que el enemigo público número uno en el Camp Nou por su mirada de gremlin asesino y sus celebraciones imposibles.
De hecho, fue él, en una actuación memorable (una asistencia, un gol, un larguero) quien mostró al Barça de Ronaldinho el camino de la sepultura en una increíble remontada del Sevilla con un hombre menos el mismo año en que el Barça perdió la Liga por un punto. (http://www.youtube.com/watch?v=gYhwVEKqfOo).
Hubo quien dudó de su adaptación al Camp Nou a su llegada. Pero enseguida demostró que no sólo aporta alegría a un vestuario lleno de superprofesionales: ya decía Cruyff que es muy difícil defender a los equipos que tienen un cerebro de creación en cada línea del terreno de juego, y eso es lo que representa Alves para la defensa. Quiere todos los balones y junto a Messi integra la pesadilla perfecta para los jugadores de banda izquierda del rival. Suma -atención- cuatro goles y hasta 12 asistencias del gol, siendo el tercero del equipo en este apartado. Pero además ha resultado ser un notable defensa: es más responsable que Belletti (en gloria esté) y es uno de los pocos jugadores del Barça capaces de enseñar los tacos y levantar por los aires a un rival, cosa imprescindible en un equipo campeón.
Tal vez su principal virtud, lo que da sentido a su sonrisa metálica, su zancada corta y su eterna voluntad de hacer daño al rival, es que no olvida sus orígenes: no es más que un lateral; llegó a España siendo el hermano de la novia.

viernes, 13 de marzo de 2009

Altas y bajas pasiones

Pobre Platón, que no conoció el fútbol, y aun así tuvo que hablarle al mundo de las altas y las bajas pasiones. El debate en el barcelonismo es encendido: ¿qué es más bonito, el 4-0 a los Boludo's o la masacre al heptacampeón de Francia?
Decía el filósofo que en el bajo vientre radica todo aquello de concupiscible y miserable que hay en el hombre: el placer por la cintura de Cannavaro rota, Torres volando, la risa ante la indignación de Roncero, las lágrimas de Casillas, la impotencia de esa gente extraña llamada Gago, Higuaín, Lass, Sneijder etc. Las altas pasiones, ésas ya son otra cosa: diagonales, juego al primer toque, asistencias, vértigo, Iniesta y su cambio de ritmo, velocidad, goles, Henry surfeando, ambición, el pase a cuartos y el sueño de ganar tres títulos.
El fútbol, como material expresamente sensorial, da lugar a un amplio abanico de sensaciones. Cruyff, por ejemplo, admitía que le parece más espectacular un trallazo al larguero que un gol. Clemente habría esputado de color verde ante semejante afirmación. Ronaldinho encontraba más placer en asistir que en marcar, Salinas se habría escandalizado. Y Romário, por algún extraño motivo, prefería chutar con el exterior del pie a hacerlo con el interior. Él sabría por qué; probablemente sería sencillamente que le parecía más bonito, más espectacular.
Cavernícolas, sed sinceros y confesad: ¿qué es mejor: la humillación al Madriz o el festival de luz y de color contra el Olympique?

lunes, 9 de marzo de 2009

Gritar gana partidos

¿Alguna vez se han preguntado por qué es una ventaja jugar en casa, como local? ¿Por qué las quinielas se llenas de unos, por qué hasta el Eibar es favorito cuando juega en Ipurúa? ¿Por qué hay que creer que seremos capaces de ganar al Olympique en el Camp Nou y pasar a unos cuartos de final donde pueden faltar, atención, Real Madrid o Liverpool e Inter o United?
Bien es sabido que los futbolistas son, antes que nada, mamíferos. Un compuesto de tejido muscular, instinto y hormonas que les convierten en seres peligrosos particularmente cuando se amenaza su territorio. Esa sensación de defender lo propio que se lee en la mirada de Puyol es parte de la respuesta. La afición también cuenta, sobre todo por su efecto en los jugadores: los locales se sienten obligados a ganar, los visitantes saben que su derrota se comprenderá. Ante semejante verdad de perogrullo -que ofrecía la revista Champions de noviembre de 2007-cabe recordar que el del miércoles es uno de los cinco o seis partidos al año en que la marabunta de ancianos aburguesados del Camp Nou debe ignorar los nódulos de sus ajadas cuerdas vocales.
También juega la costumbre a un determinado estado del césped y a las dimensiones del terreno de juego -los 68 metros de ancho del Camp Nou son un arma tan letal como Messi mismo-, y en ocasiones la astucia del árbitro que quiere contentar al equipo local -en Liga, no olviden, el Barça no da cena a los árbitros cuando lo considera oportuno-.
En las últimas cinco temporadas, el Barça gana en Europa un 75% de los puntos que disputa en el Camp Nou. Y la explicación reina está en la prueba de la testosterona: los futbolistas que juegan en casa suelen tener entre un 40 y un 67% más de testosterona circulando por su cuerpo que los que juegan como visitantes. Testosterona sí, lo que antes se conocía como cojones. Así pues, que ruja el Camp Nou y sufran los otros: es a vida o muerte y está permitido gritar.

jueves, 5 de marzo de 2009

Una final de mil demonios

Adrenalina en estado puro. Historia viva del fútbol español. Los eternos candidatos a la competición del vértigo y el infarto. La final que algunos llevamos años soñando sólo por el gusto de ver las banderas rojiblancas en un estadio a reventar y el orgullo de esa afición.
Barça-Athletic en el partido decisivo y resulta imposible abstraerse de la idea de que llegan mejor: ante la oportunidad de hacer historia -hacía 24 años que no optaban a ningún título-, sin las hipotecas de rotaciones obligadas que Guardiola hace en esta competición y con el equipo y la afición haciendo una piña impresionante para llevarse la Copa. Jugaron ayer con una fe encomiable y conmovedora: el meneo al Sevilla fue para el recuerdo, hubo fases de la primera parte en que parecía que jugaran 18 o 19 rojiblancos, momentos en que la defensa del Sevilla suscitaba auténtica compasión. Y además, lo celebraron como Dios manda: tras varios días de caldear el ambiente, hubo invasión en San Mamés y la ciudad se echó a la calle. En Barcelona, los bares ni siquiera estaban llenos.
Suerte que el partido del Barça dejó ese instante memorable que nos recordó que el fútbol se aprende en la calle y premia a los listos, a los pícaros. Suerte que el Barça tiene a este segundo portero nacido en el Puerto de Santa María (Cádiz) y con aspecto de actor porno que nos regaló la parada más importante desde la final de París. Y con ese Messi maravilloso, a quien le cuesta más dibujar un corazón con las dos manos que una vaselina perfecta con esa zurda vengadora.
Tres años después, el Barça se jugará un título en un partido. Una gran noticia, sólo empañada por el hecho de que el otro finalista llevaba 24 años esperando este día. Y un cuarto de siglo desde que levantaron su último título después de desquiciar a Maradona en la famosa batalla del Bernabéu (http://www.youtube.com/watch?v=x4lEQLO9GG0). Que Guardiola vea este partido antes de decidir su once en la final. Que sienta la fuerza que tiene ese club vasco en una final (1'34'', 5'24'', 7'50''). Que vea, ojo, a Schuster encararse con un rival y hacerle cuernos (4'00'') por pura impotencia. Que vea cómo acabarían las finales si los futbolistas no fingieran ser buenos ganadores y buenos perdedores (8' 30''), en el que debió ser el único partido en que no hizo falta despertar al Rey.

domingo, 1 de marzo de 2009

El raro de la tribu

Una advertencia: todos tenemos nuestras cosas raras, nuestras parafilias y nuestros vicios. Hay quien mira acarameladamente a las ovejas, hay quien encuentra placer en coleccionar tapas de yogur o en apostarse en las escaleras de una iglesia para ver el penoso descenso de los abuelos feligreses. Sí, hay gente muy rara. Gente que está encantada de que Hleb juegue en el Barça.
Muchos maldicieron a Txiki al saber que el Barça le fichaba: Hleb era un media punta que había metido 30 goles en 303 partidos en ligas menores como la bielorrusa, la alemana o la inglesa. Es decir, un tío sin gol y que además, por lo visto en el Arsenal, no era rápido. Sin embargo, desde la pretemporada Hleb demostró que tenía un gen distinto, un nosequé de artista, un trompicado y fascinante control del balón.
Con medio año en el Barça, ha demostrado que los sensibles aficionados que le han profesado su simpatía incuestionable desde el primer día no se equivocaban: lleva un total de cero goles en 1.268 minutos jugados, es el único entre todos los centrocampistas y delanteros de la plantilla que no se ha estrenado, es líder en retrasos a los entrenamientos y hasta el manager de Touré se ha mofado de él preguntándose "quién jugará" en el Barça el año que viene si no renuevan a nadie. "¿Hleb?", dijo, sonriendo.
Ocurre que Hleb tiene algo único y que ya no es estila en los días del fútbol metalúrgico. Es un jugador diferente. De hecho, viendo driblar a Garrincha (http://www.youtube.com/watch?v=AkO4XdjnQrY), uno cree estar ante el pariente lejano y negro de este ex soviético despistado. Ambos tienen un defecto físico a su favor: una de sus piernas es más corta que la otra. Se aprecia en la zancada irregular de Hleb, en la sorpresa de sus rivales que fracasan en su intento de robarle la pelota.
La otra noche, tras la ingesta de diversos euforizantes, pensé que este bielorruso es el complemento perfecto para una plantilla campeona. Pensé que este hombre acabará lo que Salinas empezó en Wembley: el día menos pensado, anotará un gol que valga un título. Para ello va sobrado de factultades: le falta garbo, su sola presencia desespera a la ilustre afición culé, sus estadísticas son las de un auténtico cenizo y no debe haber vendido una sola camiseta en lo que va de año. Si lo piensan bien, Hleb jugaría sería indiscutible en el equipo de estilistas incomprendidos, con Prosinecki, Hagi, Giovanni y compañía.
Mircea Eliade, el célebre antropólogo, sabía un rato de rarezas. Fue él quien escribió que "el hecho de que los chamanes, hechiceros, curanderos se recluten preferentemente entre los neurópatas o entre personas que dan muestras de un equilibrio nervioso inestable se debe también a ese prestigio de lo insólito y de lo extraordinario". Así es el bueno de Aleksandr: insólito y extraordinario.